NN: Cuerpos rezables, numerables, pero nunca identificables
El nombre de NN, proviene del latín Nomen nescio, que significa desconozco el nombre, este término se utiliza para las personas que se han encontrado muertas en fosas comunes, o en alguna otra parte del territorio, y aun habiéndoles practicado exámenes de recolección de ADN, muestras de sangre, saliva, orina, semen, heces fecales y cabellos no se ha podido determinar su procedencia.
En el 2014 se elevó el número de personas no identificadas a 6.087, según la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas. En promedio desaparecen 19 colombianos al mes. Las localidades que más reportan estos casos son Suba, Kennedy, Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Bosa y Engativá.
No es lo mismo un desaparecido a un NN. Tienen en común que ambos se ausentan de sus vidas normales, sea por razón de conflictos armados, delincuencia juvenil, secuestro, temas pasionales e incluso políticos. Pero el primero se logra identificar, el segundo no, bien sea por que no existen registros de la persona o porque su condición cuando lo encontraron era deplorable.
Cuando los departamentos de investigación estatales como la Policía Judicial de la Policía Nacional, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), o el grupo de levantamientos de la seccional Bogotá de desaparición forzada, por parte de la Fiscalía General de la Nación, realizan la inspección técnica a cadáveres, inician diferentes técnicas para crear un proceso en la base de datos.
Existen diferentes redes de información en las cuales se pueden buscar los cuerpos hallados, una es el sistema de información, red de desaparecidos y cadáveres (SIRDEC), basada en datos de Medicina Legal, que agrupa tanto los cadáveres identificados, como los NN. Otra de los sistemas es el AFIS, que documenta internamente a la Fiscalía General de la Nación, en alianza con la Registraduria Nacional del Estado Civil.
Entre las más conocidas a nivel Nacional se encuentra el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA), donde se registran todas las denuncias según la ley 906 de 2004, y el CODIS, que es una estructura que planea expandirse de manera internacional, recolectando datos judiciales, criminales y naturales de la población en alianza con otros países. Por sus siglas en ingles Combined Dna Index System, se conoce como una unidad de Registro Nacional de ADN, dependiente de la subdirección médica de Medicina Legal.
Estos programas también pueden ser conocidos como bancos de perfiles genéticos, en donde se suministra la información de estas investigaciones, y para ayudar al proceso, se toma ADN del padre, o de la madre para poder establecer una afinidad de la identificación de la persona.
EL ARTE FORENSE
A la escena del crimen van diferentes especialistas, un médico, un fotógrafo, un balista, un dactiloscopista, que es el que realiza las tarjetas necrodactilias, entendidas como la toma de huellas de las manos y a su vez, pero menos frecuente quiroscopia que son las de las palmas de las manos, y pelmatoscopia que son las huellas de los pies.
Y no puede faltar el planimetrista, que es quien documenta todo lo que existe en el lugar de los hechos, describe los elementos, las personas, la posición del occiso, (muerto), la línea de tiempo de los hechos, narra la ubicación geográfica, el tiempo atmosférico, condiciones de luz, y sobre todo registra la evidencia oculta, todo esto mediante dibujos, datos, croquis, e interpretación del especialista y por ultimo pero no menos importante el químico y el odontólogo. A veces se encuentran sustancias que deben ser reconocidas por químicos, independientemente que sean alucinógenos, reactivos o fluidos corporales.
El arte forense se fundamenta en el método científico, en decir una buena observación, un buen análisis, un método de confirmación y validación de pruebas, confirmando así la hipótesis basada en la ciencia, esta es la definición por parte del Doctor Hugo Cárdenas Valdivieso, Investigador de la Fiscalía General de la Nación, área de Odontología e identificación de cadáveres y jefe de criminalística de la seccional de Cundinamarca.
El Estado tiene una figura que se llama la Inhumación Estatal, utiliza las llamadas fosas comunes, lugares donde las Alcaldías hacen el entierro de los cuerpos NN. Cada fosa debe contar con el registro del cadáver, el número de la fosa, el género, la edad aproximada y la fecha del acontecimiento. Esto sirve para crear las estadísticas gubernamentales del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), y de la secretaria de salud.
Sin embargo no se puede confundir con los enterramientos clandestinos, que son los que hacen las personas a sus seres queridos o también hacen los grupos al margen de la ley para ocultar de manera ilegal sus delitos y que no aparezcan de forma obvia en las investigaciones.
Anteriormente el Gobierno tenía una práctica en la que cada cinco años sacaban los restos de las personas y se ubicaban en osarios, no es tan común actualmente, pero se debían depositar en una fosa o bóveda individual y organizar muy bien los huesos al hacer la exhumación para que los osarios fueran fáciles de hallar y visitar.
LAS CIFRAS
Según Ovelio Ortega, Investigador de la Fiscalía General de la Nación, funcionario del área de Dactiloscopia, un 70% de los casos que llegan no logran ser identificados, ya que muchas personas en los campos, veredas y municipios de Colombia, no hacían la debida labor de ir a la Registraduría a sacar su cedula o sus correspondientes papeles.
Otro de los datos es que el 80% de las personas que desaparecen son hombres, esto se debe a que en la violencia, formando una estructura jerárquica, son más los hombres los que cometen estos delitos y combates que las mujeres.
1.436 cuerpos en el año 2009, fue el reporte oficial del Estado, pueden derivarse muchas causas, pero una de ellas es el conflicto, ese año fue el último periodo del ex-presidente Álvaro Uribe Vélez, y fue el período en que se dio a conocer a la luz pública todas las atrocidades conocidas como “Falsos positivos”.
Otras de las razones son el secuestro, las masacres, los magnicidios, genocidios y todas las matanzas que ha tenido que sufrir el país a manos de enfrentamientos, bien sea del ejército, grupos armados, delincuencia juvenil u organizada.
La Fiscalía General de la Nación en compañía con los medios de comunicación, tiene un estrategia para ayudar a los ciudadanos a encontrar a sus familiares y amigos, con comerciales incentivando que llamen para denunciar un caso, y cabe aclarar que el mito de las “72 horas después”, que es cuando se deben esperar tres días hábiles para reportar oficialmente un hecho no es cierto. Inmediatamente suceda algo se debe avisar.
Cuando se reportan a tiempo estos sucesos se puede evitar que lleguen a mayores consecuencias, activando de manera veraz el mecanismo de búsqueda urgente, dando aviso en las fronteras, el aeropuerto, el terminal, restaurantes y otros sitios públicos
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