Luis Zuluaga: Elogio a la locura
Siempre buscamos huir de aquellas situaciones que nos atemorizan, de esconderlas tras un eterno parpadeo y pintarlas de negro, el color de la hechicería. La muerte, la manipulación y la tristeza suelen encubrirse bajo un antifaz de sonrisas vacías y sin historia. En “las instrucciones de la vida” nos enseñan a respirar hondo y olvidar rápido. Pero a él, eso nunca le llamó la atención.
Sus obras como: Agonía, Elogio a la locura y El fin del caminante, nos confrontan a una dura realidad, a los sentimientos universales que no solíamos ver, pero que en su arte se hacen tangibles, y que en delicadas pinceladas gritan desesperados por ser reconocidos. Desde chico almacenaba imágenes de las cosas que lo impresionaban y que hoy se revelan en su obra, literalmente, al compás de sus trazos se emancipa un diario mental.
Luis Zuluaga, un manizaleño que nació en 1966, precisamente para el estreno de la película Blow-Up dirigida por Michelangelo Antonini. Creció apasionado por el cine, la fotografía y la pintura.
Su primer contacto con el Arte, el cual recuerda con agrado, fue al abrir su libro de historia en donde aparecieron imágenes bellísimas de batallas, personajes imponentes, y titanes en sus caballos majestuosos. «Me acuerdo que pasé centenas de horas a verlos y me hacía la pregunta ¿Cómo es posible hacer esto?, solo años más tarde descubrí que eran obras de Velásquez, Rembrandt, Ingres y Gericault. Maestros que tocaron mi alma por primera vez, y fue ahí cuando supe que quería ser pintor».
Su visión del arte siempre fue diferente, de hecho, en su primera exposición “Nuevo Nombre” en el Planetario de Bogotá, todo parecía ser un caos. “Mi pintura siempre se ha caracterizado por ser expresionista, yo hice una instalación muy fuerte y un día antes de la inauguración todos los artistas que también se iban a presentar en el planetario, se estaban quejando de mi obra, sentían que no estaba dentro de la estética de la exposición. Para esa época yo era muy joven (sobre todo temperamental) y lo que hice fue destruir todo mi trabajo y dejé un basurero ahí, y les dije que entonces esa sería mi propuesta de arte y ellos así la dejaron y se expuso durante un mes”.
Sus obras han hecho llorar a centenares de personas, y han sido halagadas por críticos de talla mundial como Mauricio Cortés, quien asegura que el maestro Zuluaga tiene mucho potencial, y sobretodo pasión, lo cual equivale al 95% de la totalidad de una obra.
Viajar a Europa y montar su Galería en Oporto, no fue fácil, tuvo que vivir diferentes situaciones, que en ocasiones llegaban a desilusionarlo. “Yo tenía en mente que el mundo del arte era cómo un sueño y que un artista era cómo un Dios. Estando en el medio me di cuenta que la pasión que yo tenía no la tenían todos y no era esa pasión que se encontraba en los libros cuando me hablaban de Van Gogh”.
«Para pintar lo que Luis Zuluaga pinta es necesario tener coraje. Vean sus cuadros de la carne, los mendigos, su violencia contenida consecuencia tal vez de la vivencia inquietante de su pais natal -Colombia-, reflejos de la fragilidad de nuestra existencia, de lo que somos, de la carne que somos» afirmó Antonio de Macedo su maestro de arte figurativo. Y es que este pintor es de los pocos que nos hacen enfrentar el abismo que vive en nosotros que al mismo tiempo nos choca, fascina y atrae.
1 Comentario
esta genial no lo puedo creer