“EN SANTA FE NACÍ Y EN SANTA FE TERMINARÉ”
Preciado. Así es Leider Calimenio Preciado Guerrero para el club Independiente Santa Fe, equipo que le dio bastantes alegrías, y lo llenó de esperanza en busca de el tan anhelado título, título que para infortunio de Leider, nunca le pudo regalar a los leones.
“El volver a imaginarme estar en una cancha me emociona” señaló Leider Preciado luego de llegar al sitio donde entrena a los jóvenes que, según él, le darán muchos títulos al rojo de la capital. Al abrir la puerta de su vehículo se oye música a alto volumen, esto dejar ver de inmediato que a pesar de su edad – 39 años – no ha perdido el sabor que caracteriza a la raza negra. La rumba y la alegría corre por sus venas.
El barrio Humberto Manzi el lugar que lo vio nacer, pero el barrio la San Juda su primer estadio, allí es donde soñaba que algún día miles de personas corearan su nombre y gritaran sus goles. Su niñez de debatía entre el estudio y el fútbol, por lo cual muchas veces descuidaba el primero por culpa del segundo. Con tan solo quince años de edad, como el ave que decide dar el salto del nido y volar, Leider se dirige rumbo a Bogotá para tratar de cumplir su sueño, ser futbolista profesional; Máximo Tello es quien considera que preciado tiene el talento para poder jugar en un equipo de la capital y se encarga de que la llegada a la “nevera” como la llaman ellos no fuera tan difícil.
«Cuando uno tiene un sueño hay que dejarlo todo” afirma Calimenio.
Luego de probar en varios equipos, el primer campeón del fútbol colombiano cree en Leider Preciado y lo incorpora en sus filas inculcándole un amor por “el León” y la capital. En el 95 llega el gran día, el debut, lleno de miedo, susto y nervios por lograr lo que tanto deseó y por lo que tanto luchó. Un año después marca su primer gol como profesional. Cuando para muchos es el mejor momento de su vida, para él fue una sensación agridulce, porque ese día su equipo estaba cuatro goles abajo y su gol fue el único para los cardenales.
Pero si su primer gol no fue tan emocionante, el que vendría si. El Campín lleno, mitad azul, mitad rojo, le tiran un centro en el arco sur del estadio y logra clavarla al ángulo dejando al portero sin ganas de tirarse. Ese día al marcarle por primera vez a Millonarios su grito de gol fue tan fuerte que pareció un rugido, el rugido que caracteriza a los leones.
En la vida de este futbolista hubo altos y bajos, pruebas difíciles y grandes premios. Leider Preciado tuvo que pasar por una prueba bastante difícil: asistir al entierro de su hermano y luego de eso jugar un clásico, la hinchada rival aprovechó su situación para burlarse de él, a lo que respondió con un gol y una celebración muy particular, silenciando la hinchada azul.
Su actitud dejó varias incógnitas: ¿La celebración fue por lo que le decía la hinchada? O ¿fue por la magnitud del partido y por el rival al que se enfrentaba? Pero el recuerdo de este suceso demuestra en su rostro tristeza y un flashback inmediato en su mente, y luego de un corto silencio responde, “la pregunta que viene, de eso no hablo más, ya ahí quedó”
Con tan solo veinte años, Leider Calimenio logra lo que todo futbolista profesional anhela, representar a su país ante el mundo.
Y tuvo el honor de compartir con grandes jugadores como el Pibe, el Tino, Freddy Rincón, entre otros. Lo cual para él “fue una gran experiencia” y se sintió muy bien estando al lado de tantas estrellas.
En su debut con la tricolor juega contra Túnez, marcando el único gol del encuentro, con pase del hombre de los rizos de oro y su pierna maravillosa que más que dar pases daba pinceladas en la cancha para crear pinturas en cada jugada, recibe de espaldas en el área, se gira y la empuja, dice él “ mas que con la pierna fue con el corazón”, el portero alcanza a rozar el balón con las yemas de los dedos pero no alcanza a desviar el disparo y la esfera termina acariciando la red.
Preciado, del arco, al banderín del tiro de esquina dice él que hizo como veinte celebraciones, ya que de la alegría no sabia como celebrar, al final y al llegar a la esquina, hace el tan conocido “pasito tún tún” fue ese momento el que le dio su pase a el fútbol del exterior. Siendo contratado por Racing de Santander por una temporada y posteriormente Toledo, allí, dice él “ uno aprende a valorar su país y valorar todo lo que ha hecho en un club como Santa Fe” ya que sin Santa Fe no hubiese podido llegar al fútbol internacional, por eso es que en Santa Fe nací y en Santa Fe terminaré, afirma.
Al mencionar su paso por Al-Shabab sus recuerdos parecen no ser tan gratos, ya que según él “La cultura Árabe es bastante difícil y más para uno como colombiano que es bastante alegre”. Dice Leider, que no se pudo adaptar a la cultura y tampoco su familia, ya que su pequeña no pudo estudiar y esto llevo a que no se completara el año por el cual habían acordado quedarse.
Mientras relata con orgullo su paso por Deportivo Quito se le dibuja una sonrisa en la cara, ya que fue el único equipo con el cual logró ser Campeón.
“Tún Tún” como le dicen sus compañeros mas íntimos es el goleador de los clásicos capitalinos, con quince tantos marcados, pero el gol que más recuerda es ese que en medio de la tristeza y el recuerdo de ver a su hermano por ultima vez lo llevó a silenciar la hinchada embajadora.
Como buen delantero Calimenio recuerda quien le hacia más difícil su llegada al arco y quien en muchas ocasiones ahogó su grito de gol, Belmer Aguilar es al que más recuerda, afirmando que a pesar de no ser tan rápido, era bueno en el mano a mano y le hablaba bastante, cosa que a muchos delanteros desconcentra.
Al saber que preciado había pasado por tantos equipos era inevitable preguntar cuál era el técnico que mas recordaba, al escuchar esto no duda en responder “Pecosito” con un tono de admiración y seguridad, diciendo que es el técnico que le ha enseñado cómo ser jugador y persona, para él, más que un técnico es un padre.
Para Preciado Guerrero hay una sola respuesta para lo que él fue, lo que es, y lo que tiene, esa respuesta es Dios, al hablar de Dios mira al cielo y agradece porque según él, Dios lo ha llevado por el camino del bien y no se ha dejado des encarrilar por “el otro”, como Leider llama al diablo.
Leider Preciado, a pesar de ser un hombre que demuestra rudeza, cuando se le habla de sus allegados, la rudeza pasa a un segundo plano y su expresión seria cambia por una sonrisa, para él hablar de su esposa es hablar de la mujer que le cambió la vida, y lo hizo un hombre más feliz y completo, por otro lado, su hija es el mejor regalo que Dios le pudo dar y su hermano una persona que quiere mucho, admira y respeta demasiado.
Calimenio finaliza la conversación con una sonrisa, se levanta, e ingresa al campo de juego para enseñar a sus alumnos por qué el sacrificio y la constancia son importantes para llegar a ser lo que él en su momento fue, una insignia del fútbol en Colombia.
Sin Comentario