Leereportaje

NARCOCORRIDOS Y DESPECHO, UN CANTO A TODO PULMÓN

Por: Laura Natalia Hernández Montes y María José Ruiz

 

A mí me gustan los corridos 
porque son los hechos reales de nuestro pueblo
Si a mí también me gustan
porque en ellos se canta la pura verdad
Pos ponlos pues
Órale ahí van

Soy el jefe de jefes señores
me respetan a todos niveles
y mi nombre y mi fotografía
nunca van a mirar en papeles
porque a mí el periodista me quiere
y si no mi amistad se la pierde

Muchos pollos que apenas nacieron
ya se quieren pelear con el gallo
si pudieran estar a mi altura
pues tendrían que pasar muchos años
y no pienso dejarles el puesto
donde yo me la paso ordenando.

 

Así, sin pelos en la lengua, cantan los famosos Tigres del Norte su gran éxito ¨Jefe de Jefes¨, acompañados por miles de seguidores que en cada concierto con el sentimiento a flor de piel, corean, gritan, sienten y hasta lloran aquellas canciones que borran divisiones sociales y trascienden fronteras, los narcocorridos.

Fuera de las sombras, actualmente los narcocorridos son un fenómeno musical que en América Latina y el sur de los Estados Unidos han catapultado, no solo el género, sino a grandes grupos como: Los Tigres del Norte, Los Tucanes de Tijuana, Dueto Frontera, el Potro de Sinaloa, Grupo Águilas del Norte, Los Huracanes del Norte, Los Troqueros y muchísimos más que a diario, a todo pulmón, le cantan al amor, al desamor, a los excesos y al narcotráfico.

Las letras de los narcocorridos, por si no fuera obvio, cuentan las hazañas, la emoción de vivir entre los excesos, la muerte y el goce de la vida de los narcotraficantes más famosos, que con pisada fuerte han marcado un hito cultural en las historias de los países sumidos bajo la violencia producto de la competencia por una vida ¨plagada¨ de poder y dinero.

¨Los narcocorridos nacieron en Sinaloa (México) como un movimiento underground, es decir que solo se escuchaba entre los locales… poco a poco este movimiento fue creciendo hasta alcanzar una fama a la que las estaciones de radio no se pudieron negar¨, contó Bryan Aguirre, cantante de corridos mexicanos.

Hace mucho esta música dejó de sonar únicamente en ranchos y cantinas, hombres, mujeres, jóvenes y hasta niños, sin importar su edad, condición social y nacionalidad, escuchan y cantan por igual los famosos corridos, que hasta quienes no son fieles fanáticos de estas bandas, en el espacio adecuado, también han de corearlos.

¨Los cantantes de narcocorridos disfrutan al cantar esto y a las personas les fascinan porque muestran las hazañas de los narcotraficantes que en contra de la ley han hecho¨, completó Aguirre.

Los narcocorridos son himnos, poco importa que sean canciones que hablen de cómo se cortan cabezas y trafican drogas, cuando la banda sube al escenario el público se vuelve loco y es poseído por las canciones.

Tal y como se expresa en el artículo de la revista transcultural de música TRANS, “Soy como tantos otros muchos mexicanos”, o de las características que comparten los protagonistas de los corridos de narcotráfico y de migración de: María Luisa de la Garza y Héctor Grad fuchsel los corridos son ¨signo de la muy estimada preservación de la identidad nacional y muestra de la dignidad de un colectivo “nuestro”, que reclama el reconocimiento de su valía. Pero si los corridos abordan  otros temas, como las luchas de movimientos sociales, las tragedias derivadas de condiciones laborales deleznables o bien fenómenos como el narcotráfico, las reacciones son menos entusiastas o están muy polarizadas, como en el caso de los corridos que hablan del mundo de los narcotraficantes o de otros personajes vinculados al crimen organizado¨.

Como se les llama en México, los antros están repletos de personas que no pueden dejar en casa el sombrero y la cartera con varios billetes verdes para gastar en tequila y cigarros. La gente se sabe desde la primera letra hasta la última de estas canciones que narran casi con lujo de detalles las más grandes, y para algunas personas, caóticas hazañas de los narcotraficantes, el surgimiento de los grandes capos, el cultivo y comercialización de la droga, el derroche de dinero en grandes proporciones, la ¨adquisición¨ de mujeres y lujos, hasta la captura o muerte de los personajes.

Estas canciones prohibidas, en un contexto como el de México muestran las dos caras de la moneda, pero en este caso se podría percibir más como un dado, por las miles de opiniones y perspectivas que giran en torno a este fenómeno que se encuentra, comercialmente, en un gran momento.

¨Los narcocorridos tienen una función social, cuentan a la gente que pasa con los narcos. Estos pueden tener muchos lujos, autos, casas, mujeres y fiestas, por todo el dinero que consiguen, pero por esto los narcos pagan un precio muy caro, que sería la libertad… los narcos siempre tienen que estar atentos y escondidos. Básicamente ser narco no tiene salida, o te matan o te llevan para la cárcel¨, comentó Oscar Fernández, cantautor mexicano.

¨Escuchar narcocorridos no te hace mal mexicano ni mala persona, los corridos muestran de dónde venimos, que somos de pueblo y lo que nos gusta¨, dijo Aguirre, sin embargo hay quienes consideran que la popularidad de estas piezas musicales representan un peligro para la sociedad, por fomentar a que los jóvenes consuman, posiblemente, drogas o exageradas cantidades de alcohol y a que busquen el camino de la vida fácil.

Aguirre afirmó que ¨Un corrido muestra las hazañas de cierto personaje al cual se le dedica. Mucha gente toma lo bueno del corrido, es decir que toman los buenos consejos, por ejemplo el Chapo Guzmán tiene miles de corridos en su honor, pero citaré uno que dice ´De niño vendía naranjas, allá por la sierra nada más para poder comer, nunca se avergüenza de eso, al contrario dice que fue un orgullo para él´ esto simplemente muestra la humildad del mexicano y cómo a pesar de la pobreza que tenemos en nuestros pueblos podemos llegar a tener lujos si trabajamos y seguimos nuestros sueños¨.

¨Yo odiaría que mis hijos escuchen ese tipo de música que muestra a los grandes delincuentes, como grandes héroes. Debería prohibirse la comercialización de esa música que solo hace alusión a drogas y sexo¨, señaló inconforme Martha Uribe, quien es madre de familia de un pequeño niño que se está formando musicalmente en una academia de Bogotá.

Efectivamente hay quienes, sin analizar las demás piezas musicales de estos famosos grupos, consideran que el contenido, que a lo largo de su repertorio presentan es ofensivo e influencian mal a la sociedad.

Durante varios años en ciudades de México y algunos países latinoamericanos, como Colombia, se promovió la implementación de leyes que prohibieran la transmisión por radio y televisión de música que hiciera alusión al narcotráfico. ¨Pese a estar satanizadas estas canciones en el discurso oficial y su difusión expresamente prohibida en algunos estados, con la intención de que no se les programe en las radiodifusoras, que no se organicen bailes masivos ni se escuchen en bares y cantinas¨ dijo Elmir Olivares en el artículo ¨Narcocorridos, gusto que va en aumento¨ del periódico La Jornada.

En Sinaloa, según la revista TRANS, el gobernador de turno, Mario López Valdez, modificó la  “ley de alcoholes” para impedir  la difusión, interpretación y reproducción de música que “enaltecen a criminales” en restaurantes, centros nocturnos y bares.

En México ¨cantas y te inspiras nada más de estar un día en la tarde en el rancho con tus caballos, escuchando la gente y conviviendo con tus paisanos (Amigos) ¨ comentó Aguirre. Casos así son los que demuestran que de puertas para afuera quizá se promueva que este tipo de música deje de circular, pero situados en el contexto y pasión mexicana, es casi imposible.

Los corridos nacieron en los ranchos para demostrar que ¨el pueblo es la voz¨ y se usan ¨para reclamarle a los políticos lo que el pueblo está viviendo y lo que la pobreza los está llevando hacer¨, por ello cualquier intento de prohibición será difundido en vano. Los corridos de lleno, se dan en el pleno furor mexicano, en los ranchos, con la familia y en el pueblo… Además, ¿Qué lo prohibido no es lo que más vende?

Con cuerno de chivo y bazooka en la nuca 
Volando cabezas a quien se atraviesa
Somos sanguinarios, locos bien ondeados
Nos gusta matar

***

Van y hacen pedazos, a gente a balazos 
Ráfagas continuas, que no se terminan
Cuchillo afilado, cuerno atravesado
Para degollar 

 

¨Aunque el género ya no sólo aborda lo alusivo al narcotráfico, sino a otras actividades del crimen organizado como el secuestro, la extorsión, la decapitación y el descuartizamiento de los cuerpos de sus víctimas. Alentaron a la industria, porque, como suele decirse, lo prohibido vende y la industria musical y del espectáculo ha puesto un empeño notable en vender lo prohibido¨, mencionaron de la Garza y Grad fuchsel en su artículo.

¨Las personas tenemos un código ético que seguir. Iniciar desde niños a escuchar música sin ética puede ser perjudicial¨, afirmó Yoel Betancur, cantante y guitarrista. ¨La música refleja lo que se vive ahorita, es decir que esta música está promoviendo demasiado libertinaje. Escuchar esta música no es malo, pero se podría modificar por contenidos que posean un margen de límite¨. Aunque el libertinaje no se promueve únicamente mediante las canciones de estas bandas, también se ve la cultura del narco a flor de piel en telenovelas y demás medios.

Y es que la difusión tiene que ver con los medios de comunicación en la venta y promoción de un estilo de vida que resulta fácil y agradable para algunos. La cultura del narco es una cuestión de decisión ¨el público dice otra vez narcotráfico y prostitución, otra vez vandalismo, guerras y traquetos… pero la ven, las producciones elaboran lo que la gente consume, igualmente pasa con la música¨ recalcó el actor Julián Beltrán, quien personificó a ¨Pipe Cortadas¨ en ¨Sin Senos Si Hay Paraíso¨.

¨Nuestra vida está rodeada de música, o sea que si podemos adquirir ciertos comportamientos¨, aseguró Betancur, quien también dijo que ¨la música influye directamente en nuestra formación integral¨.

¨Esa música es basura, además de incitar a los jóvenes a vivir la vida loca, quienes cantan esto no tienen ninguna formación o afinación¨, manifestó Uribe indignada por cada vez que escucha ese tipo de canciones en las calles.

Entre violines, violas y llamativos violonchelos Felipe Palacios, intérprete de música clásica opina que ¨Los narcocorridos hacen parte de la música popular que se vienen practicando por fuera de la academia. Son importantes porque son una expresión de la sociedad y del momento económico, social y político determinado… no me parece que no sea música, ni que sean basura o un fragmento desechable del arte, es música porque es una expresión¨.

El solfeo en la música clásica es más que necesario para poder consolidar las mágicas melodías que la técnica permite, mientras que los corridos ¨Musicalmente hablando son muy básicos, tienen dos acordes, dos progresiones que se repiten constantemente una y otra vez y un bajo que es repetitivo. Es muy sencillo, a eso se debe el éxito, porque la melodía es fácil de asimilar y se queda en tu memoria con más facilidad¨, contó el músico.

Para algunos, el éxito de los narcocorridos se debe a la sencillez de su melodía, mientras que para otros el cantarle a lo prohibido es el factor crucial para que este fenómeno musical se propague como la niebla.

¨Los músicos populares no se forman en la academia, son empíricos, no hay técnica vocal, no desarrollan una sensibilidad auditiva, ni una conciencia estética de lo que están haciendo¨, explicó Palacios.

¨Yo empecé a cantar y tocar corridos por la influencia de mi familia en México. Mi abuelo era guitarrista y tocaba corridos, de niño cantaba con él y ahí le agarré el gusto a la música¨, aseguró el cantautor mexicano Óscar Fernández.

¨Musicalmente nuestro oído tiende a atraerse hacia las cosas sencillas, y los corridos tienen una estructura musical muy fácil de digerir, por ello la gente escucha más música popular que clásica. La popular tiene unos patrones rítmicos que hacen que guste, además siempre va a pegar más la canción que tiene contenido prohibido porque este representa liberación¨, mencionó el guitarrista, efectuando una breve demostración.

¨Con los narcocorridos los carteles han buscado inmortalizarse y crear una falsa ilusión del mundo ilegal en el que ellos mandan, porque muchas veces los mismos narcos son los que mandan a componer los corridos, para que la gente los conozca y les tenga miedo¨, dijo Fernández.

Con escenarios plagados de luces, gran presencia escénica y cero sobriedades en los atuendos, los cantantes de lo prohibido le apuntan al desmesurado éxito que los persigue producto de su dedicación, de sus ritmos pegajosos y de ir contra corriente con las temáticas de sus canciones.

¨Los cantantes de corridos llenan estadios. Por ejemplo Los Tigres del Norte hace unos años llenaron el estadio Azteca porque balancean con música de amor, de odio y narcocorridos para satisfacer el gusto de todos los asistentes. Lo ilógico es que esos conciertos son muy costosos, la gente todo el tiempo se queja que no hay chamba (trabajo) ni lana (dinero) pero si compran los tickets más caros. Pero bueno, esa es la lógica del mexicano, primero el amor por la música¨, explicó entre risas Aguirre.

 

Música prohibida que no distingue género ni clase

Hace no más de 5 años, en Colombia, cuando usted se subía a una buseta o un taxi, los conductores de los medios de transporte público ignoraban por completo los gustos musicales de las masas o individuos que en sus vehículos transportaban. Corridos prohibidos, música de despecho y carranga retumbaban las latas corroídas por el tiempo y sueltas por el constante impacto al coger los cráteres que en el piso de las principales vías inundan lo que debería ser una superficie plana y recta.

Muchas personas por la necesidad de un medio de transporte tenían que soportar esta música, así no fuera la primera opción de su repertorio.

En países como Colombia y México, donde evidentemente el patriarcado desempeña un papel fundamental, se tenía la percepción de que quienes podían escuchar y corear estas canciones eran los hombres, de estratos que no superaban el 3 y que la mayoría de las veces estos ya eran de edad avanzada. Usted nunca veía jóvenes o niños cantando este tipo de música y mucho menos personas de ¨estratos altos¨.

En México los corridos nacieron en los ranchos, en Colombia solo hacían presencia en pequeños pueblos, donde no generaban mayor trascendencia, pero la música puede romper barreras y llegarle a las masas tal como lo quiera.

Se tumbó el muro que dividía lo que podían escuchar las personas y qué no. Hoy mujeres, hombres, jóvenes y niños sin importar si son de estrato 1 o 6 cantan a grito herido las canciones que antes sólo pertenecían a un tercio del país.

La música siempre ha acompañado los trayectos por la ciudad. Hoy, Uber brinda a sus usuarios un servicio de transporte privado, y según las críticas de las personas, en este medio se enfocan más en la ¨atención al cliente¨, factor en el que no hacían énfasis los conductores de buses y algunos de taxis. En Uber le preguntan qué música quiere escuchar, si la temperatura para usted es agradable, entre otros servicios.

Al hablar de la música popular en los medios de transporte, se haría alusión a taxis y buses. La música ha derrumbado tantos estigmas y barreras existentes que Alirio, un conductor de Uber, amable él, no se avergüenza de sintonizar en el radio de su carro corridos prohibidos. Presta un excelente servicio y es un muy buen conversador.

¨A mí me gustan mucho estas canciones por el ritmo y algunas por que las letras, son interesantes y entretenidas¨, dijo Alirio. ¨A veces se suben señoras que me piden que le cambie o que le baje al volumen, yo lo hago por respeto al servicio, pero cuando se bajan pongo otra vez mi música a todo volumen… que tal uno trabajando todo el día solo y aburrido, no, la música lo acompaña y lo entretiene a uno, para eso está¨.

 

A mí me apodan el perro
Y mi patrón es Carlos Castaño
Soy muy bueno para el tiro
Y no hay forma de negarlo
Vengo desde Montería
Y no lo niego, soy un paraco.

Ahora me toca a mí el turno
(El otro le contesto)
Mi patrón se llama tiro fijo
Y me apodan el camaleón
Soy guerrillero de las FARC
No se imagina con quien se metió.

Se formó una gran balacera
De dos hombres de diferentes mandos
Esta historia fue en el sur de Bolívar
Allí quedaron dos hombres tirados
Y aquí termina el corrido
Del guerrillero y del paraco.

 

Son estas las últimas estrofas del corrido prohibido del cantautor Uriel Henao ¨El corrido del guerrillero y el paraco¨ canción que sonaba en el Uber y que entre dientes cantaba su conductor. Este corrido ambienta una historia en la que dos hombres de diferentes mandos coinciden en una cantina en la que entablan una conversación, sin saber que aquella acción sería un fácil saludo a la muerte sin estar en un campo (abierto) de batalla.

En México le cantan a los narcos y a su guerra. En Colombia por su parte a los principales autores del dolor de un país entero. Guerrilleros, paramilitares, uno que otro narcotraficante, como Pablo Escobar ¨El capo de capos¨ y ¿Por qué no? algunos políticos que han sido autores de graves capítulos en la historia del país.

¨Un corrido se hace de las historias que uno escucha, de las historias que se escuchan en las calles y de lo que el pueblo va viviendo¨, afirmó Aguirre, un intérprete de corridos que ama lo que hace y no duda en defender la música que lo ha ayudado a salir adelante. ¨Muchos de los corridos se basan en lo que el pueblo vive, en lo que el pueblo ve y de lo que el pueblo ya está harto. El pueblo es la voz y los corridos se hacen para que este sea escuchado¨.

Colombia durante más de medio siglo ha estado sumida en mares de sangre y brumas de violencia. ¨Los corridos son historias y siempre tiene un marco de referencia¨, mencionó Aguirre. Estas canciones narran palabra a palabra y estrofa a estrofa el cómo los personajes, ya conocidos, surgen desde las sombras, realizan sus actividades al margen de la ley y como afectan o benefician a la sociedad en la que este se sitúa.

Mientras en pueblos y en ¨el monte¨ se desangran en una guerra sin fin y se lloran las víctimas que pintaron el suelo de rojo, en ferias, fiestas y cantinas se baila al son de la industria que factura millones.

 

El gran fenómeno de Colombia: La música de despecho

¿Qué colombiano al día de hoy no ha cantado ni una sola vez una canción de Darío Gómez, Las Hermanitas Calle, Luis Alberto Posada, Galy Galeano, Giovanny Ayala, Pipe Bueno o Alzate?

En la calle 45 en Bogotá, en un segundo piso está ubicada una pequeña cantina a la que llaman ¨Pola litro¨, para subir hasta allí tiene que pisar firme y no alarmarse por la tembladera de los escalones. Desde la calle se escucha como hombres y mujeres entonan algunas canciones de desamor, que cantan como si de eso dependiera su vida.

¨Pola litro¨ tiene una capacidad aproximada para un centenar de personas, pues posee en ella 23 mesas en las que cómodamente se pueden sentar a cantar, conversar y a compartir cerveza y uno que otro ¨guaro¨ 4 personas.

Una rockola de póker y las montañas de petacos decoran el lugar. Un hombre con una faja industrial para cargar peso entra constantemente de a 4 petacos de cerveza al lugar, mientras entona las canciones que allí suenan, como si fuera un himno de su trabajo.

Una, dos, tres, y hasta 27 botellas de cerveza hay en cada mesa. Las botellas, como si fueran Diosas son elevadas hacia el cielo cada vez que las personas del lugar sacaban de lo más profundo de su ser la fuerza para cantar los coros de la canción ¨Maldita traición¨ de Alzate.
Maldita traición que me hace beber esta copa de odio, de sangre y rencor; no quiero beberla, pero este dolor me obliga a tomarla. 
Que feo se siente ver a tu mujer en brazos de otro que dice querer, quisiera frentiarlo y hacerle pagar por lo que me hizo.

Acompañe amigo en este dolor, sírvase un trago a mi favor, no me deje solo con esta botella, ella se fue y de mí se burló.
Lo más triste es que la amo, yo la sigo amando y si quisiera odiarla, no lo puedo hacer; mil razones yo tengo hoy para
olvidarla, pero el corazón no quiere ceder.

 

No eran aun ni las 2 de la tarde y el lugar estaba lleno. Una pareja atendía el bar, pasaban las cervezas, cobraban y daban el paso para que las personas que estuvieran allí pudieran programar las canciones que quisieran.

En otra época, solo hombres con barrigas prominentes que se dejaban dos o tres botones de arriba de las camisas sin abrochar estarían en ese lugar, posiblemente, pasados de tragos. Hoy, con más libertad y ganas por compartir un buen rato, muchachas, mujeres, jóvenes y uno que otro ¨gordito¨ de antaño que aún prevalece en su hábitat comparten el espacio y realizan exactamente la misma actividad sin ningún tipo de limitación por el género, la edad y su posición social.

Ese mismo ambiente se vive en las ferias y fiestas que se celebran anualmente en los diferentes pueblos de Colombia con algarabía y furor. ¨Yo procuro siempre conseguir agrupaciones que con su música pueda hacer felices a los de mi pueblo¨, contó el Alcalde de Guepsa- Santander Juan Erneth Ruiz, ¨Si a los del pueblo les gusta cantar y tomar pues toca traerles lo que les gusta, para que disfruten. Para eso son las fiestas¨.

Usualmente a las ferias se llevan a los grandes artistas del momento, esos que llenan plazas por el hecho de que las masas quieren cantar fuerte las canciones que están de moda.

Organizar unas ferias no sale nada económico, pues además de los artistas y la logística de los mismos, los pueblos tienen que alquilar la tarima y dotarse de gran cantidad de trago y comida. ¨Pipe Bueno, cobra 50 millones; Paola Jara, 45 millones; Jhon Alex, también 45 palos y Jessi Uribe 25 millones. Nosotros desde la Alcaldia no gastamos plata en trago, el trago lo pone el que quiera vender y la tarima cuesta aproximadamente 20 millones, depende lo grande que se necesite¨, dijo Ruiz.

Los medios como la radio y la televisión, a lo largo de los años han sido los encargados de difundir este tipo de música. Radio1, con su lema ¨Que escucho mucho, Radio1 la de uno¨, fue la principal promotora para que en las casas y automóviles se sintonizaran los pegajosos temas que a unos ponían a cantar y a otros a llorar.

El show de las estrellas de Jorge Barón en cuanto a conciertos y televisión era el encargado de engrandecer las nuevas voces que para aquella época surgían. ¨La patadita de la buena suerte¨ que Jorge Barón les pegaba a algunos artistas como: Sandro, Leonardo Favio, Rocío Dúrcal, Celia Cruz, José José, Vicente Fernández, Yuri, Darío Gómez, Jhon Álex Castaño, Joe Arroyo, Diomedes Díaz y Gustavo el ‘Loco’ Quintero, entre otros, fue quizá la señal de que en algún momento del trayecto, estos se convertirían en grandes iconos de la industria y en ¨Reyes¨ de sus respectivos géneros.

Darío Gómez, por ejemplo, llenaba plazas, durante fechas especiales como el Día de la Madre, en el que todas salían de casa con sus parejas o amigas para ir a cantar con ¨El Rey del despecho¨. Siempre elegante, muy bien puesto y peinado, Darío Gómez, empuñaba su micrófono en la mano derecha y un pequeño vaso con whisky en la izquierda. A dichas plazas, poco se acercaban los jóvenes, pero con el paso del tiempo esto ha cambiado. Es todo un icono del estilo popular y no existe una sola alma que no cante ¨Nadie es eterno en el mundo¨ como si hoy sentenciaran su partida con sentimiento.

La música de despecho no es solo un género de música más que hay por ahí, hoy es todo un fenómeno de gran magnitud. Artistas nuevos y frescos como Pipe Bueno, Jhon Alex Castaño y Jeisson Jiménez inundan estadios, bares dedicados a esta música y eventos variados.

¨Estos artistas pegan más porque, en primer lugar son unos ´papacitos´ y eso hace que las muchachas vayan a verlos y porque han tenido muchísima más publicidad que los artistas de antes… los de antes son buenos pero solo salían en los programas de esa música, mientras que artistas como Pipe Bueno suenan en los radios, en las propagandas, en programas de entretenimiento y en las redes sociales¨, afirmó emocionada Anyi Ariza, quien es fiel a esta música.

Pipe Bueno por ejemplo, con más de 800.000 suscriptores en su canal de YouTube ha logrado alcanzar en cada una de sus canciones más de 70 millones de reproducciones.

Pero la popularidad de este género, actualmente, no se debe únicamente a las caras jóvenes y bonitas que representan la música popular colombiana. Las mujeres ya han tomado con firmeza el micrófono y le han puesto una voz femenina al despecho.

Hace pocos años, ¨ha ido surgiendo una generación de mujeres que estamos haciendo música popular y poniéndoles voz a las mujeres en la música, contando las historias femeninas, viendo desde otro ángulo las historias de amor y desamor de una mujer¨, comentó Olga Valkiria cantante de música de despecho.

¨Hemos avanzado al  ponerle voz a las historias para encabezar los carteles musicales… Nunca había pasado que una mujer fuera las más importante dentro de una presentación de música popular y eso lo hecho Francy Elena, Arelys Henao y Paola Jara¨.

Durante años quienes prestaban atención a las letras de las canciones de despecho notaban en ellas gran contenido machista que reducía a las mujeres a objetos o no las bajaban de ser ¨unas cualquieras¨.

¨Hay hombres que son muy radicales, las letras se viven de acuerdo como vives, y el machismo está en la cultura lastimosamente¨, dijo Valkiria.  ¨Las mujeres podemos a través de nuestras letras cambiar un poco el rumbo del machismo que hay en la música¨, sin embargo la música popular, es diversión, entonces uno tampoco pretendería volverse un líder en los derechos de la mujer, porque no es nuestra misión¨.

Pese a esto hay mujeres que con su música han querido tocar el alma y generar un cambio, con temas sociales en sus canciones, como el maltrato a la mujer. Arelys Henao ¨La Reina de la música popular¨ ha sacado  una canción titulada ¨Mujeres no debemos callar¨ que invita a hacer valer sus derechos y proclamar una vida digna.

Las mujeres intérpretes de la música de cantina buscan romper una barrera. ¨Aún existen muchos estigmas por ser cantante, mujer y de popular. La mayoría de mujeres que tienen éxito en la música popular nunca tienen escote… es para evitar que te juzguen, buscan que se vea más el mensaje de las canciones que la imagen y no estoy de acuerdo con esto, uno se puede vestir como se le dé la gana sin importar los comentarios de la gente¨.

Antes había muy pocas mujeres en este género musical, estaba Helenita Vargas por ejemplo. Ella tuvo que enfrentarse a una época más machista…

Olga Valkiria es la fundadora y presentadora de ¨El show de Valkiria¨ emitido por Cantinazo TV, allí asisten los principales y más polémicos representantes del genero del despecho. Ha tenido la oportunidad de compartir escenario y de invitar artistas como Jimmy Gutiérrez, quien ha sido muy polémico por las letras de sus canciones, que de una forma poco indirecta imparten machismo.

Pa´ chupar guaro 
soy buen gallo
pa´ putiar soy un perrazo
le tumbo la hembra al que sea
me doy plomo con quien sea
harto whisky lo que sea
y a ningún re malparido
le pido para gastar
entonces por qué hijueputas
una cuerda de mantecos
chichipatos me critican

 

Valkiria con un poco de recelo y con obvio respeto hacia los invitados de su programa, reafirma que la música del despecho pertenece a la industria del entretenimiento. El mencionar a las mujeres y el presentarlas de formas vulgares en sus videos solo ¨muestran la belleza de la mujer y eso se hace en todos los géneros musicales¨.

La mujer en materia de libertad ha logrado grandes cambios ¨antes una mujer nunca entraba a una cantina, ahora hombres y mujeres cantan juntos sus canciones¨ sin embargo, hablando de los videos musicales que tienen las canciones de la música de despecho, ¨la mujer como objeto de seducción sigue siendo un recurso creativo inevitable¨ explicó el publicista Roger Acosta.

Hombres mayores, llenos de cadenas de oro, pistolas, camionetas lujosas y casas esplendorosas ambientan los videos musicales, jamás el cantante puede aparecer solo, siempre deben estar a su alrededor al menos tres mujeres que frio han de sentir por la poca ropa que llevan puesta. A las mujeres les lanzan dinero o las insultan durante la canción.

La mujer en estos videos se ve cosificada es decir, reducida a un simple objeto sexual. Y aun así niños y hasta niñas, sin entender bien el mensaje, cantan fuerte las canciones de estos intérpretes.

¨Me gustaría que una niña de 6 o 7 años cante mis canciones, la última que pronto lanzaré las va a motivar a cumplir sueños y no a no crecer esperando que las mantengan siempre¨.
Me doy mis gusticos para eso trabajo

De lunes a viernes y de sol a sol

Y no necesito de un galancito

Que invite esta noche pues hoy pago yo

***

Me gusta la gente que vive la vida

De alma sincera un buen corazón

Y no me conquista una camioneta

Si me gusta una me la compro yo

 

¨Quiero que mis letras empoderen a las mujeres para que no se queden siempre sumidas en el despecho. Todo se puede decir con poesía, así sean cosas duras… pero depende del estilo¨ expresó Valkiria.

En las cantinas, cantando a todo pulmón se quedarán las personas entonando sus himnos con el corazón. La música no siempre tiene un mensaje positivo, pero logra lo que la política no, unir a las personas sin importar las fronteras imaginarias y físicas impuestas por el hombre. ¨la música es el reflejo de lo que pasa en la sociedad y de cómo se sienten las personas¨ por eso salen del alma y llegan, vía auditiva, al corazón.

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