EL KARMA EN LOS GENES: VIVIR CON ARTRITIS
Por: Laura Natalia Hernández Montes
—Uno trata de sacar fuerzas de donde no las tiene.
—Hay días en los que llego a la casa y no puedo hacer nada del dolor tan espantoso.
—Me da mucho mal genio porque me siento impedida. Me duele.
— Pero, ¿Qué más puede hacer uno?, nada… vivir con el dolor.
Es sigilosa, parece inofensiva y crece poco a poco hasta volverse en su peor enemiga y no, no es el camino hacia la muerte ni el inicio de una historia de terror, es la artritis.
¨Se me empezaron a dormir las manos en las noches y al otro día me amanecían inflamadas. Al principio no le presté mucha atención, pensé que era simple cansancio…¨, contó Diana Calderón.
Diana, hace pocos años superó los treinta, ¿Muy joven, verdad? Hace ocho aproximadamente, casi un año después de dar a luz a su primera hija, fue diagnosticada con Artritis Reumatoide (AR). Para aquel entonces tenía veintiséis años. Confundida con los síntomas pensaba constantemente en el cansancio del ajetreo que a diario vivía o en la incomodidad de algunas de las prendas que todos los días utilizaba.
¨Me empezaron a doler los pies para caminar, yo pensaba que eran los zapatos, los tenis, ya después me empezaron a molestar las rodillas. El proceso es lento. Pasó un largo tiempo, tres o cuatro meses, en los que me empezó a doler mucho la rodilla, ya no podía subir bien las escaleras, ahí me alarmé y fui al médico¨.
Según el reumatólogo Edwin Jáuregui, quien hace parte de la Asociación Colombiana de Reumatología y trabaja en la clínica Caire ¨La causa de la enfermedad no se conoce, se da porque se desregula el sistema inmune pero existen muchos factores que hacen que este falle como: infecciones, traumas, cirugías y el post parto…¨
Pero Diana no es la única que ha vivido este lento y tortuoso calvario. Según Harold Casas subdirector de Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia ¨Diversos estudios a nivel mundial han establecido que la prevalencia de AR está entre el 0,5% y el 1% sin embargo, un reciente estudio de prevalencia de enfermedades reumatológicas realizado en Colombia en varias ciudades, encontró que la prevalencia de AR para mayores de 18 años es de 1,49%, calculando para este 2018 un total de hasta 512.256 personas con AR, pero actualmente hay reportadas al 30 junio de 2016 en el primer reporte de la Cuenta de Alto Costo, 68.247 casos¨.
Como a muchos pacientes que recién llegan al médico con sospechas o expectativas de padecer algo pasajero a Diana le mandaron a sacar algunos exámenes de sangre y radiografías para, posteriormente, remitirla donde un internista que confirmaría ¨usted tiene artritis y a eso se deben sus fuertes y constantes dolores¨.
¨El diagnóstico de la AR es clínico y debe realizarse por un especialista en reumatología, una vez el médico general ha descartado otras etiologías de dolor o inflamación articular¨, comentó Casas.
¨Para poder diagnosticar a un paciente con artritis es importante que primero se manifieste el dolor con características inflamatorias¨, manifestó Jáuregui. En la AR las principales características son: la inflamación en las articulaciones, la rigidez de las mismas y el dolor.
Según la Guía de Práctica Clínica del Ministerio de Salud, todo paciente con sospecha de AR debe realizarse como mínimo dos exámenes que se denominan: Factor reumatoide y anticuerpos anticitrulinas, estos exámenes en conjunto se consideran la estrategia más costoefectiva para el diagnóstico. ¨De manera adicional, los criterios ACR/EULAR 2010 para el diagnóstico de AR, requieren la realización de VSG (velocidad de sedimentación globular) y PCR (proteína C reactiva) ¨, explicó Casas.
Diana empezó un tratamiento, como todo paciente de AR debe realizarse, con el reumatólogo ¨él me envió Corticoides y Metrotexato. Ese medicamento me hizo mucho daño. Me tenía que tomar una pastilla cada ocho días tratando de que siempre fuera a la misma hora. Me sentía muy borracha, me daban muchos mareos, sentía que todo se me movía. El cuerpo no lo asimiló¨, dijo Calderón.
Producto del daño causado en su cuerpo por el tratamiento al que estaba siendo sometida, el reumatólogo decidió cambiarle los medicamentos que le estaban siendo suministrados por Cloroquina, un fármaco utilizado para el tratamiento de enfermedades autoinmunitarias, como la artritis reumatoide, pero esa también la afectó, le agotaba la visión.
Con su tratamiento al parecer todo iba bien. Diana, aun teniendo en cuenta las contraindicaciones y efectos secundarios, tomaba con juicio sus medicamentos hasta un punto. ¨ Yo pensé que con los tratamientos uno iba mejorando y ya no sentía dolor y que le iban quitando los medicamentos progresivamente, pero no. Yo le dije al doctor, —entonces, ¿Cuándo dejo de tomar medicamentos?—, y él me dijo — ¡No! La remisión es tener una calidad de vida, pero ya es como si fuera una diabetes, una hipertensión que le toca seguir tomando medicamentos. La idea es mejorar la calidad de vida del paciente que tiene artritis—¨, contó, con una voz invadida de dolor disfrazado por la inconformidad al saber que su enfermedad ni hoy, ni mañana tendrá una cura.
Los principales objetivos de los tratamientos, según el Dr. Jáuregui, son:
- Quitar el dolor.
- Preservar la función de los pacientes.
- Impedir que las articulaciones se destruyan.
¨La función de uno como médico cuando tiene una persona con AR es tratar de que esas articulaciones, a pesar de que duelan, sigan funcionando y la persona sea útil¨, completó Juan Bautista Narváez, médico general de Colsubsidio.
Amplia es la población que sufre de AR. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la AR constituye un problema de salud pública. Según las estadísticas realizadas por la OMS, una de cada 10 personas padece de AR y cada año se diagnostican 40 nuevos casos por cada 100 mil habitantes.
¨El tratamiento para la artritis está garantizado por el sistema de salud, sin gasto de bolsillo para el paciente. Algunos medicamentos se encuentran en el plan de beneficios como: Corticoides, Metrotexato, Cloroquina, Sulfazalasina, Hidroxicloroquina, Leflunomida y otros que deben ser ordenados a través de Mipres (un aplicativo que el Ministerio de Salud y Protección Social desarrolló con el fin de mejorar el acceso a los usuarios que requieran servicios que no se encuentran incluidos en el Plan de Beneficios en Salud) por el reumatólogo¨, comentó Casas.
La AR es considerada una patología de alto costo en Colombia, sin embargo, el sistema de salud garantiza el acceso a los tratamientos que cuentan con la evidencia científica, no se incluyen medicamentos experimentales, es decir aquellos que son alternativos y no cuentan con el aval del Ministerio de Salud y Protección Social. Muchos pacientes, tal y como lo explicó Casas, que presentan el cuadro de Artritis Reumatoide tienen cubierto los tratamientos y medicamentos considerados en la guía de AR.
Altas son las cantidades de dinero, que si el sistema de salud no cubriera los tratamientos y medicamentos, los pacientes gastarían. Una caja de Metrotexato de 2.5 Mg Comprimidos en una caja x100 capsulas por ejemplo, en Farmatodo cuesta $269.800; La Hidroxicloroquina de 200 Mg x20 tabletas $115.900 y La Leflunomida de 20 Mg x30 tabletas $169.000, ¿Bastante, no? Y aunque parezca increíble son estos los mendicamentos, que dependiendo el caso, proporciona el sistema de salud, pero además de estos existen los medicamentos biológicos o biotecnológicos como: etanercept, golimumab, infliximab, etc, que según el reumatólogo Edwin Jáuregui el precio de estos oscila entre los 13 y 26 millones de pesos anuales.
Pero incluso en lugares distantes de Colombia esta enfermedad es bien conocida por no dejar la billetera en paz. ¨Acá los medicamentos para los pacientes con AR son más comerciales y fáciles de conseguir, por eso mucha gente de Colombia y otros países prefieren venir hasta acá y comprar los medicamentos que hay para la Artritis y otras enfermedades crónicas y hasta llevan para venderlas¨, contó la enfermera Cynthia García, quien acompaña algunos pacientes con AR y otras enfermedades en distintas ciudades de California, Estados Unidos.
¨Las drogas acá no son tan costosas, una caja de Tylenol, que son unas pastillas que ayudan para aliviar el dolor de las articulaciones cuestan como $17.00 US ($48.000 COP aproximadamente) en Walmart, pero el paciente debe tomárselas cada 8 horas, entonces $17.00 US a la semana pues van sumando y en realidad lo que más cuesta aquí son las terapias de rehabilitación y la visita de las enfermeras que dependiendo el hospital para el que trabajen o si trabajan solas cobrarían más de $30.00 US la hora, eso allá serían como casi $100.000, ¿no?…¨. Y si, son bastantes ceros y más si se tiene en cuenta que las visitas de la enfermera tienen que ser periódicas y el consumo de las pastillas frecuente, y que allá (EEUU) a diferencia de acá el proceso de una cita o terapia no dura una eternidad, pero el dolor es igual.
Volviendo al país, tal y como está estipulado en la Constitución Política de Colombia de 1991 en el Articulo 49. MODIFICADO. Art. 1. Acto Legislativo 02 de 2009. La atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del Estado. ¨Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud¨, es decir que toda persona, por lo menos en territorio colombiano, es digna de recibir un servicio de salud de calidad, ¿Si será así?
Diana, con enojo comentó que la espera para que pudieran agendarle una cita era molesta e inaudita. El programar la cita con un reumatólogo para que le controlara el proceso de su enfermedad fue imposible, así que se cansó y dejó a un lado el tratamiento que durante un año había realizado con la antigua SaludCop que, para aquel entonces, era su EPS. Diana ahora está afiliada a Famisanar.
Pero Diana Calderón no es la única que sufre esto. En Colombia a diario grandes cantidades de usuarios de las EPS e IPS son víctimas del sistema que a trabas alarga los procesos y seguimientos, que por ley, deberían ser atendidos oportunamente para garantizar un servicio de calidad y en materia de salud, una vida digna a sus usuarios.
Según un informe realizado por la Superintendencia de Salud y publicado en Pulzo ¨El top de las EPS que tienen más inconformes a sus pacientes lo encabeza Capital Salud, seguida de Cafesalud, ahora Medimás, la Nueva EPS, Famisanar y Salud Total. Lo que más genera malestar entre los afiliados son las demoras a la hora de que les asignen una cita con un especialista o subespecialista y la oportuna entrega de medicamentos…¨.
A nadie le gusta esperar y aunque para muchos es una tortura, les parece aún más peligroso no someterse al tratamiento, que aún con una evidente lentitud, le podría mejorar progresivamente la condición en la que se encuentra.
¨Es muy Importante tratar al paciente los tres primeros meses después de que comienza la enfermedad, si no lo tratas dentro de los primeros tres meses has perdido tiempo valioso, eso se llama ventana de oportunidad para el tratamiento de la enfermedad. En Colombia aún la gente viviendo en Bogotá no tienen el acceso a un reumatólogo porque las EPS se lo niegan o nunca hay citas y después no le son entregados los medicamentos que nosotros les mandamos¨, comentó Jáuregui.
Un paciente promedio asiste primero al médico general, que le manda a sacar exámenes de sangre seguidos de otros, si se evidencian anomalías, después, según el criterio del médico general el paciente es remitido al ortopedista o, si el caso es más extremo, al reumatólogo, que en una breve valoración de no más de 15 minutos le ordenará más exámenes, terapias, una que otra visita donde el fisiatra y el adquirir los medicamentos que proporciona el sistema de salud. Todo esto distanciado por intervalos de hasta 6 meses, sin mencionar, claro está, los controles, según el sistema, periódicos a los que debe someterse el paciente, pero que rara vez se logran por la falta de espacio en las agendas de los especialistas. Pero existen casos aún más extremos, en los que las EPS no tienen especialistas ¨propios¨ y remiten al paciente donde un externo. En este proceso la autorización es tardía y el espacio en la agenda de un especialista externo es todo un lujo que no muchos alcanzan a presenciar.
¨Yo siento que las terapias de las EPS no sirven para nada; porque primero te mandan con personas que tienen enfermedades diferentes. Uno solo va a que le enseñen como hacer los ejercicios y a todo el mundo le ponen hacer lo mismo ¿Cuál es el chiste entonces? Además, los medicamentos me los daba la EPS… y le daban a uno los más baratos¨, comunicó entre risas e inconformidad Calderón.
Además de ser baratos, según ella, le estaban afectando otros órganos vitales de su cuerpo, por ello Diana optó por probar otras alternativas para combatir sus dolores e inflamaciones.
¨En ese tiempo que dure sin ir al tratamiento intenté tomando cosas naturales como el agua de totumo. También asistí a una clínica alternativa que queda en Duitama, Boyacá donde me dieron unas pastas basadas en harpagofito, pero eran muy caras, cada sobre en Farmatodo costaba $120.000 (hace 7 años), adicional a eso tomé unas pastillas que eran traídas de Cuba o Venezuela. Acá no se consigue nada y si se consigue el precio es imposible de costear¨.
Ante la impotencia de tener que aceptar la enfermedad que la invade de dolor optó por automedicarse. ¨Uno tiende a automedicarse para combatir el dolor¨.
Corticoides, prednisolona, que ayuda un poco a controlar el dolor y la inflamación, acetaminofén, naproxeno, ibuprofeno, o diclofenaco, son algunas de los medicamentos que se autosuministran quienes sufren de AR para hacerle frente al dolor que en algunos días los mortifica más que en otros.
Sin embargo, en una publicación de la Agencia EFE en la sección de Salud, la OMS advierte que “Tomar antibióticos innecesariamente debilita su capacidad para combatir infecciones (O dolores) cuando estos sí son necesarios. Esto permite a las bacterias desarrollar resistencia a los antibióticos”, por lo que autosuministrarse antibióticos debilitará al cuerpo y construirá una barrera que no permitirá a los medicamentos combatir las distintas enfermedades.
¨Uno se cansa de estar tomando pastas, pero también uno se siente mal. Uno se vuelve resistente al dolor, aún sabiendo que le duele pero ya como que uno deja el dolor al lado y hace las cosas… porque ¿Qué más se puede hacer?¨, expresó Diana, para completar, porque en los días en que más le afecta la AR se automédica.
Pero grave error cometen quienes, como Diana, suspenden sus tratamientos. Los reumatólogos, en primera instancia, formulan fármacos modificadores de la enfermedad, estos ayudan a ¨controlar el dolor y la inflamación para que el paciente no se vaya a deformar. Por eso se le suministran medicamentos que deprimen el sistema inmune. Al deprimir el sistema inmune las células calman y dejan de estar peleando contra ellas mismas, de esa manera se logra controlar la enfermedad¨, explicó Jáuregui. Pero hay quienes hacen caso omiso a esto y se centran en únicamente aliviar el dolor de vez en cuando.
Una vez la novelista y poetisa francesa Marguerite Yourcenar dijo ¨Todo dolor al que uno se abandona acaba por convertirse en serenidad¨ y así pasa con las personas que, sin siquiera pensarlo, se volvieron presas de la artritis y terminan por acostumbrarse a los fuertes dolores, porque como dijo en reiterados casos Diana ¿Qué más pueden hacer? Además de esperar que sirva algún tratamiento al que son remitidos…
“¡Ay Dios mío!, pero ¿por qué a mí?” pensó cuando le dijeron que su enfermedad no tenía cura. “No pues ya ni modo, aprende uno a convivir con el dolor por falta de tiempo. Ya no se puede hacer nada¨, expresó Diana con desaliento.
La enfermedad la ha hecho presa de sí misma y la limita de sus quehaceres, hobbies y actividades que le llenan el corazón.
¨Cuando la enfermedad no está controlada me afecta. Por ejemplo, al comienzo no me podía ni mover bien, la movilidad es terrible. Tuve una época en la que yo no podía agarrar cosas pesadas, y todavía… Yo no puedo levantar con una sola mano las cosas, me toca con ambas. En mis manos ya perdí la flexibilidad¨, contó Calderón.
Pero más que el dolor que a diario la invade, le afecta el no poder dedicarle el 100% de su disposición a sus seres queridos. ¨Cuando uno está conviviendo con la familia, eso sí duele. Mi esposo es muy activo y a mí a veces por el dolor me da pereza salir, así que me quedo en la casa, entonces él es el que sale con las niñas al parque y comparte con ellas, eso sí le afecta a uno harto… jugar y compartir con la familia¨, comentó Diana con sus ojos invadidos de lágrimas. Es evidente que eso es lo que más duele.
¨Ojalá una persona que sufre de artritis reumatoide tenga la participación de una terapeuta física, terapeuta ocupacional y de un psicólogo, porque gran parte de estos pacientes tienen depresión ya que son generalmente jóvenes mujeres de 30 años… es gente que está en vida tanto sexual activa, como en vida productiva y laboral¨, explicó el reumatólogo.
Pero para Diana no terminan las cosas aquí. El que su enfermedad haya aparecido en una etapa temprana afectará a futuro su desarrollo y condición física. Hoy sufre, producto de los medicamentos que por su EPS fueron formulados, de anemia, complicaciones en su ciclo menstrual y un aumento progresivo de dolores en sus articulaciones.
Adicional a eso debe lidiar con el dolor que, en la mayoría de los casos, invade la más importante de sus herramientas de trabajo, sus manos. Calderón es cartógrafa de la Unidad Administrativa Especial de Catastro, entidad en la que se plasma la información de los bienes inmuebles y allí son fundamentales los planos y mapas.
Su familia, su trabajo, su cuerpo y su vida se han visto afectados por la AR. Diana debe asistir cada tres meses a controles con especialistas con el fin de revisar que su hígado, riñones y estómago no vayan a ser afectados por los efectos secundarios de las pastillas que actualmente consume.
¨Actualmente me tengo que tomar 3 o 4 pastas: sulfasalazina cada 12 horas, leflunomida y la hidroxicloroquina (una al día) y esas si me han ayudado…¨.
¿Una alternativa de la naturaleza para atacar la AR?
María Bello ha tomado todo tipo de cosas recomendadas por su doctora de confianza y una que otra amiga que sufre de fuertes dolores. Mezcla los medicamentos con bebidas naturales, Ensure, Yox, leche de almendras, bebidas que, según ella, suministran al cuerpo altas dosis de calcio y le permiten a los huesos y sus ¨uniones¨ fortalecerse un poco. Otras veces asiste con extremas molestias a la clínica para ser ¨torturada¨ con infiltraciones que alivian los dolores de la artritis máximo por 6 meses.
—Infiltraciones me han puesto en las manos y me han puesto en los hombros y en el codo…
—A mí solo en las manos.
—Con las de los hombros yo sentía que me iba a morir.
—A mí ya me han puesto dos veces, uno siente que la mano se levanta y tráquea y medio llora y dice “¡Ay, mi mano!”.
—Es con una aguja larga y gruesita que entra hasta la articulación.
—Sí, tú sientes cuando la aguja por allá toca el hueso o algo cercano.
—Pero el dolor es mayor cuando sueltan el líquido.
—La aguja. Meten la inyección, expulsan un poco el líquido, la sacan un poquito, la giran sin sacarla completa. Ellos van girando para mandar el líquido para diferentes partes.
—Yo no veo. Yo siempre agacho la cabeza.
Según la Actualización en Medicina de Familia ¨La infiltración es una técnica que consiste en la aplicación directa de principio activo en el lugar anatómico donde ocurren los mecanismos patogénicos de la enfermedad, con el objetivo de suprimir localmente la inflamación y con objeto de disminuir el dolor y acelerar la recuperación funcional¨. ¨Las infiltraciones se utilizan para manejar articulaciones inflamadas y dolorosas cuando son en particular una o dos, por el dolor¨, explicó el Dr. Jáuregui.
Es un proceso doloroso en el que, con una aguja, se inyecta la zona afectada ¿Pero si una aguja genera molestia y dolor en zonas ¨blandas¨ cómo será cuando ingresa directamente en una articulación?
¨A veces se demoran mucho en programarme las citas para que me autoricen las infiltraciones. El dolor es tan fuerte que tengo que tomar otras cosas para aliviar los dolores¨, comentó Bello. ¨Ya no sé qué más hacer, una amiga que hace ejercicios conmigo me recomendó la terapia de las abejas pero a mí me da miedo eso…yo me tomo uno o dos Ibuprofenos y el dolor se pasa por un rato ¨.
En distintas oportunidades en las que María camina por los pasillos de los distintos centros comerciales de Bogotá, su hija le compra Propóleo, un antibiótico natural que estimula las defensas frente a las infecciones y tiene numerosas propiedades terapéuticas para la salud y que, según ella, en ocasiones le alivia las molestias en su cuerpo en general.
*Angie, quien atiende un estante en el centro comercial Floresta con los distintos derivados de la abeja llamado ¨Girasol¨ recomendó para la Artritis el extracto de propóleo ¨Te tomas entre 15 a 20 goticas en medio vaso con agua y lo que va ayudar hacer él es a crear una capa protectora en los ligamentos y huesos para que no se sigan rozando y no se genere laceración en estas partes, ayudando también a que el dolor disminuya y vuelvan a recrearse los tejidos para evitar que más adelante se sigan dañando. Con este (El extracto de Propóleo) el dolor disminuye en dos o tres días. Cuesta $20.000¨.
En el caso de María, que el Propóleo que le regalaba su hija le calmara, en ocasiones, los fuertes dolores, no es casualidad.
El Doctor Andrés Jagua, Médico Cirujano de la Universidad Nacional de Colombia, miembro de la Sociedad Colombiana de Apiterapia, encargado del manejo integral de la artritis reumatoide y las aplicaciones de la apiterapia en el manejo de la artritis explicó que los productos, en general, de la abeja han sido beneficiosos para la salud a lo largo de la historia, en especial el veneno de la misma.
¨El veneno de la abeja es una sustancia muy completa y tiene más de 50 componentes diferentes, sin embargo la mayor parte del veneno está compuesto por un péptido que se llama melitina, ese es el que ejerce la mayoría de actividades farmacológicas del veneno. También está la dopamina que sirve para algunas cosas de la artritis y la dolapina que son proteínas que están también dentro del veneno¨, explicó Jagua.
Pero el veneno no hace parte de los productos que se consumen vía oral, ni de los que venden en los pasillos de los centros comerciales, el veneno hay que inyectarlo.
La apiterapia ¨es un sistema terapéutico que puede ser utilizado por todos los sistemas médicos complejos¨ y que pertenece a los terapias alternativas del sistema de medicina tradicional china.
¨La apiterapia se basa en el uso de todos los productos de la abeja con el fin de prevenir y tratar enfermedades¨, comentó Jagua.
Muchas personas desconocen la cantidad de beneficios que traen los distintos productos de la abeja y algunos, incluso, ignoran la existencia de la terapia que podría aliviarles fuertes dolores con sesiones de no más de 15 minutos.
Pero para diferir, el reumatólogo Edwin Jáuregui aseguró que ¨la apiterapia para pacientes con artritis reumatoide no tiene ninguna evidencia científica¨ y no sirve para el manejo de la misma. Sin embargo ya son varias las personas que han decidido someterse a la apiterapia y probar los ¨poderes mágicos¨ del veneno de las abejas. ¨No es una práctica que esté avalada por la guía de prácticas clínicas, ya que en el momento en el que se realizó la guía de práctica clínica no contaban con los estudios científicos que respaldaran los beneficios del veneno de la abeja¨, se concluyó desde el Ministerio de Salud y Protección Social.
¨A mí me da miedo eso, sí que lo pique a uno un bicho en tierra calienta molesta y duele ¿Cómo será una abeja pinchándolo a uno en las articulaciones? Yo no me le mido a eso¨, dijo Bello.
Según el Doctor Jagua ¨muchas personas no se someten al tratamiento por temor al dolor y molestia del pinchazo, la mayoría de pacientes que se someten a realizar el tratamiento es porque tienen enfermedades extremadamente severas en las cuales pues ya dicen —pues para el dolor que tengo no creo que me duela más la picadura que la aplicación del veneno—¨
¨La terapia a la que generalmente todo el mundo está acostumbrado es la inyección del veneno de la abeja, anteriormente se hacía con la abeja viva, ahora se extrae el veneno y se aplica a través de una inyección cualquiera. Uno antes cogía la abeja con unas pinzas y la ponía a picar, sin embargo eso tiene algunos inconvenientes, uno es que produce más alergias, produce infecciones en la piel y evita el control de la cantidad de veneno que se debe aplicar en el cuerpo de la persona¨, expuso Jagua.
Y en verdad el procedimiento pasa desapercibido como si se tratara de una inyección de cualquier tipo. La aguja es diminuta y la porción de veneno que se inyecta es reducida. El único efecto que percibe el paciente es que ¨al aplicar la inyección la piel se inflama como si lo hubiese picado un mosquito y se siente un pequeño ardor en la piel localizado en el sitio donde uno lo punza¨, explicó.
María Bello, intrigada por la apiterapia, le comentó a su hija sobre esta nueva alternativa que le curaría sus más fuertes molestias.
Pero esto no pasará, pues ¨La artritis es una enfermedad incurable dado que en los genes de la persona está el defecto que conduce a que el organismo, el sistema de defensas del cuerpo reconozca como extraña la articulación, como es un defecto genético una vez se dispara es imposible de curar, siempre va a estar ahí pero en esos casos buscamos tres objetivos terapéuticos 1. Reducir el dolor, 2. Reducir la inflamación articular que conduce a las deformidades que presentan estas personas y 3. Reducir la velocidad con la que progresa la enfermedad¨, expuso Jagua.
La avanzada condición de AR determina el número de sesiones que requiere un paciente y por ende el valor final del tratamiento. De 6 a 60 semanas tardaría un paciente en percibir los efectos positivos de la apiterapia y el precio de la terapia oscilaría entre los $100.000 hasta los $500.000. Más y más dinero, pero la calidad de vida no tiene precio.
Aunque existen alternativas un poco más económicas. En un pequeño establecimiento de medicina alternativa llamado ´DSolAroma´, venden medicamentos homeopáticos creados para combatir el dolor, ¨tenemos un aceite para aplicar sobre las articulaciones que son las zonas más afectadas por la artritis, el aceite de palo santo, este se extrae de una madera, es vegetal, no es cálido y alivia los dolores articulares, además su aroma relaja a los pacientes, por que para esa enfermedad lo único que se hace es aliviar el dolor¨, explicó Janeth, quien atiende el pequeño establecimiento naturista. Los medicamentos que venden allí para la AR cuestan en promedio $35.000 y ¨también se usan para mejorar el movimiento¨, completó.
Sin embargo, ¨el hecho de que las personas busquen terapias alternativas es un grave error. Las terapias alternativas hay algunas en la guía de práctica clínica que tienen un beneficio mostrado pero no para la actividad de la artritis sino para los síntomas asociados¨, explicó Casas.
¨La actividad inmunológica genera la inflamación y el dolor, pero la inflamación y el dolor son simplemente manifestaciones, el principal problema de la artritis es la actividad inmunológica que se presenta. Uno debe atacar esa actividad. Uno puede atacar el dolor, pero la actividad inmunológica seguirá creciendo por lo que al mediano y largo plazo se presentará un mayor desgaste¨, por ello las terapias alternativas, como única instancia, no siempre son la mejor opción.
La idea de mejorar los movimientos articulares y evitar que la actividad inmunológica crezca es simplemente evitar a toda costa el daño articular, cuyo único resultado es la destrucción de la articulación, lo que no deja otra opción que realizar reemplazos articulares.
¨Las medidas no farmacológicas de la AR son muy importantes¨: Edwin Jáuregui.
Al escuchar que alguien tiene una enfermedad crónica solo se viene a la cabeza cantidades infinitas de medicamentos, tratamientos, inyecciones, incluso cirugías que en ningún momento se detendrán.
En la clínica Caire, en la sala de espera, un lugar invadido de silencio y articulaciones inflamadas, la mayoría, por no decir que todos los pacientes que allí se encontraban eran mujeres, tenían tenis y ponían una mano sobre la otra, con la que constantemente se sobaban la mano que estuviera abajo, parecía un patrón. Pocas eran las que se movían sin dificultad, si no caminaban encorvadas, cojeaban, si no caminaban tan lento como se le permitiese para ingresar al consultorio de su respectivo reumatólogo.
Pero para un paciente con AR y en general con cualquier enfermedad ¨el tratamiento no es sólo farmacológico, las medidas no farmacológicas de la AR son muy importantes. Los pacientes tienen que aprender a comer, a cuidar su higiene, realizar ejercicio y a efectuar la rehabilitación¨, explicó Jáuregui.
Para la AR ¨ayuda mucho el disminuir la ingesta de carnes rojas que son derivados de las proteínas y esto se convierte en ácido úrico¨, comentó Narváez, médico general.
Para un paciente con Artritis, es fundamental una excelente alimentación. Alimentos ricos en Omega-3 benefician al cuerpo ya que estos reducen la posibilidad de que aparezcan las sustancias químicas que sin discriminación producen la inflamación. La vitamina D, por ejemplo previene la hinchazón y ayuda a disminuir el dolor y es fácil de encontrar en pescados y frutos secos.
Las alternativas de ¨Dietas¨ basadas en vegetales, pueden ser una alternativa peligrosa si no se conocen bien los componentes de cada alimento. La espinaca, la remolacha y otros, como no se esperaría, al igual que las carnes rojas, fritos y mariscos también aumentan la producción de ácido úrico, y esto produce sensaciones de debilitamiento articular, fuertes dolores, hasta hinchazón.
Los alimentos ricos en vitamina C también se tornan fundamentales en pacientes con AR, pues esta vitamina protege el colágeno (principal componente de los cartílagos).
Pero cuando se padece una enfermedad autoinmune no es necesario que el paciente vaya de un lado a otro con listas de lo que tiene permitido comer y lo que no, basta con que tenga claro que con una dosis de 200 mg a 500 mg de alimentos ricos en vitamina C y 1g de Omega-3 al día basta.
Y si, es importante comer bien, rico y saludable en la medida de lo posible, pero allí no acaban las medidas no farmacológicas.
¨Para los pacientes con artritis reumatoide es importante no realizar ejercicios de choque, como el trote, atletismo, basquetbol… porque normalmente esos deportes aportan a la destrucción acelerada del cartílago de la articulación. La natación es uno de los deportes que más se utiliza en ese caso porque no es de choque, es un ejercicio que es completo porque ejercita todos los músculos del cuerpo y a la vez no fuerza mucho las articulaciones¨, comentó Narváez.
Carlos, un entrenador de natación aseguró que ¨la natación es un deporte muy completo¨ no aporta únicamente a fortalecer la resistencia, agilidad, destreza y poner el cuerpo ¨lindo¨. La natación ayuda a ejercitar y fortalecer el cuerpo en general, pero con un beneficioso énfasis en las articulaciones.
¨En el agua uno no pesa nada, no hay gravedad, el cuerpo se relaja y no hay impacto en ningún momento¨, el agua es más densa que el aire y aunque poco se crea, allí se realiza mayor esfuerzo físico que fortalecerá gran cantidad del cuerpo.
¨Al nadar tú trabajas desde la punta de la cabeza a la punta de los pies. Las articulaciones se fortalecen porque son indispensables en cada ejercicio. En estilo libre que es el más sencillo y el que la mayoría de las personas conoce, es quizá el más completo, ¿por qué? Porque para avanzar y ejercer velocidad debe patear flexionando un poco las rodillas, ahí no se maltratan sino se fortalecen… si se doblaran mucho o se tuvieran muy rígidas si puede doler un poco, en especial la cadera, pero la idea es hacerlo bien, por otro lado en cada brazada se debe constantemente ¨rotar¨ el hombro y a su vez flexionar los codos para que el brazo entre de forma limpia al agua. Vez, se trabajan absolutamente todas las articulaciones¨, expuso Carlos mientras hacía una breve demostración.
¨Siento más movilidad y menos pesadez en el cuerpo. Cuando no nado mi cuerpo no está relajado, me siento más cansada, fatigada y con más dolor¨, dijo Eliana Montes, quien durante varios años ha practicado natación en el club La Colina de Colsubsidio.
¨Además de la natación una persona con AR debe estar haciéndole ejercicios a las articulaciones para evitar la rigidez¨, dijo la fisioterapeuta Liliana Rodríguez. ¨El hacer natación, ejercicios, mover las articulaciones suavecito, hacer, si se puede, yoga ayuda a liberar estrés y a bajar de peso. El sobrepeso es malísimo porque al ejercer tanto peso al cuerpo se lastiman las articulaciones especialmente las de la cadera y rodillas¨
Hay quienes dirán ¨esos son hábitos básicos que debe tener cualquier persona¨, sin embargo hay hábitos frecuentes en los pacientes que podrían afectar la condición, empeorar la enfermedad o incluso ¨activarla¨.
¨La artritis es una condición donde la persona ya tiene una susceptibilidad genética, sin embargo sí hay algunas condiciones que se han asociado con algo que se denomina gatillo o disparador de la artritis, como es el caso del tabaquismo¨, comentó Casas. Una persona con una predisposición genética a la artritis que fume puede generar que la artritis se manifieste más rápido o con más agresividad.
¨Otro gatillo para la artritis es la enfermedad periodontal, es decir las personas que tienen inflamación en las encías, sarro y distintas cosas a nivel dental, aunque se cree que no tienen nada que ver, es un disparador de la AR¨, completó.
Para tener cuidado y de ser posible evitar que enfermedades autoinmunes como la AR se produzcan o exageren, no hay excusas. Como dijo Jáuregui, la alimentación, el ejercicio, una terapia constante y la higiene son exageradamente fundamentales a la hora de hacerle frente al dolor e inflamación o si tiene la suerte, ¨hacerle el quite¨ a una enfermedad que a diario limita a una gran cantidad de personas.
La niñez con artritis no es un juego
Un día soleado, niños corriendo de aquí a allá, detrás de un balón, detrás de un perro y haciendo maromas, niñas saltando lazo, practicando gimnasia y jugando a ¨las cogidas¨, un espacio bastante normal ¿No es así?
Allí viene, te persigue y no puedes correr para evitarlo, pequeño(a). ¨La artritis idiopática juvenil (AIJ) Es un término que se utiliza para describir un grupo de trastornos en niños, el cual abarca la artritis. Se trata de enfermedades prolongadas (crónicas) que causan dolor e inflamación articular¨, se expuso en Medline Plus.
Al igual que la AR, las causas de su aparición, en especial a tan temprana edad, se desconoce. Es una enfermedad autoinmunitaria, donde el cuerpo ataca y destruye por error su propio tejido, un tejido corporal sano.
Ninguna enfermedad es justa. La AIJ se manifiesta por predisposición genética y se manifiesta por lo general antes de los 16 años, pero, y aunque es difícil de creer, los síntomas pueden manifestarse incluso desde los 6 meses.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Los Estados Unidos La AIJ se manifiesta de 4 formas distintas, unas más agresivas que otras: ¨La AIJ sistémica implica dolor o inflamación articular, al igual que fiebres y erupciones cutáneas. Este es el tipo menos común; La AIJ poliarticular compromete muchas articulaciones. Esta forma de AIJ puede convertirse en artritis reumatoidea. Puede comprometer 5 o más articulaciones grandes y pequeñas de las piernas y los brazos, al igual que la articulación de la mandíbula y el cuello; La AIJ pauciarticular compromete 4 o menos articulaciones, por lo regular, las muñecas o las rodillas. También afecta los ojos y La espondiloartritis en niños se asemeja al trastorno en adultos y a menudo compromete la articulación sacro-ilíaca¨.
¨Los casos de niños y jóvenes con artritis son los más difíciles de manejar porque entre más temprana sea la artritis tiene peor pronóstico¨ explicó Jagua.
Un niño que desarrolla en su infancia la artritis tiene un desorden genético más intenso que una persona que se diagnostica a los 60 y adicionalmente la inflamación sostenida de la articulación hace que ellos en promedio a los 30 años, si la enfermedad se diagnosticó a los 10 o 15, vayan a su primer remplazo articular (patino o plástico que duran entre 8 a 5 años) de la cadera o la rodilla porque la articulación se destruyó, ¨entonces en general siempre en chiquitos el pronóstico es más sombrío es más negativo. La enfermedad es más agresiva y más difícil de controlar¨.
Los niños diagnosticados con AIJ se ven obligados a no realizar actividades que con destreza pueden realizar niños de su edad. Los tratamientos de los niños tienen gran énfasis en las terapias, ejercicios y deportes de poco impacto.
En Colombia ¨el ministerio cuenta con una GPC para artritis idiopática juvenil que contiene las recomendaciones de la evidencia científica para la detección temprana, tratamiento, seguimiento y rehabilitación¨, comentó Casas.
La hidroterapia es una alternativa relajante a la que se someten algunos niños, en etapa de crecimiento, con AIJ para poder, con ejercicios bajo el agua (usualmente es agua tibia/caliente) fortalecer y relajar los huesos y articulaciones de los pequeños pacientes.
Un caso de una niña llamada Emily publicado en YouTube hacia el 2014, llamó la atención de más de 3.000 espectadores (Mucho, para aquel año). Emily durante años fue presa del dolor articular, fiebres altas, convulsiones, decaídas que hacían que fuera internada con frecuencia en el hospital, siempre sin un diagnóstico. Nadie sabía qué sucedía.
Emily, tras años de decaídas y constantes exámenes, fue diagnosticada con AIJ. Hoy, no puede dejar de tomar cortisona pues volverían las fiebres y con ello una caída peligrosa que comprometería algún órgano como el riñón, pulmón o hígado.
Esto, quizá entre líneas, hace ver que para muchos es normal caminar o correr, sin embargo a alguien más le genera un gran esfuerzo y dolor el intentar siquiera hacerlo.
¿La artritis tiene cura? Investigaciones.
La artritis es una enfermedad que se manifiesta por predisposición genética y aun, pese a los estudios, no se ha determinado una causa que indique qué produce la manifestación de la misma.
En Colombia se realizan investigaciones relacionadas con condiciones crónicas y no crónicas por parte de grupos de investigación adscritos a Colciencias en diferentes niveles, sin embargo dichas investigaciones aun no determinan el factor determinante que activa la enfermedad.
¨El Ministerio no ha participado directamente en el desarrollo de estudios de enfermedades autoinmunes. Hay que recordar que en medicina son muy pocas las condiciones «curables», por ejemplo algunas patologías transmisibles son autolimitadas o responden al uso de tratamientos médicos. Condiciones como la HTA, la diabetes, el asma, la epilepsia, la artritis, el lupus, entre otras, son de carácter crónico¨, explicó Casas.
La artritis no tiene cura, pero en el compromiso con los tratamientos que se realizan con fármacos y terapias, acompañados de un buen hábito alimenticio, actividad física constante sin impacto, niveles altos de higiene y estar distante de los factores ¨gatillo¨, podría mejorar el panorama.
Sin Comentario