Tejiendo significado


Los panoramas cambian, las caras y las palabras suenan distinto. Todo se modifica, montañas, planicies, playas y desiertos. Climas cálidos y luego temperaturas frías. Las maletas siempre preparadas y la eterna pregunta ¿de dónde eres?
Al principio era sencillo, de Nicaragua. Pero viví en Managua, luego en Estelí y por último en Jinotepe. Luego se dificultó y resultaba más sencillo decir soy de Latinoamérica o como mi padre suele comentar eres una ciudadana del mundo.
Nicaragua fue el país donde permanecí más. Tortillas, enchiladas, gallo pinto y nacatamales se encontraban presentes en mi mesa. En las tardes se escuchan los gritos de los vendedores de frutas de puerta en puerta. En la purísima, todos los chavalos (chicos) reunidos a cantarle a la virgen de casa en casa y obtener golosinas. Tiempos donde no pensábamos en jañas y jaños (novios y novias) y donde 8 cuadras era un lugar cerca del fin del mundo. Los nicaragüenses son personas fiesteras, picaros alegres.
Todas estas actitudes se ven reflejadas en el Güegüense (el cual se deriva de la palabra Nahuatl «huehue», que significa «viejo» o «sabio) personaje del folklor.
Ya cuando me fuí a Colombia contaba con 14 años, palabras nuevas se adhieren al léxico como chévere, vacano. Las comidas ahora son ajiaco, bandeja paisa entre otras. Las casas quedan todas distantes, 8, 10 y 20 cuadras se convierten en cercanía. La vida se adapta y paso a formar parte de un panorama urbano. Calles llenas de transeúntes, trasmilenios llenos de pasajeros y el centro de la ciudad donde se conseguía todo a mejores precios y se hallaban los museos y las bibliotecas.
A los 16 dejé Colombia, y me traslade a vivir a Brasil. No al país de las películas ni cerca de Rio Janeiro o Sao Paulo, sino al nordeste en el estado de Paraíba siendo más específica a Campina Grande que forma parte del semiárido. Una ciudad pequeña con aires a Nicaragua, donde volvió esa lejanía de 8 cuadras. Las personas son muy alegres y en cualquier lugar te comienzan una conversación o te preguntan algo. El cambio más drástico fue el idioma, al principio tener el desespero de no saber pedir algo en la tienda y de que cuando si sabias, te faltara la entonación apropiada y el resultado fuera el mismo, que no te comprendieran.
Con el tiempo y al estar sumergida a la cotidianidad las palabras empiezan a fluir. Logras entender que todas las palabras como acción, emoción con la terminación “ción” se escribían emoção, ação y su terminación “ção” sonara sao. Dentro de las festividades además del carnaval que tiene mayor fuerza en Rio Janeiro, se encontraba São João (san juan) donde las personas se juntaban a bailar forro, comer espeto que son carnes en pinchos y pasar todo el mes de junio en esta celebración.
Ya con los 18 bien cumplidos, emprendí mi aventura sola. En este viaje mis padres ya no me acompañaban. Llegue a Buenos Aires, Argentina a la casa de un amigo, de una amiga, de la amiga, de mi padre. Palabras nuevas revoloteaban boludo, boluda, che,vos, sos un pelotudo, pibes y minas. La vida universitaria es agradable llena de nuevas personas. En las noches, las obras de teatro, los cinemas, se parecen un poco a la vida artística del centro de Bogotá. El asado argentino es una de las comidas imperdibles.
Todos los espacios visitados, vividos, son fragmentos llenos de experiencias, de cultura, palabras y jergas cotidianas. Llega un momento en que todo eso se fusiona. A veces surge la nostalgia de cada lugar, pero al experimentar tantos lugares dejas una huella, amistades que preservaras con el tiempo, tu casa deja de poseer geografía, tu hogar se vuelve la telaraña de tu vida siempre incrementado tu tejido y manteniendo lo con sentido.
Siempre surgen las preguntas ¿alguna vez permanecerás en una sola ubicación?, eso quizás pase, pero cuando eres una gitana, siempre te surgen esas ganas de conocer otros espacios, incrementar mucho más tu tejido y crear tu hogar en cualquier parte del mundo.
2 Comentarios
Interesante este artículo!
La vida es un permanente viaje, aún cuando nos quedemos en un mismo sitio. Me alegra que tanto recorrido por distintos países, e incluso esta nueva experiencia de emprender camino sola, te hayan dejado la mejor de las enseñanzas que es compartir, hacer en conjunto. Gracias por compartir tu texto y por animarte a revelar tus ideas y sentimientos. Muy bueno el artículo.