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¿Que Los Que Estudian Comunicación Social Son Unos Brutos?

Debo decir que este escrito no es más que una aclaración, un lenguaje de expresión y una muestra de amor por…
Cualquier crítica que se escuche para tan honorable… que se la guarden.
Alguna ofensa contra… que la piensen antes de pronunciarla.

…¡Definitivamente hay que ser muy ignorante para blasfemarle!

Y se trata no de una persona sino de miles que escogimos el camino del servicio, la opción de la expresión a través de la palabra, una alternativa que reúne a muchas en una sola: La comunicación.

Cuando digo que no es más que una muestra de cariño, es porque aquí les demostraré que no es una carrera de brutos, de vagos, de niñas prepago. No es una carrera de gente hueca. No, no es así.

He de decir que en Finanzas también hay niñas prepago, que en Derecho hay varios vagos que no saben por qué están ahí y también les debo recordar que no hay brutos, lo que pasa es que no todos nacimos con la misma estrella. ¿O en qué salón no ha faltado el vago, desubicado y poco inteligente?

Tengo un avezado maestro que nos recuerda que es la única carrera amparada por la carta magna de nuestro país. Que en esta carrera se gana cualquier cantidad de dinero, cuando las cosas se hacen bien. Que somos el cuarto poder y que el comunicador es un empresario, un líder, político, informador, es el mediador, es…

Piensa Carolina Torres, estudiante de Comunicación Social de la universidad Los Libertadores que “Los publicistas nos tienen rabia porque hacemos lo de ellos y lo de nosotros. Mientras ellos crean las campañas, nosotros las exigimos, las planteamos, las podemos diseñar y las argumentamos. Los diseñadores no se quedan atrás, guardan cierto recelo porque la competencia se les agranda cuando se trata de comunicadores”.

El comunicador social, señores, no es sólo el que presenta noticias, no es el que pasa de las noticias a las pasarelas o a las novelas, tampoco es sólo el que se la pasa en el micrófono o escribiendo noticias en un diario. No, muchos de los que nos hablan por la TV o nos informan en los diferentes medios no estudiaron comunicación, son solo gente que ha tenido un golpe de suerte, o un “muy buen amigo”, pienso yo. El problema de ello, es que todos estos personajes que no pasaron por una academia y que nunca se prepararon para servirle desde su profesión a la sociedad, visto desde el punto de vista de un comunicador, se encargaron de estigmatizar la función del periodista.

Muchos de ellos pasaron a enriquecerse con los medios, a creer más en las pautas que en la calidad de programación y la clasificación de buenas producciones. Muchos manejan a su antojo los medios, y con la necesidad de trabajo, la gente que sí se preparó y que está detrás, por lo general, de todas las producciones, tiene que someterse a las órdenes y por eso las producciones pasan a ser de una calidad paupérrima. No por culpa del comunicador sino por culpa de la pauta.

Ahora si nos ponemos a ver quiénes o qué han estudiado los presentadores, pues nos enteramos que por ejemplo, Pirry que se enorgullece de hacer buen periodismo, pues no es periodista es un zootecnista, que le ha ido bien y que tiene una personalidad arrolladora, tanto como para que le financiaran su forma de pensar, es algo diferente. Las presentadoras hermosas que vemos en TV, algunas no son comunicadoras graduadas- la mayoría, en realidad- son abogadas, modelos, empresarias y de otras profesiones que también tuvieron un golpe de suerte y unos pesos demás para arreglarse tanto.

Entonces señores, esto no es una cuestión de carrera, es un asunto de personalidad. Porque si se fijan quiénes preparan los reportes de prensa, quién prepara al presidente para hablar, quién organiza la estrategias de comunicación dentro de una empresa, quién puede ser editor y corrector, quién entabla las relaciones públicas, quién proyecta las ideas de la sociedad, y de la gente de poder del país, pues el comunicador hace todo este trabajo y más. Se da el lujo de poder viajar por el mundo, disfrutando de las culturas y conociendo cada país desde un ojo diferente, capaz de traducir las sensaciones, los olores y los sentimientos en palabras hermosas. Así como los grandes escritores, muchos de los cuales son periodistas.

El comunicador no es solo el que está en los medios, el comunicador también está en las empresas, en la sociedad, en las ONG. Lo que quiero dejar con lo anterior es un llamado de atención a aquellos que no conocen nuestra profesión, a los que piensan que solo acá se ven niñas lindas y huecas… en todas las carreras hay alguna. Es como los hombres, cuando se dice que todos son iguales, `alguno debe salir diferente.´

Señores es un orgullo contarles que soy comunicadora social, que me siento cada vez más satisfecha de poder estar en el camino correcto, el único que me dio la integridad académica idónea para ser un ejemplo y el refuerzo que me recordó la necesidad de educación que tiene mi pueblo. Este que me da la oportunidad de decirles todo lo anterior y de confesar que me da miedo que los comunicadores nos olvidemos que somos el ejemplo de la sociedad. ¿Saben cuál es la diferencia entre ustedes y nosotros? Que nuestros errores son públicos y que aún equivocándonos en menos cantidad que ustedes, la sociedad nos juzga por ello; en cambio sus errores, que son casi mortales, quedan para la víctima y los afectados. Ejemplo de ello son los malos cirujanos, los abogados corruptos, los arquitectos de barro, los sociólogos que no actúan, los maestros que no saben educar.

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