La batalla sigue viva

La siembra de coca en Colombia disminuyo en un 29 por ciento en el último año. 25 infantes indígenas han muerto por hambre en Cumaribo (Vichada), causada por las devastaciones de las fumigaciones aéreas con glifosato sobre cultivos alimenticios.
Por: Felipe Santiago Rojas Azula
Raul Enrique Pájaro Sanchez
Carolina Trinidad Cabuya
Los recientes informes de la Policía Antinarcóticos dejan al descubierto que durante este año se ha erradicado por aspersión aérea y por vía manual 112 mil 661 hectáreas de coca, 102 de marihuana y 356 de amapola.
La última misión de erradicación de cultivos ilícitos para este año se llevará a cabo en los departamentos de Cauca, Nariño, Caquetá, Guaviare, Putumayo, Santander, Antioquia y meta. En esta fase se espera erradicar 20 mil hectáreas de plantaciones de coca, marihuana y amapola.
Frente a este tema el director de la Policía, General Oscar Naranjo aseguró que para dicha operación se contará con la participación de 2.739 uniformados y 250 erradicadores pertenecientes a los Grupos Móviles, apoyados de aeronaves de aspersión y helicópteros para el traslado del personal a la zona de erradicación.
Además el general Naranjo anunció que «esta operación, se extenderá hasta el próximo 20 de diciembre”. Durante esta etapa la Policía Nacional busca consolidar una estrategia integral en las zonas de siembra y producción de narcóticos, en donde al mismo tiempo que se erradican cultivos se pueda llevar programas de prevención, y brindar a través de los proyectos y desarrollos agrícolas de los Carabineros asesoría en la sustitución de cultivos.
Dentro del informe entregado por la Policía se dice que la inversión para esta última fase es de 15 mil millones de pesos y con esta jornada se logrará un avance de 65 mil hectáreas de cultivos ilícitos aniquilados.
¿Disminuye la producción de coca en Colombia?
El Gobierno Nacional en un reciente informe anunció que la siembra de coca en Colombia disminuyo en un 29 por ciento en el último año y la producción del alcaloide en un 38 por ciento.
Estas cifras se dieron a conocer por el Presidente de la República durante un Consejo Comunal en el departamento de Putumayo, donde el mandatario de los colombianos indicó que se pasó de tener 15 mil a 7 mil 900 hectáreas de cultivos de coca.
Es importante comparar estos datos con los de años anteriores, todo esto cimentado en el reporte que dio la Embajada de Estados Unidos en Colombia, principal aliada de nuestro país en la lucha contra el narcotráfico. El estudio atribuyó la caída de la producción de este alcaloide a la fumigación aérea de cultivos de hoja de coca, la erradicación manual y a la amplia presencia de Estado en las zonas de producción.
De acuerdo con estadísticas oficiales las Fuerzas Armadas de Colombia destruyeron en forma manual 95.000 hectáreas de cultivos de coca en el 2008 y fumigaron desde aviones 133.000 hectáreas.
En cuanto a la productividad se dice que en el 2008 el potencial máximo de producción en Colombia se redujo fuertemente al pasar de 485 toneladas métricas de cocaína pura a 295 toneladas métricas, lo cual representa una reducción del 39 por ciento. Esta caída en la producción de drogas por segundo año consecutivo, es posiblemente un factor principal en el aumento del precio y la reducción de la pureza de la cocaína encontrada en Estados Unidos. Colombia es la fuente de cerca del 90 por ciento de la cocaína que ingresa a Norteamérica. En las calles de la capital del mundo, el gramo que costaba hace un año 99 dólares está costando 176 dólares.
Para combatir este problema y lograr los resultados vistos hasta el momento, el Gobierno de Estados Unidos ha entregado a Colombia más de 6.000 millones de dólares en asistencia militar, ayuda social y entrenamiento para combatir el narcotráfico y los grupos armados ilegales vinculados con esa actividad.
Una importante parte de los recursos se han destinado a un ambicioso programa de fumigación de cultivos dentro del denominado Plan Colombia.
El balance de los últimos años en cuanto a la producción de coca es alentador. El representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) para Colombia, Aldo Lale- Demoz, aseguró que “Estamos muy cerca de lograr el 50 por ciento de reducción de producción de cocaína que había sido planteada en el Plan Colombia hace ocho o nueve años”.
Por último el reporte anual de la Unodc, el Director mundial de ese organismo, Antonio María Costa, destaca que “Colombia está realizando enormes esfuerzos para controlar su problema de la cocaína en su fuente. Sería de una gran ayuda si en los mayores mercados de cocaína se pusiera la misma atención en reducir la demanda”.
Justos por pecadores
Es una mañana calurosa. El sol radiante quema las cabezas de los pobres labradores de la tierra. Sus manos llenas de barro al igual que sus pies, en su cara sudor y en los brazos rasguños de las plantas que van agarrando una a una hasta cumplir con la cuota de 20 hectáreas recogidas.
Este es el caso de miles de campesinos que se ven forzados a realizar este tipo de trabajos ya que de no hacerlo ponen en riesgo sus vidas y las de sus familias también, no contento con ello, el otro riesgo que toman es el de ser despojados de sus tierras.
El gobierno como solución a este hecho, ha decidido empezar una lucha en contra de los narcotraficantes dándoles directamente en la raíz del problema, los cultivos ilícitos y los laboratorios de droga.
Tropas del Ejército desplegadas en los departamentos de Antioquia, Córdoba, Chocó, Magdalena, Meta, Putumayo, Santander y Valle del Cauca lograron erradicar de manera manual más de 84 hectáreas de cultivos ilegales, que eran empleados por los grupos al margen de la ley para financiar el terrorismo.
Pero no solamente es de manera manual que se realiza la erradicación de los cultivos.
Un pájaro gigante se escucha a lo lejos. Por su parte trasera arroja una sustancia blanca como si estuviera dejando su rastro. Ni el sol inclemente detiene a este guardián de los cielos. No es un ave lo que está en el aire, es un avión PNC-4014 Fumigadora S2R Turbo Trush de la Policía Nacional el cual va dejando por los campos de cultivos ilícitos una nube que los cubre por completo.
A este tipo de fumigaciones aéreas con glifosato se les conoce como aspersión. Pero ¿Qué es el glifosato? Es un herbicida el cual sirve para la eliminación de hierbas y arbustos, estos, a su vez, los absorben –por las hojas no por la raíz- y mata a las plantas debido a que suprime la capacidad de generar aminoácidos aromáticos.
Según el Gobierno este tipo de sustancias no es nocivo para las personas, y de la misma manera piensa la Organización de la Alimentación (OA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero los campesinos de las regiones, donde se lleva a cabo la aspersión, dicen lo contrario. En las zonas urbana y rural de Orito, población de la frontera sur con Ecuador, al menos 276 personas han resultado afectadas por un virus no identificado. «La mayoría de los pacientes tienen vómito, fiebre y diarrea, y algunos problemas en la piel», afirma el sacerdote Julio César Mora, designado por las autoridades municipales como portavoz en esta crisis.
Aparte de este reporte también se han registrado hechos en los cuales los agricultores se han visto afectados ya que, según ellos, el glifosato ha caído en sus tierras impidiendo el recogimiento de los alimentos.
Las denuncias se hicieron públicas una semana después de que el Director Nacional de la Policía de Antinarcóticos, Luis Fernando Támara, se reuniera en la ciudad de Popayán con los alcaldes de Argelia, Balboa, Patía y representantes de El Tambo; donde se concluyó que la comunidad no saldría afectada, declaración que no fue cumplida.
Cesar Augusto González, Secretario de desarrollo agropecuario y ambiental de El Patía- Sedam, asegura que alrededor de 191 familias habrían sido afectadas por las aspersiones, evidenciando pérdida de cultivos de pan coger como Café, Plátano, Maíz, Yuca, Cacao, Maní, Fríjol, Frutales, Caña Panelera, Huertas Caseras, Pastos y Bosques.
El alcalde del municipio de El Patía, Edgar Gómez Castillo, en reuniones con el Director Támara y otros mandatarios de la zona acordaron que ya no se realizaría riegos de glifosato, pero según el alcalde asegura que esa zona ya está perdida y que por más que entren los erradicadores manuales es imposible ya que la zona quedo convertida en “un terreno baldío” y que “la mayor preocupación ahora es el hambre que causada por la pérdida de estos cultivos, ya que los campesinos afectados tardarán en recuperarse”.
El pasado 17 de noviembre los agricultores, ya cansados de la tomadera de pelo por parte de los entes gubernamentales, se hicieron sentir y rumorando un paro regional en la vía panamericana le exigieron al Estado que asuma su responsabilidad.
En declaraciones a los medios el secretario de gobierno municipal, Segundo Enríquez, informó que los sectores rurales del municipio de Mercaderes fueron afectados por las aspersiones con glifosato que iniciaron desde hace tres semanas por parte de la Dirección Nacional de la Policía de Antinarcóticos.
Como respuesta a esta problemática, al menos unos ocho mil campesinos del sur del Cauca, entre ellos representantes de los municipios de El Patía, Balboa y Mercaderes, iniciarían en los próximos días un paro general exigiendo soluciones.
Pese a que esto solo es un rumor, los campesinos de la zona están dispuestos a realizar una gran marcha para exigirle al Gobierno Nacional que responda por la situación.
Recordemos que en El Patía se tiene ya un consolidado de 327.5 extensiones de tierra perdidas por la aspersión de glifosato.
Estas comunidades campesinas afirman que es tardía la llegada de la maquinaria para la erradicación manual de los cultivos.
La Policía Nacional Antinarcóticos comunica que el glifosato se liga estrechamente al suelo y, así, no es posible su lavado o que contamine el agua potable. Si por alguna razón entrara en un río, quebrada o caño rápidamente se adhiere a las partículas de tierra suspendidas en el agua.
A su vez las autoridades aceptan que cuando se hallan en las mismas zonas de aspersión cultivos de maíz, frijol u otro tipo, dichas plantas resultan afectadas. “También es claro que tener este tipo de cultivos ilícitos es violatorio de la ley vigente”, enfatizó.
En medio de esta marea de acusaciones, otra víctima, la cual no podemos ver pero si sentir, es el medio ambiente.
Rigoberto Gómez Cruz, doctor en química de la Universidad de Los Andes, dice que el impacto es mas por destrucción indiscriminada que no se requiere, es decir, que este producto, como lo hace saber el fabricante, es para aplicar específicamente a los sitios donde se quiere eliminar cierto tipo de plantas.
Según Gómez la recomendación que hacen los productores es que “la altura de los aviones que fumigan por aspersión no sea superior a los 2 metros con 50, y obviamente que el terreno este perfectamente delimitado” también asegura que hay que tener cuidado ya que esta sustancia “a lo que le caiga inhibe el crecimiento”.
El catedrático concluye afirmando que: “Definitivamente no es el método recomendado para hacer control de algún tipo de plantas en la selva o en las montañas de Colombia”.
Antinarcóticos sostiene que: “Las dosis de glifosato utilizadas en la fumigación de cultivos ilícitos son de bajo riesgo y toxicidad para la selva, la fauna silvestre y los peces”.
El territorio colombiano es considerado como uno de los países de América menos conocidos en lo florístico. Se ha estimado que posee entre 45.000 y 55.000 especies de plantas, que representan alrededor del 16% del total de las plantas que se encuentran en el planeta.
Esta es la hora y todavía se anda discutiendo este tema en cómo debe ser la forma de erradicar los cultivos ilícitos en Colombia. No importa cómo, cuándo o quien lo haga, lo importante es que lo hagan pero eso sí, que no sigan pagando los justos por pecadores.
Los narcos se infiltraron
EL gran problema de los últimos años es que estas organizaciones delictivas han logrado intervenir e infiltrar a grandes políticos y a las instituciones que imparten justicia en este país, esto ocasionó que en muchos casos se quedaran impunes homicidios y capturas hacia los jefes de cada cartel. Lo más grave de esto fue que llegaron a tener en sus manos al Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la inteligencia colombiana y que los bandidos de estos grupos sabían que movimiento tenía las Fuerzas Armadas de Colombia. Este fue uno de los peores escándalos que ha tenido el gobierno de turno.
¿Qué hacer para solucionar el problema?
La anterior es la pregunta del millón, pues existen varias soluciones que plantean expertos en el tema, pero que al momento de poner en práctica no es tan fácil desarrollarlas.
Para muchos la solución más efectiva y viable es la de legalizar la droga, con lo que se acabarían los problemas de mayor gravedad que tiene Colombia, como el del NARCOTRÁFICO, que es el principal detonante de la violencia y el conflicto armado en el territorio nacional. Pero ahí no paran las exigencias con que se debe acoger la legalización, luego de aceptar y aprobar este punto se tiene que integrar este aspecto como un inconveniente de salud pública, con el fin de llegar a tratar el tema de la adicción en un lugar especializado el cual el gobierno está en capacidad de proporcionar a cada ciudadano que lo requiera.
En cuestiones económicas sería muy bueno legalizar la droga, pues existiría más inversión extranjera, ya que los grupos delictivos poco a poco irían desapareciendo y al inversionista extranjero no le ocasionarían problemas de seguridad. Así el país llegaría a un nivel de desarrollo económico alto y se convertiría en fuerte competidor en el mercado internacional en aspectos agrícolas, minerales, etc.
En el concepto social, los más de 3 millones de desplazados recuperarían sus tierras y comenzarían una nueva vida sin temores y sin preocupaciones de que alguien venga a quitarles sus tierras o a matar algún integrante de su familia. Departamentos como Chocó, Valle; regiones como las Costa Caribe, la Costa Atlántica y los Llanos Orientales tendrían un gran desarrollo en todos los ámbitos.
Uno de los puntos más importantes, en estos momentos, es el de la pérdida de bosque natural por parte de las fumigaciones y por parte de la siembre de nuevo cultivos. Ya han intentando acabar con unas 80.000 hectáreas sembradas de coca, pero ha sido imposible y muy complejo el erradicar esta siembra.
La otra opción para acabar con este problema es el de fumigar hasta llegar a terminar todo tipo cultivo ilícito, en lo que existen dos maneras de acabar con estas siembra que son manualmente y fumigaciones por aspersión. Alfredo Rangel se refirió a este método de acabar con los cultivos y anotó “que esta última es una fumigación es muy efectiva cuando se realiza en las zonas planas, como lo llanos, pero tiene problemas cuando se realiza en zonas más complicadas, como en laderas lo que impide la eficacia de la fumigación y produce un ritmo menor de erradicación que de resiembra” .
El gobierno de presidente Álvaro Uribe ha desarrollado un plan en contra al cultivo y todo tipo de representación con la que se genere violencia. “Los cultivos han disminuido en los últimos años, en unas 180mil hectáreas que habían más o menos ocho años ahora se ha bajado a unos 80mil, y lo que es más reciente es la disminución de las toneladas de cocaína que se han decomisado en los últimos años.”
Finalmente se cree que la solución final debería ser que el gobierno siga persiguiendo a los actores armados y cuando sean capturados, y así juzgarlos con respeto, pero sin olvidar que fue lo que hicieron. También siguiendo paso a paso las diferentes redes de delincuencia que existe en nuestro país, esto con el fin de buscar la tranquilidad de los colombianos y así por fin llegar a vivir en una sociedad tolerante sin conflicto interno.
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