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Póker: Entre disciplina y adicción

El Comité Internacional de Juegos Mentales ya lo reconoció como deporte, sin embargo, en Colombia sigue catalogado como juego de azar, paga impuestos como tal y, ante muchas personas, el que sea un juego de cartas le da una connotación negativa.

Por: Margarita Vidal 

Un juego de naipes, apuestas y estrategia que, a lo largo de cientos de años, ha evolucionado dejando atrás su estatus de pasatiempo y ha logrado convertirse en una disciplina alrededor del mundo.

Llegó a Colombia a través de casas clandestinas pero vino para quedarse y, con el paso del tiempo, la suerte y el azar perdieron protagonismo a la hora de participar en este juego de apuestas. Se tornó en cuestión de estrategia, método y dedicación.

Y desde ya, sin que el juego haya dejado la categoría de azar a nivel nacional, Colombia ha sido la cuna de grandes jugadores que se han encargado, a punta de técnica y esfuerzo, de dejar el nombre del país en alto en torneos y equipos internacionales.

Así es el caso de Freddy Torres, un jugador profesional colombiano de póker, tanto en línea como en torneos presenciales, el único del país que ha logrado llegar a pertenecer al nivel Supernova Élite del equipo Pokerstars, el mejor nivel posible; ganador del torneo Holly Poker International Tournament 2013, quien habla del póker como su profesión, su sustento, su deporte y su modo de vida.

A pesar de todo su progreso, el póker, al ser un juego de apuestas y llevado a cabo en los casinos, es relacionado con el consumo de alcohol e incluso, de sustancias psicotrópicas, es decir, drogas. “Desmitificar al póker se va a tardar un largo tiempo, pero los trámites para que su estatus cambie en Colombia y para que sea reconocido como deporte por Coljuegos ya se están gestionando a manos de la Federación Colombiana de Póker (FCP)”, afirma Torres. Y aunque lo que dice este jugador es cierto, y la Federación está realizando trámites ante Coljuegos para cambiar la caracterización como juego de azar, las relaciones entre estas dos entidades no han sido siempre las mejores.

El pasado 18 de julio Coljuegos, con ayuda de La Sijín, se vio en la obligación de interrumpir, con el operativo más grande realizado, a nivel nacional, en este tipo de eventos, el Colombian Poker Tour (CPT), que se llevaba a cabo en el Hotel Four Points Sheraton de Cali, por evasión de impuestos y falta de permisos estatales para realizar este tipo de eventos.

“A nivel legislativo el póker está en un limbo. No es ilegal jugarlo pero hay muchos obstáculos, por ejemplo, en los torneos se debe pagar $2’600.000 de impuestos, por mesa, a Coljuegos” comenta Torres.

Coljuegos tiene como deber hacer cumplir la ley contra monopolio planteada en el artículo 336 de la Constitución en el que se afirma que “Ningún monopolio podrá establecerse sino como arbitrio rentístico, con una finalidad de interés público o social y en virtud de la ley…”

Al principio de 2013, Asopoker (Asociación Colombiana de Póker), registrada ante la Cámara de Comercio de Medellín, presentó una solicitud ante Coldeportes para que se estudiase la posibilidad de que se empezara a tratar como deporte, sin embargo, los resultados no fueron positivos. Por ahora en Colombia son las empresas privadas, como Pokerstars, las que se están encargando de impulsar las actividades y los torneos de póker.

Carlos Munera, presidente de Asopoker, asegura que el póker es, para aquellos que lo juegan en los torneos que su asociación organiza, un deporte y una profesión, mas no un pasatiempo. Y la alternativa que tendrían los interesados en que así sea considerado, podrían tener la posibilidad si se creara una federación que los represente, y en ese orden de ideas, dejar de ser regidos por las leyes de juegos de azar y suerte, y pasar a ser regidos por las leyes del deporte.

Henry Knudson, comunicador de El Instituto de Recreación y Deporte (IDRD), afirma que no hay ningún tipo de aproximación a la práctica de póker como deporte ya que no está organizada para gestionar los procedimientos, que solicita Coldeportes, entidad encargada de otorgar el título de deporte y de habilitar nuevas disciplinas que cumplan con los debidos requisitos.

“El primer paso en la dirección correcta se dio cuando Asopoker fue reconocida por la Federación Internacional de Poker (IFP, International Federation of Poker”), comentó Munera. El paso a seguir es la conformación de tres ligas a nivel nacional, cada una con tres clubes. Cuando estos requisitos se estén cumpliendo, Asopoker podrá volver a presentar la solicitud a Coldeportes.

Siendo el póker un asunto relativamente novedoso, las leyes bajo las que se rige son poco específicas, y esta ambigüedad hace que los jugadores, autoproclamados profesionales, colombianos busquen alternativas en el exterior. “Si aquí hubiese una mayor cantidad de torneos, yo no tendría la necesidad de viajar tanto al exterior a jugar torneos. Si fueran en el país, saldría mucho más económico”, aseguró Torres al referirse a lo que él siente como falta de apoyo por parte del gobierno. “Me afecta porque no hay crecimiento, si hubiese más apoyo, tendríamos un crecimiento del doble o del triple de lo que tenemos ahora, creo yo”, completó.

El boom del póker se atribuye en gran parte en parte al triunfo de Chris Monymaker en el evento principal (Main Event) del World Series of Poker (WSOP) de 2003, sin tener experiencia en ningún tipo de torneos de esta altura. “Es un fenómeno social, ya sea deporte o juego de azar, el póker se convirtió en uno de los fenómenos que más dinero mueve a nivel mundial. Cualquiera tiene la oportunidad de jugar desde un ordenador o en un casino; haciendo que cualquiera que lo intenta crea que tiene las mismas oportunidades de todos los que así han empezado y han triunfado en este mundo”, aseguró Tatiana Caro, socióloga.

Pero no todos los jugadores de póker consideran que el estatus debería cambiar a deporte ciencia, ya que, a pesar de requerir entrenamiento, no maneja el nivel de estabilidad física y mental que manejan los otros, es decir, “Se gana de acuerdo a lo que se apuesta y siempre se corre el riesgo de no ganar nada”, afirma Camila Jiménez, jugadora social. Y la inestabilidad es fácilmente comprobable, las ganancias de Phil Ivey, el mejor jugador de póker del mundo, decrecieron un 10% desde principios de 2012, y aun así es uno de los jugadores que más ha ganado en torneos.

Como los de Jiménez, hay muchos argumentos en contra de que el póker sea catalogado como disciplina, dentro de los cuales se encuentra la ludopatía como uno de los más grandes. La adicción a las apuestas y a los juegos de azar, visto desde un punto de vista netamente médico y psicológico consiste en “la inhabilidad de una persona para dejar de jugar. Es una necesidad compulsiva de seguir apostando alimentando la esperanza de que siempre se puede seguir ganando o recuperar lo que ya se perdió”, según Claudia Padilla, psicóloga.

“Entre más se gana, más se quiere seguir apostando. La avaricia juega un papel muy importante y casi que antagónico en las apuestas del póker”, dice Mario Bernal, un adicto al juego en proceso de rehabilitación.

“Al ser un juego de apuestas, se corre el riesgo de que se convierta en un vicio. Pero el póker está un poco más lejos de la ludopatía que los juegos que se ven en casinos, donde se enfrenta contra un sistema y nunca se está por encima de las posibilidades de la casa”. Afirmó Freddy Torres. “Al ser un juego de estrategia, se quiere ser mejor. El póker genera automotivación por su naturaleza competitiva”, completó.

El póker se está jugando su mejor mano en Colombia y apostó todo lo que tiene en su poder para entrar al ecosistema deportivo colombiano, y seguir dejando el nombre del país en alto.

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