“ESTAR ESBELTA NO ES UNA ADICCIÓN, ES MI TRABAJO”, YENIS LUGO
Graduada de medicina de la Universidad de la Sabana, esta santandereana se jacta de ser la “reina del bisturí” y con justa razón. Se hizo tres procedimientos quirúrgicos estéticos por año durante siete años que modificaron completamente su apariencia física. Junto con los cambios materiales llegaron los cambios de modo de pensar, actuar, vestir y, por qué no, de ganar.
Las extensiones rubias no alcanzan a cubrirle la cola pues ésta está rellena de 750 centímetros cúbicos de silicona. Pero esto no es relevante para esta joven profesional de la salud. No le preocupan los efectos a largo plazo. Lo que importa es que aquí y ahora ella es la reina, la reina del bisturí.
Cuénteme un poco sobre el momento de su vida en el que decide empezar a hacerse todos estos cambios físicos
Tenía 19 años y pesaba 90 kilos, así que decidí hacerme una lipoescultura completa: papada, brazos, piernas, abdomen, espalda… después de ver los resultados quedé muy satisfecha. Pero quería más.
¿Fue en ese momento en que empezó a modelar?
Sí, después de la primera cirugía perdí más de 20 kilos así que ellos me patrocinaron ese primer calendario.
Me dice que después de la primera cirugía perdió 20 kilos, ¿Cómo asimiló el cambio?
Mi autoestima se elevó muchísimo, empecé una nueva vida. Todo en mi vida comenzó a cambiar desde mi ropa hasta mi dieta la forma en que caminaba, todo.
Hoy en día, después de haber vivido el proceso y los postoperatorios de 21 cirugías ¿haría algo diferente?
No. La verdad lo que lo viví me convirtió en lo que soy, y me siento satisfecha. Uno con la primera lipoescultura uno ve cambios pero no está contento. Entre más cirugías se hace más quiere. Además los cirujanos comienzan a exigirte que te hagas los procedimientos que estén de moda en el momento por ejemplo si las prótesis mamarias se empezaban a usar de 700 centímetros cúbicos y yo las tenia de 400 ellos me exigían que me las cambiara para poder seguir siendo la imagen de la clínica.
¿Es decir que la clínica le dice qué cirugías debe hacerse?
Sí porque es ella que me patrocina todas las cirugías.
¿Y no le molesta que le exijan que tenga una apariencia física determinada?
Bueno, en este momento yo ya llegué al punto máximo de las prótesis. De acuerdo a mi contextura y estatura mi cuerpo no puede tener más silicona así que no creo que me pidan ponerme más.
Me decía que cada vez que se hace una cirugía quiere hacerse otra. ¿Podría decir que las cirugías pueden llegar a ser una adicción?
Yo digo que no es una adicción porque vivo de esto. A mí me pagan por estar bella y esbelta así que obvio tengo que acceder a lo que ellos me exijan. Por eso yo no lo llamo adicción, yo lo llamo mi trabajo. Es lo que yo tengo que mostrarles y venderles. Para que fuera adicción yo tendría que ser la que paga las cirugías plásticas y no tengo esa clase de dinero.
¿Tiene algún procedimiento pendiente?
Toca esperar a ver, porque con el paso del tiempo el mismo cuerpo te pide más cirugías. Por ejemplo, uno todos los días come y con cada comida el cuerpo acumula grasas, las grasas van dañando la escultura. Así que las marcaciones abdominales y demás siempre serán necesarias.
Hablemos de su vida profesional. Usted se graduó de médico de la U. Sabana ¿continuó sus estudios?
Sí, tengo tres posgrados: en gerencia de salud, gerencia pública y gerencia ocupacional.
¿Cómo hizo para combinar el estudio con todas las operaciones, postoperatorios y cuidados que exige la cirugía estética?
Bueno, a los 19 años yo ya estaba haciendo mi internado de medicina así que estaba prácticamente graduada. Las recuperaciones de esos procedimientos son relativas y gracias a Dios yo me curo rápido. Las cirugías las cuadraba para un viernes y así el lunes ya podía ir a trabajar.
¿Se recupera así de rápido?
Sí, no solo me desinflamo rápido, las cirugías no me han dejado estrías ni moretones.
La otra línea de trabajo que eligió: el modelaje, tener a tanta gente hablando de usted ¿afectó su vida familiar y personal?
No ha tenido ningún efecto ni en mi vida familiar ni en mi vida laboral. Yo soy gerente en salud, tengo seis años de experiencia en medicina y he logrado combinar ambas carreras. Los fines de semana trabajo como modelo y durante la semana como gerente en salud. Antes, me aumentó los ingresos, el auto estima…
Y hablando acerca de sus ingresos ¿vio cambios en cuanto ganaba antes de las cirugías y después?
Claro que sí. Ahora tengo muchos más contratos y concurso. No en todo gano dinero en efectivo, pero sí gano premios o incentivos que me hacen feliz. Claro, no voy a decir que gano más que en mi profesión, pero sí es un hobby que me trae ingresos extras que uso para esparcimiento.
De acuerdo a todo lo que me dice ¿sería correcto afirmar que las cirugías plásticas estéticas la hicieron feliz?
Totalmente. Lo que me hace feliz es saber que estoy en manos de un excelente cirujano. Ni lo pienso dos veces cuando él me dice “necesito agrandar labios” o sacar esto o poner lo otro. Confío en el completamente.
Si nadie la pudiera ver y tuviera que describir quién es ¿cuál sería esa cualidad interior que la distingue a usted?
Lo que me distingue son las entrevistas, la información que hay de mí en internet. Unos me llaman la reina de la vanidad otros la reina del bisturí. Lo que atrae a la gente hacia mí es escuchar “21 cirugías en 27 años”
¿Y usted cree que eso la define a usted como persona?
Bueno, no tanto eso, no olvidemos mi inteligencia. La combinación que hay entre modelaje y mi profesión. Mi parte externa genera mucha controversia. Algunas personas no les gusta, piensan que soy exagerada, otros me ven bien. Eso ya depende del concepto de cada cual y a mí la verdad no me afecta.
Yo me siento acorde con lo que soy. Mido 1,70, tengo una buena contextura que aguanta todo el peso de los implantes que tengo, así que no me veo desproporcionada como algunos dicen. Pero, no soy solamente cirugías, no soy solamente plástica. También tengo algo en el cerebro y esa es una de las cualidades que me admiran. Eso es lo que me ha llevado tan lejos.
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