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¡Llegó la hora de ganar!

La Selección Colombia logró clasificar a la semifinal de la Copa América, luego de doce años, en esta edición especial que sin duda para nosotros, es la oportunidad para la reivindicación. Pues, esta “Nueva generación» debe recoger lo cosechado por las anteriores con un título.

El partido contra el combinado peruano fue tal cual lo esperamos, los dirigidos por Ricardo Gareca fueron fieles a su ideología defensiva -Inusual históricamente- y neutralizaron a Colombia con facilidad, dejandonos preocupaciones puntuales: No se pudo asumir el rol de generador de juego. Colombia no consiguió colectivamente estar acorde a la expectativa, y sin duda alguna, el seleccionado nacional carece de alternativas en ataque.

¡Pero ganamos! Y he aquí el punto más importante, pues históricamente los equipos referentes logran de una u otra forma vencer ante la adversidad… A eso le llamamos jerarquía. Cualidad que se ha adquiriendo con el pasar de los años, y gracias a la gestión del argentino José Néstor Pékerman, al que yo le atribuyo ese mérito por encima de cualquiera.

Llegó la hora de ganar, señores. Es momento de materializar los grandes pasos que ha dado el futbol colombiano, en todas sus clases, pues en la última década nuestros equipos han sido protagonistas de los torneos más importantes del continente; Llegó la hora de que se le ponga la cereza al postre.

No vamos a ocultar las falencias que tiene el equipo de Pékerman, pues es claro que el factor individual sigue siendo fundamental en su esquema. Cuando James no anda bien, Colombia no anda bien, y lo peor: Ni Juan Guillermo Cuadrado, ni Edwin Cardona, tienen la personalidad de un líder.

No hay mejor escenario, es ahora. Colombia debe sacarse de encima los fracasos levantando esta copa, la número cien, de la competencia más tradicional del deporte de la magia, o mas bien en nuestro continente; El deporte, del amor propio.

Julián García Mejía
Editor Sección Deportes

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