El Negocio del fútbol: ¡un señor golazo!

El balompié mundial, en los últimos años, ha encontrado una fórmula exitosa para el enriquecimiento de capital. Colombia, al ser un país muy unido al fútbol, no se ha quedado atrás en la búsqueda de ese método de ganancia.
EN LA LIGA ÁGUILA, MÁXIMA CATEGORÍA DEL BALOMPIÉ NACIONAL, SE NECESITA MUCHO DINERO PARA LA MANUTENCIÓN DE LOS CLUBES PARTICIPANTES. SI NO SE LLEGA A UN PRESUPUESTO ACORDE, QUE ENTRE EL DIABLO Y ESCOJA EL PRÓXIMO EQUIPO LIQUIDADO.
El fútbol profesional colombiano, además de influenciarse por las tácticas de juego, se rige y regula por las reglas dictaminadas por el negocio de fondo. Este, que abarca el mercadeo, los patrocinios y la venta de jugadores, permite a los clubes competitivos subsistir a lo largo de los años y, así, generar dividendos en su cartera interna.
Por ejemplo, en el partido más importante de la Liga Águila, la final del torneo de primera división, en el campo de juego se estuvo moviendo cierto capital que buscaba la promoción de las principales marcas patrocinadoras de los clubes (Postobón, Águila, Pepsi, entre otras).
Según Iván Novella, gerente deportivo de la Dimayor, la empresa de gaseosas Postobón, expatrocinador principal de los torneos de fútbol profesional colombiano y dueño accionario de uno de los clubes más laureados de la nación, invertía aproximadamente 60.000 millones de pesos en todas las competiciones de balompié competitivo. Estos fondos destinados por la empresa fabricante de gaseosas eran equitativamente distribuidos en los 36 equipos de primera y segunda división.
En el contrato de cinco años con la Dimayor, Postobón nunca retribuyó económicamente a los equipos campeones de primera división, ya que la remuneración monetaria vendría por parte de los organizadores de copas continentales (Copa Suramericana y Copa Libertadores) al clasificarse a estas citas internacionales.
¿CUÁL FUE EL PRECEDENTE DEL ACTUAL FENÓMENO ECONÓMICO EN EL FUTBOL?
Para Guillermo Ruiz, estadígrafo y ex-gerente de varios clubes del fútbol profesional colombiano, la primera fuente de ingreso económico para los equipos fue la venta de jugadores entre los mismos oncenos del rentado nacional.
En el ‘Dorado’, época en la cual varios jugadores extranjeros vinieron a jugar de una manera ilegal, no se había reglamentado aún las normativas respecto a los fichajes. Debido a esta circunstancia, al país llegaron jugadores de renombre internacional como Alfredo Di Stefano, Adolfo Pedernera, entre otros.
La venta de boletería y de jugadores, en el comienzo del profesionalismo, eran las únicas fuentes de ingreso para los equipos; luego del pasar de los años, los patrocinadores sobre las camisetas empezaron a ser recurrentes en el torneo local. Once Caldas de Manizales fue el primer club en portar en su casaca el logo de una marca (Licores de Caldas).
En la actualidad las fuentes de ingreso en el fútbol han ido evolucionando, la televisión en los últimos años empezó a ser partícipe de este gran negocio. Según el periódico Vanguardia Liberal de Bucaramanga, aproximadamente 7.000 millones de pesos son destinados por los canales privados a la Dimayor para que se les permita trasmitir los partidos del torneo de primera división.
Según Guillermo Ruiz, “hoy hay más posibilidades de ingreso, los patrocinadores pagan aproximadamente mil millones de pesos para estar presentes en la camiseta de los clubes, además, hay variedades de sponsors en la casaca que incrementan la suma de dinero”.
El mercadeo actual de los equipos de primera división ha crecido, la comercialización de marca e incentivo en el consumo de los productos alusivos a la escuadra (bufandas, camisetas, sudaderas, entre otros) ha ocasionado este nuevo fenómeno consumista.
¿EL FÚTBOL ES UN NEGOCIO?
Según Pablo Lazo, integrante de la junta de mercadeo de Independiente Santafé, todos los equipos en Colombia obtienen un monto de 2.000 millones de pesos por derechos de transmisión televisiva. Equipos con una nómina corta como Fortaleza F.C, reciben el mismo porcentaje de dinero que un llamado equipo ‘grande’ como Millonarios F.C, Atlético Nacional, América de Cali o Independiente Santafe.
Según él, Independiente Santafe “es una de las marcas más prestigiosas publicitariamente hablando”, puesto que empresas como Honda, Umbro y Licorera de Cundinamarca, han puesto sus ojos en la institución cardenal. Esas empresas han logrado ser las principales fuentes de ingreso del rojo capitalino.
Algunos hinchas ven este fenómeno de marketing como un negocio. Para Jaime Aguillón, aficionado hace más de 30 años de Independiente Santafe, “el fútbol es una empresa con más mercadeo que antes, cuando sólo se podía conseguir la camiseta oficial del club; ahora, se pueden encontrar en el mercado bufandas, sudaderas y muchos productos alusivos al club”.
Lazo, en cambio, no ve el fútbol como un negocio, visto que los ingresos económicos que ingresan al equipo ayudan a equilibrar las malas finanzas del club, ocasionadas por una negativa inyección en las fuentes de segunda categoría: venta de boletas y derechos deportivos (propiedad sobre los jugadores).
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¿CÓMO SE LOGRA OBTENER UNAS FINANZAS EQUILIBRADAS?
La Superintendencia de Sociedades es el ente encargado de guiar a los clubes profesionales con respecto a los temas financieros. Luego de la Ley 1445 de 2011, que propició la conversión a sociedades anónimas de la mayoría de los clubes profesionales, permitió a esta entidad acompañar y determinar ciertas directrices administrativas que sanearán las economías internas de equipos con una cartera en déficit.
Según un funcionario de la Superintendencia de Sociedades, 36 equipos de primera y segunda división ya son sociedades anónimas, lo que les permite poder actuar y aconsejar a los clubes de cómo mantener equilibradas las finanzas.
En los clubes ‘grandes’ las fuentes de ingreso como los derechos de televisión o patrocinios ayudan a tener unas finanzas equilibradas. En cambio, los demás equipos, que sólo obtienen un reconocimiento por la transmisión de sus partidos y de la venta de jugadores, dado que no obtienen el apoyo de empresas de importante capital, se encuentran en una cuerda floja al no asegurar la supervivencia para el próximo torneo. La realidad del fútbol en Colombia es la división de dos grupos: los lucrados y los sobrevivientes.
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