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Islam y medios: como el agua y el aceite

Luego del declive de la entonces hegemónica Unión Soviética y la calma que representó este hecho para Estados Unidos y algunos países de Europa en el contexto político mundial de finales del siglo XX, los ojos del mundo se han centrado en el Medio Oriente.

Esa mirada se ha ido trasladando a los medios de comunicación occidentales, que se convirtieron en una fuerza de oposición que ataca desde la palabra y obedece a las necesidades de poder de los estados del primer mundo.

“Permítanle a la gente que expresen sus opiniones, porque es que si tu opinión es distinta a la de los Estados Unidos, te dicen que eres una amenaza, un terrorista”, precisaba el entonces presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, en una polémica entrevista realizada por el periodista mexicano Fernando del Rincón, para CNN en español en el año 2012.

Mahmud Ahmadinejad - CREATIVE COMMONS/Bruno Covas
Mahmud Ahmadinejad – CREATIVE COMMONS/Bruno Covas

Este caso, que despertó burlas contra el comunicador a través de redes sociales por la aseveración del exmandatario iraní, dejó entrever que existe una desconfianza por parte de algunos gobiernos islámicos frente a lo que se comunica desde los medios occidentales.

Para Rafat Ghotme, profesor de la Universidad Militar Nueva Granada e investigador del Centro Colombiano de Estudios Árabes, el clima de desconfianza proviene de la demonización del islam, derivada del discurso imperialista de Occidente.

“Los medios occidentales nos muestran a los musulmanes como los bárbaros, como una raza inferior”

expresó, agregando que por eso el mundo se consterna más con una noticia como la de Bataclán en París que con una sobre los muertos en Líbano o Siria.

Para Ghotme, este fenómeno de etnocentrismo surge de los procesos de colonización del siglo XVI por parte de los países europeos. Según explicó, porque Occidente creó el discurso de inferioridad contra el no blanco para justificar la campaña de expansión territorial en el mundo.

Diego Hassan Amature es un musulmán chiita, miembro de la Casa Cultural Islámica Ahlul Bait en Colombia e hijo de padre libanés. Él cuenta que los islamistas se están viendo afectados por los medios occidentales, según expone, porque están promoviendo un discurso del terror que está contribuyendo a la islamofobia. “Esta difusión mediática está atacando nuestros valores, nuestra cultura y nuestra civilización”, manifiesta.

Según la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia, de origen español, “la islamofobia es una forma de intolerancia  que conlleva al rechazo, irrespeto y desprecio hacia el islam, y por extensión, a las personas musulmanas”. Además, es una conducta de discriminación que fue reconocida por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el año 2010, gracias a la iniciativa de la delegación de Pakistán en la ONU y la Organización de la Conferencia Islámica de dicho país.

Los analistas en temas de política internacional coinciden en que el discurso del terror está vinculado al creciente protagonismo de grupos como el Estado Islámico (ISIS), Al Qaeda o Boko Haram en la agenda mundial.

Hassan Amature considera que estos grupos, designados como organizaciones terroristas por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, no los representa como musulmanes. “Estos son salvajes que desconocen las fuentes del verdadero islam”, expresa. Una afirmación que también comparte el Seyed Muhammad, director de la Fundación Internacional Yama’ata al Mustafa sede Ciudad de México, quien a su vez agrega que los medios están llevando el tema del terrorismo a la generalización. “Es como si dijeran que todos los colombianos son narcotraficantes”, explica.

“Cuando tú estás en Occidente y hablas de islam, la primera impresión que se crea es la de guerra; pero si estás en un ambiente como mi país (Irán), todo el mundo recuerda a Dios”, manifiesta Muhammad, quien argumenta que existen diferencias conceptuales y culturales entre los países de Occidente y de Medio Oriente, y que según él, los medios de comunicación desconocen.

“En próximos días, en la ciudad iraquí de Kerbala se celebra la fiesta del Arbain, el evento humano más grande de este planeta, en el que se reparten más de 200 millones de platos de comida gratis, y ¿quién cubre esto?”, pregunta Muhammad. Su respuesta es “nadie”.

Para Federico García, politólogo de la Universidad Nacional de Colombia e investigador tesista de la Universidad Complutense de Madrid, esta situación existe por la desidia de los medios occidentales frente a realidades diferentes.

“El tratamiento que se le da a la cultura musulmana es reduccionista y simplista porque obvia un contexto complejo”, expresa.

Sin embargo, en el mundo occidental se han venido creando medios de comunicación de corte islámico que buscan promover el conocimiento de la cultura musulmana. Este el caso de Hispan TV y Annur TV, dos canales de habla hispana, cuyas sedes principales se encuentran ubicadas en España y Argentina respectivamente.

No obstante, para García, aunque estos medios respetan la realidad de los musulmanes y de Medio Oriente, él considera que los consumidores deben tomar distancia frente a lo que se dice. Según dijo, porque “cada medio emite una verdad de acuerdo a sus intereses”.

Julián Zapata, abogado de la Universidad Libre y especialista en Ciencias Islámicas de la Universidad Imam Jomeini de Irán, es imám y cofundador del Centro Cultural Islámico, la institución de investigación y difusión del islam más antigua de Colombia. Para él, el desconocimiento de los medios occidentales frente al mundo musulmque conteniera o del Interioral)sidad civilizacional)»l mundo musulmuenas del islam.dentales . PERMán proviene del desinterés de la academia. «Esta (la academia) no está preparada para conocer la diversidad civilizacional”, señala.

Zapata cuenta que, en el caso de Colombia, desde su institución fomentaron un debate, por medio del Comité Interreligioso del Ministerio del Interior, para que se creara una cartilla que contuviera todo lo que se debe saber acerca del islam. Sin embargo, el proyecto no llegó a feliz término. Según expresó, católicos y evangélicos se opusieron.

“Nuestras clases políticas le tienen miedo al islam, porque hay una estigmatización desde el tiempo de las cruzadas. Han visto al musulmán como un competidor, un adversario”, precisó.

Por su parte, Fanny Ochoa, comunicadora social, también cofundadora del Centro Cultural Islámico y directora del Instituto Halal para Colombia, organismo encargado de garantizar el sello de garantía para los productos alimentarios y textiles de origen musulmán, afirma que en el campo periodístico, en el caso colombiano,

Las facultades de comunicación social no han tenido un compromiso por “ir más allá de la cultura de Estados Unidos y Europa”.

Además, agrega que ese vacío intelectual frente al tema islámico en la academia, luego se ve reflejado en el terreno de los medios de comunicación. “Los medios de comunicación replican toda la información proveniente de las agencias internacionales, y los periodistas no hacen un ejercicio crítico de lo que van a decir”.

Así, en Occidente, gran parte de noticias relacionadas con el mundo islámico o con los países del Medio Oriente, proceden de la interpretación del discurso de las principales agencias internacionales, en este caso, propiedad de los países del primer mundo: España (EFE), Francia (AFP), Inglaterra (Reuters) y Estados Unidos (AP), del mundo donde un nobel de paz bombardea un hospital en Afganistán, crecen las tasas de islamofobia, y no pasa nada.

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