¡VAMOS, CARAJO!!

Sé lo que es estar en otro país, decir que soy argentina y que lo primero que te digan es Messi o Maradona y también sé que nos tildan de “agrandados” aunque yo diría que somos “apasionados incomprendidos».

La verdad es que poco se de futbol, protesto todos los domingos que no hay un alma en la calle y el relato de Niembro o Araujo es lo único que se oye, evito presenciar las discusiones por los resultados de los partidos – que nunca llegan a ningún lado- … es más me hice hincha de un equipo porque cuando era chiquita me resultaron bonitos los colores de su camiseta (San Lorenzo de Almagro).
Tuve que googlear “Copa Mundial de la FIFA” para enterarme que se realizó en 19 ocasiones y que sólo 8 países la han alzado. Para mantenerme al día con los sucesos del futbol, escucho el programa de radio de la Sergio que realizan mis amigos de “La Banda” y de paso estoy más cerquita de ellos.
Desde que tengo uso de razón sé lo importante que es el futbol para mi pueblo, recuerdo muy bien las anécdotas de las dos copas del mundo ganadas y la que no se nos dio, la mano del diez y la magia del pájaro Caniggia. Se lo que es estar en otro país decir que soy argentina y que lo primero que te digan es Messi o Maradona y también sé que nos tildan de “agrandados” aunque yo diría que somos “apasionados incomprendidos”.
El mundial lo puede todo, y como siempre trajo esa euforia colectiva. El país se paraliza cuando juega la selección, promesas y cávalas por doquier y muy excéntricas, banderas y camisetas (todo lo que era celeste y blanco servía), previas con amigos, cantos (Brasil decime que se siente….), risas y lágrimas, besos y abrazos….. sí, todo eso y en ese orden, porque reconocemos que este evento deportivo es mucho más que una simple competencia de futbol, este evento une cada 4 años a los 40 millones de argentinos con un sueño único y vale la pena intentarlo.
En su paso, le encontré sentido a todo lo que comúnmente reprocho, el Olé fue mi diario preferido y TyC Sports el canal más visto. Todas las conversaciones derivaban en futbol, por momentos muchos nos creímos Sabella, opinábamos como si fuéramos expertos y le hablábamos al televisor como si nos fueran a escuchar.
Llegamos a la final luego de 24 años, ahora entiendo un poquito más ese sentimiento del que hablaba mi papá cuando me contaba del mundial del 86, todos soñamos alguna vez con este momento. Esta vez no se nos dio, no sé si fue justo, sólo sé que llegamos por la garra y la pasión de los que nos representan; hubo tristeza pero por suerte no hubo desilusión, ellos nos dieron una alegría inigualable con un plus de orgullo nacional, que en estos tiempos que estamos en la boca de todos no vienen mal. Larga vida a estos héroes que hacen historia, que nos demuestran que vale la pena seguir soñando.
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