“El riesgo de la profesión es volverte cínico”: Alessandro Rampietti

Alessandro Rampietti es corresponsal y productor de televisión. Nació en Italia, donde inició su carrera. Empezó a trabajar como periodista en medios públicos y privados de ese país. Realizó un máster en Periodismo en la Universidad de Columbia. En 2005 comenzó a trabajar para la Agencia Internacional de Prensa Al Jazeera English y desde hace dos años y medio se encuentra establecido en Colombia como corresponsal de este medio. Además estuvo cubriendo la tragedia de Haití.
- ¿En los lugares donde ha sido corresponsal que fue lo más difícil que tuvo que enfrentar?
Trabajar en los medios de Italia, porque hay mucha presión por parte de la política y otros intereses muy poderosos como la iglesia. Entonces era muy difícil desvincularse de las tendencias que estaban detrás de los medios para los cuales trabajaba.
Tengo que decir que en Estados Unidos, trabajando para Al Jazeera, tuve libertad completa desde el punto de vista editorial. Pero, viajando por el mundo me he encontrado con historias muy duras, especialmente en Haití después del terremoto y durante la crisis del cólera. Por ello, tenía que lograr mantener la distancia, que me permitiera ser imparcial, hacer mi labor, mientras alrededor las personas se estaban muriendo. Esto ha sido lo más complicado.
- ¿Cuál es la diferencia entre hacer periodismo en su país y en uno que no es el suyo?
Obviamente hay diversidad entre Italia y Colombia en cómo se hace periodismo. Sin duda hay muchas cosas diferentes entre los periódicos colombianos e italianos, en la manera cómo se estructura la noticia, en la cantidad de fuentes que hay que buscar para un artículo. Estoy hablando de los periódicos más importantes, obviamente requieren un trabajo más profundo para poder publicar a diferencia de los medios latinos.
Me parece que en el mundo latino hay más mezcla entre opinión y hechos, incluso en Italia es peor que acá, porque los editoriales están en la primera página de los periódicos y se sabe claramente qué está ofreciendo en particular.
Considero que en Colombia hay muy buenos periodistas en casi todos los medios, pero a menudo estos son quienes no permiten que ellos hagan buen periodismo.
- ¿Cómo hace para escoger los temas que van para Al Jazeera?
Al Jazeera English es una agencia global, que cubre todo el mundo. Hay mucho interés hacia América Latina y en especial Colombia, a diferencia de otros canales en inglés, lo que facilita la variedad de temas que se pueden presentar.
El ejercicio es diferente cuando se trabaja en un canal local. En este caso se deben encontrar temas que tengan un interés global, que puedan importar tanto a una persona de acá como en Indonesia, Argentina o Estados Unidos, porque el público es tan directo y tan mundial.
Muchas veces es la manera como se presenta el tema, se puede conectar con otras partes del mundo, o si el tema es particular, pueda ser comprendido en una audiencia tan lejana.
- ¿Qué lenguaje se usa para que sea diversificado?
La cuestión es simplificar, sin vender la notica tonta. No se puede dejar nada implícito porque no se puede asimilar que el espectador en India entienda o sepa mucho de Colombia. Es intentar explicar en detalle lo que está pasando, a veces hay una pérdida de complejidad, en otros casos se puede decir de manera más directa y simple.
- ¿Qué temas son los que más cubre en Colombia?
El proceso de paz y conflicto en general, pero hemos intentando hacer de todo, desde lo económico, el crecimiento y la desigualdad, deportes, cultura…En realidad no hay límites, en cuanto sea de interés internacional.
- ¿Cree que en Colombia hay libertad de prensa?
Creo que con unos límites, sí hay. No es el país más libre del mundo, pero considero que en los medios locales hay gente muy valiente que hace un trabajo a menudo peligroso, sobre todo en las zonas más remotas del país. Esa es la fuerza del periodismo colombiano. En cambio los medios tradicionales parecen tener una posición ante los poderes fuertes de la nación, lo que es un poco limitante.
Continuamente en medios como El Espectador, El Tiempo o Semana, se siente que son muy de Bogotá, excluyendo al resto del país, esto es absolutamente limitante. Pienso que hay una energía en la sociedad civil y medios locales que balancea esta situación.
- ¿Haciendo cubrimiento en el país lo han amenazado?
En realidad en pocas ocasiones y nada demasiado peligroso. Me he enfrentado con guerrilleros de las FARC en el Cauca en algunas ocasiones, con criminalidad organizada cerca de Venezuela, en Cúcuta. Allí estábamos intentando filmar los productos venezolanos que entran en el país, no querían que grabáramos, nos secuestraron el carro y persiguieron diez motocicletas. Tuvimos suerte porque justo iba pasando una patrulla de la policía mientras nos estaban amenazando, pero nada más que eso, gracias a Dios.
- ¿Cuándo cubre conflicto armado, pide protección o acompañamiento de la Policía o Ejército?
Depende de a dónde vas. A veces es bueno estar cerca de la Policía y el Ejército y en ocasiones es contraproducente. Si se dirige a una zona que está bajo mayor control de la insurgencia, creo que es mejor movilizarse con asociaciones del lugar, quienes tienen contactos que pueden facilitar el acceso. En otras situaciones en las que hay criminalidad organizada, como bandas bacrim y paramilitares, en estos casos es mejor ir acompañado por la Policía o el Ejército. Pero, considero que es un cálculo que se debe hacer dependiendo de la historia que se esté realizando. En general, prefiero no ir con las fuerzas de seguridad de la nación. Además me gusta ir solo en compañía del conductor de confianza y reducir al máximo este tipo de protección.
- ¿Cómo es el proceso de elección de los temas?
Al Jazeera sugiere temas. Yo mando propuestas en tres o cuatro líneas de texto máximo con una serie de elementos que van a acompañar la pieza, tratándose de un noticiero de televisión, todo es corto.
- ¿Ha tenido buen acceso a las fuentes del Gobierno y documentos públicos?
He notado que cuando se es parte de prensa internacional y te presentas se abren más fácilmente las puertas. En cambio sí es un periodista de Caracol o RCN, se llega con una carga. Lo de las fuentes es fundamental. Hay menos competencia entre la prensa internacional y nos ayudamos mucho más. El Gobierno de Santos tiene dos personas que se dedican a cuidar y responder a los medios internacionales, nos ayudan a contactar con otras entidades estales.
- ¿Cuáles son los riesgos más frecuentes que sufre un corresponsal?
Yo no pienso en los riesgos, intento no tener miedo de ir a un lugar. Creo que es una cuestión que con la experiencia se sabe cuándo se está metiendo en situaciones menos o más peligrosas. Uno desarrolla un sexto sentido en algunas circunstancias.
Este año estuve en una situación difícil en Venezuela durante las protestas de Mérida, Caracas y San Cristóbal. En ocasiones al estar tantas veces en protestas es fácil detectar lo que puede pasar. Tengo la suerte de trabajar en un medio internacional. Ellos contrataron un experto en seguridad colombiano, que llegó antes que nosotros al lugar para tener un mapa de la situación y ver cómo nos podíamos movilizar. Son casos extremos, pero que ayudan.
El riesgo de la profesión es volverte cínico y tener en un pedestal a la gente que es la verdadera protagonista e intentar ser humilde y respetuoso.
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