LA CHIVIADA* CAMISETA DE LA SELECCIÓN

Hay dos opciones reales, éticas, correctas y legales, comprar la camiseta de la selección, la original, a su elevadísimo valor comercial… o no comprarla.
Hace poco el duopolio de la prensa impresa colombiana sacó en sus versiones físicas algunos artículos sobre las camisetas “chiviadas” de la selección Colombia. Mucho se habló y se especuló, desde el daño económico a la propia selección, hasta la cuestión del porqué no se fabrican en Colombia. En fin, toda una polémica respecto a la dichosa camiseta de la selección.
Y sí, en Colombia chiviamos todo, a tal punto que nos chiviamos nosotros mismos. Pero el elevado, ridículo, costo de una camiseta de la selección o de cualquier equipo de fútbol es, ciertamente, una invitación a buscar la opción más barata. La camisa de la selección vale 80 dólares, en un país donde el salario mínimo es apenas superior a los 300 dólares.
Claro que no es excusa para la trampa y la triquiñuela, para la evasión de impuestos y el impulso al comercio ilegal. Comprar camisetas chiviadas es otra invitación, una directa, a la industria y a las marcas internacionales; una invitación a largarse porque acá se prefiere la chiviada que la original.
El asunto de lo chiviado, no sólo es un problema por la casaca del seleccionado nacional. Acá se juega el papel de la economía local, la inversión extranjera, la estabilidad comercial y hasta el posicionamiento del país como un mercado rentable.
Todas las anteriores pueden sonar a excusas neoliberales, pero ¿y acaso no estamos en un mundo neoliberal? El capitalismo es tal vez lo único que no se chivea porque hay para todos, gústenos o no.
En un idílico mundo todos tenemos la camiseta original de la selección y las camisas de Adidas, Nike o Puma valen lo de una del Only; eso sólo en la imaginación. En el mundo globalizado, hasta los países socialistas visten Nike o Adidas (Equipo de Baseball de Cuba, Selección de Venezuela), porque esas marcas tienen lo que no tienen las sudaderas del Siete de agosto: Investigación, desarrollo e ingeniería de producto.
Gran parte del costo de una casaca de futbol va para el desarrollo e investigación de nuevos productos para el alto desempeño deportivo: Telas micro perforadas que permiten la sudoración, textiles y costuras que no generan roce con el cuerpo, y componentes tan livianos que ni se sienten.
Eso para el deportista de alta competencia se justifica. Pero para el ciudadano de a pie que se pone la camisa con la simple intención de apoyar a su selección, pues una camiseta con materiales para alto desempeño, si acaso le evitaran sudar ante la tensión de un penalti por televisión.
Dado lo anterior, equipos como el Bayern de Múnich cuyo accionista mayoritario, aparte de la propia hinchada, es Adidas; ha desarrollado una línea de productos alterna a su camiseta. Los Polos y camisetas “t-shirt”, son alternativas bastante más económicas que la camiseta de alto desempeño del Bayern, incluso se vende la misma camiseta, con su diseño y emblemas, en materiales muy distintos a un precio inferior. Por ejemplo, en ninguna tienda de Adidas de Colombia venden la camiseta de alto rendimiento del Bayern, que vale casi el triple de la que se vende para el público en general.
¿Por qué la selección, pensando más como empresa que como agrupación deportiva, no le pide a Adidas lo mismo? Porque Adidas dirá “ustedes lo chivean por sí mismos o se lo compran chiviado a los chinos. No es rentable.”
La fabricación en China es otro de los aspectos de los que mucho se habló. Las camisas originales de Adidas las fabrican en China, y las chiviadas también. Un ilógico y muy mal articulado argumento, que salió de boca de un famoso periodista deportivo, aseguraba que al comprar la original los chinos y Adidas ganaban, mientras que comprando la chiviada quienes ganan son los chinos y el comercio informal colombiano, tan necesitado y urgido ante las inclemencias de nuestra reñida economía.
Como siempre la lástima y el pesar se convierten en herramientas para obviar el orden, el reglamento y el control. Adidas fabrica sus camisas en China bajo diseño del laboratorio de producto en Alemania, al igual que lo hace Puma, Apple, y hasta Arturo Calle.
Sí, es muy triste que todo provenga de China bajo condiciones laborales precarias y abusivas. Pero no es excusa para chiviar, porque seguramente las camisas chiviadas se fabrican en aún peores condiciones.
Caso muy distinto es el de tiendas que venden las camisas chiviadas como originales, famoso es cierto lugar cercano a la Sergio Arboleda, en la Calle 78 con 13 A, donde vendían camisetas de la selección chiviadas pasándolas y cobrándolas como originales, además de ropa de diseñador como G&M, Gucci y Lauren. A estos infames timadores debe caerles todo el peso de la ley.
Sería muy grato contar con una camiseta del seleccionado nacional fabricada en Colombia, capaz de competir con la calidad y los requerimientos de alto desempeño de los jugadores de la selección, una casaca nacional que impulse la industria colombiana y se venda a un precio accesible.
Pero nuestra industria, por duro que suene, no puede competir con Adidas; que además de ser proveedor es Partner (patrocinador), como lo es con cada seleccionado que juega bajo su marca, y le entrega plata a la Federación Colombiana de Futbol (quien sabe en qué la emplee esta polémica entidad), así digan que no.
Hay dos opciones reales, éticas, correctas y legales, comprar la camiseta de la selección, la original, a su elevadísimo valor comercial… o no comprarla. Además puede encontrar en outlets e internet, las camisetas de años anteriores a costos bastante por debajo de la nueva. Sino, cómprese una camiseta del Only amarilla y se la pone cuando juega la selección.
Ante todo recuerde que apoyar a la selección es un acto de alegría y cariño con los jugadores y con sus amigos y conocidos; que el patriotismo y el deber cívico no son más que una ilusión y una patraña que los medios se inventan. Si usted quiere ser un patriota, esté atento de la situación política, social y económica de su nación, para ello no tiene que estar vestido de Adidas ni tener en la espalda el 9 de Falcao.
Además, no fomente ni apoye actividades que se presten para la adquisición de la camiseta chiviada. Ya se sabe de colegios e incluso empresas que piden a sus estudiantes o trabajadores que el día de partido deben (obligados) llevar la camiseta de la selección. Eso se presta para comprar la chiviada.
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* En Colombia, el término «Chiviar» se utiliza coloquialmente para indicar que ha sido falsificado o pirateado.
La Real Academia Española le da dos significados en El Salvador, y dos en México a la palabra chivear. No encontramos en la RAE la palabra «chiviar» en su acepción coloquial colombiana. La transcribimos en itálica.
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