Un encuentro íntimo con la basura

José Luis Pareja es reciclador desde hace 13 años. Él es paisa, es un hombre emprendedor, luchador y con mucho perrengue.Quienes lo conocen lo admiran porque piensa primero en los demás y luego en su bienestar. No es un hombre egoísta.
José escapó de su tierra por falta de oportunidades, llegó a la capital lleno de ilusiones, esperanzas y sueños de encontrar mejores oportunidades para él y su familia, pero se encontró con una ciudad fría y con miles de obstáculos que desboronaron poco a poco sus ilusiones de encontrar un empleo que nunca obtuvo. Este hombre, fue habitante de calle, en la localidad de Kennedy.
“El Paisa” como lo llaman sus compañeros y entrañables amigos, que al igual que él son recicladores de oficio, es considerado por ellos el motor y promotor de sueños inalcanzables. Es un luchador de los imposibles.
Los imposibles, no son tan imposibles para estos eufóricos trabajadores. Según la Sentencia D 295 del año 2003, el Distrito de la ciudad de Bogotá está obligado a reconocer el trabajo de los recicladores, como un ejercicio ambiental en la ciudad.
Los recicladores, sienten y viven el yugo de ser unos simples espectros que divagan por las calles y avenidas de la ciudad, a los ojos de los demás ciudadanos y de las diferentes administraciones distritales que han pasado año tras año sin reconocer su labor.
“El Paisa” y otros recicladores, tienen su nido de trabajo en una calle de la localidad de Kennedy, este lugar es sagrado para ellos y se llama “el cartuchito”, allí no solo anidan ellos, también, indigentes, expendedores de droga, vendedores y niños trabajadores.
El luchador incansable de ilusiones, logro fundar desde hace 10 años “Asocore”. Legalmente están constituidos desde hace 8 años. Esta asociación no solo es para recicladores, también brindan ayuda a los habitantes de calle y a los ancianos que se encuentran desamparados.
Según un censo realizado por la UAESP (Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos), en Bogotá hay 13.590 recicladores como José Luis Pareja, al igual que él, hay muchos recicladores que no cuenta con los suficientes ingresos para tener una vida digna, o para acceder a derechos tan simples como: la educación y la salud.
Cómo pueden tener unas condiciones de vida dignas, si el mismo gobierno distrital les viola sus derechos, porque según el decreto 184 los desechos reciclables pertenecen a la comunidad recicladora.
Los recicladores trabajan de domingo a domingo, viven en una agonizante guerra campal por obtener y poder separar los desechos aprovechables que los bogotanos depositan en bolsas negras que van directo al deposito de basura o que van a parar en los frentes de cada casa, esos desechos aprovechables le pertenecen a cada uno de los 13.590 recicladores que hay en la capital.
La pregunta es ¿sí los desechos aprovechables pertenecen a los recicladores porqué estos desechos van a parar a grandes empresas dedicadas a la industria del reciclaje de materiales como cartón y plástico?
Una de las tantas empresas que trabajaba con materiales reciclables en Colombia es ABC Reciclajes de Colombia Ltda. Gracias a los desechos que les pertenecen por ley a los recicladores se hacen cada vez más ricos y los recicladores cada vez más pobres y esclavos de estos y otros terratenientes de las grandes industrias del reciclaje.
Mientras las grandes industrias de reciclaje ganan miles de millones de pesos a la semana, un reciclador gana en una semana por bien que le vaya entre 60.000 y 70.000 pesos.
Ferney Velásquez al igual que José Luis es reciclador desde hace 10 años. Él como muchos enamorados aprovecha cuando cae el día y llega la noche, para tener un encuentro erótico y sensual con el amor de su vida “la basura”, él como todo un galán primero la seduce y luego aprovecha que esta débil para hacer uso de ella.
Ferney, escogió ser reciclador, porque para él las condiciones de trabajo en Colombia no son buenas y piensa que hay mucha explotación laboral. Él aunque no gana un salario mensual, tampoco es millonario por separar los desechos aprovechables, pero es rico en conocimientos sobre la preservación del medio ambiente y es hasta experto en economía.
El gobierno distrital está obligado a vincular a José Luis Pareja, Ferney Velásquez y al resto de recicladores de Bogotá, porque la sentencia Auto 275 de 2011 de la Corte Constitucional, obliga al distrito a implementar acciones afirmativas para que los recicladores sean vinculados al proceso ambiental.
Liz Monroy del Departamento de Asuntos Legales de la UAESP, manifiesta que solo hasta esta
administración, con la implementación del programa “Bogotá Basura Cero” del Alcalde Gustavo Petro, se ha venido incluyendo en los proyectos de recolección de basuras a los recicladores artesanales de la ciudad.
Los recicladores hacen parte de nuestro mundo, de nuestra sociedad, ellos son esos locos amantes que sin pensar en las consecuencias, hacen diez mil locuras para conquistar el corazón de esos residuos que para ellos representan su vida entera.
Solo debemos preguntarnos, ¿será que por no tener un titulo universitario y por su aspecto andrajoso merecen ser simples fantasmas para la sociedad?
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