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OTROS DEMONIOS: ¿POR QUÉ LAS GUERRAS?

Por: Ana Marcela Parra Sanchez/María Alejandra Niño/Andrea Carolina González Rojas
Egresadas Escuela Internacional de Administración y  Marketing(EIAM)

Al tener en cuenta que en la teoría realista de las relaciones internacionales, el poder y el interés político priman sobre cualquier aspecto de la sociedad ya sean de carácter: social, moral, económico, religioso o de cualquier índole y basados en los principios del realismo que sustenta Morgenthau, concluimos que: el eliminacionismo, genocidio y prácticas similares se justifican bajo la línea de ésta escuela del pensamiento, sin que por esto sean actos irreprochables.

Dicha afirmación será explicada bajo cuatro ámbitos esenciales en la vida del ser humano: moral, poder, individualidad de pensamiento e intereses en un entorno político.

Inicialmente, es crucial para este análisis entender desde lo más básico, que no se puede pretender que las acciones y políticas que toman los gobiernos se identifiquen con los preceptos morales, pues el pensamiento siempre va a dirimir entre uno y otro actor.

Morgenthau afirma: “Los principios morales universales no pueden aplicarse a los actos del Estado y deben ser reconocidos individualmente por el tiempo y lugar”(1) . Es así como se puede explicar en primera instancia que cada gobierno tiene principios que considera vitales y que en su forma de ver justifican sus acciones y los medios utilizados para alcanzar sus objetivos.

Un ejemplo de ello se vio reflejado cuando el presidente de los Estados Unidos, Harry Truman, en 1945 autorizó la ofensiva con bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki. Truman sostuvo que era necesario para proteger la soberanía y la seguridad nacional puesto que se había visto vulnerada con el ataque antes perpetuado por los japoneses a la base de Pearl Harbor. Estas razones, disminuyeron la verdadera magnitud del atentado, pues desde un punto de vista objetivo el hecho fue genocidio.

Para la teoría realista la forma de actuar de Truman es totalmente aceptable, entendiéndolo bajo el criterio en que el presidente se vio obligado a actuar, de cierta manera, a razón de las circunstancias con el objetivo de “garantizar el bienestar de su país”. Claro, sin entrar a examinar razones internas del mismo gobierno.

Una segunda perspectiva señala que el genocidio puede ser visto entonces como una herramienta para ejercer el poder, partiendo de que la teoría realista se basa en la importancia del desarrollo del este como un elemento de supervivencia.

De las tres maneras de ejercer dominio examinadas por Golden y Pevehouse (2), el deseo de eliminacionismo y la barbarie del genocidio, está incitado por un ejercicio “dominante” del poder.

Nace desde el punto en que las necesidades e intereses de los seres humanos se hacen irrelevantes frente a las de un gobierno o cualquier otro actor, donde éste se vale de sus capacidades de potestad sin importar violar preceptos morales, derechos humanos y en sí, la dignidad de las personas.

Desafortunadamente muchos gobiernos han utilizado el genocidio junto con otras herramientas del eliminacionismo, para cumplir sus objetivos políticos; como señala Daniel Jonah Goldhagen en su libro “Worse than War”, “durante la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del siglo XXI la gran mayoría de la población mundial ha vivido o vive en países que han sido victimas de la aniquilación sistemática del total o parte de la población”(3). Demostrando que no importa que los intereses particulares de los regímenes quebranten la estabilidad y el bienestar de otras comunidades; es donde “el fin, justifica los medios” en la medida en que lo realmente importante es eliminar lo que vaya en contra de las ambiciones.

Una tercera explicación, viene de Morgenthau, quien señala: “En el aspecto individual, el realista político mantiene su autonomía en la esfera política”(4), y es en la realidad que resulta realmente complicado establecer un entorno de control internacional en donde prácticas de eliminacionismo y genocidio sean vistas, evaluadas y juzgadas de una manera objetiva sin importar las razones de cada país.

Al observar la estructura de las relaciones internacionales y que estas se desarrollan en un estado de anarquía, lo que permite que cada gobierno implemente acciones y políticas para cumplir sus objetivos, sin ser controlado por ningún actor internacional o recibir algún tipo de castigo por las consecuencias, sin implicar necesariamente, que se encuentren en un estado de caos. (5)

Y, por otro lado, la soberanía de la que gozan los países, en donde estos son autónomos en el momento de la toma de decisiones y ningún otro gobierno pude interferir en ellas. Es que aunque en este momento existen organizaciones mediadoras que intentan contrarrestar las secuelas negativas de las decisiones de algunos países sobre la población mundial, en verdad su papel es limitado y superficial, ya que las disposiciones finales son tomadas por el gobierno, y estos no van a permitir que agentes externos interfieran en los asuntos que ellos consideran propios de cada país.

Otra razón por la cual el genocidio y el eliminacionismo se justifican en la teoría realista, es porque a través de estas se pueden alcanzar los intereses y estos a su vez, también podrían explicarse por otro de los principios del realismo, que cita: “La idea de interés es la esencia de la política y resulta ajena a circunstancias de tiempo y lugar”(6).

Las políticas y las decisiones que toman los gobiernos en últimas son moldeadas o son efecto de una “ganancia” en particular y lo que afecte este logro o represente un peligro debe desaparecer o dejar de interferir.

El genocidio y las prácticas de eliminacionismo son tan solo el reflejo de la pérdida de identidad de los gobiernos frente al bien común; entonces las masacres, las prácticas como la represión, la inanición, la esterilización, el exilio, y en ultimas la exterminación, están totalmente fundamentadas pues vienen de fuertes creencias.

Es así como un individuo genera un interés que puede ser correspondido por otras tantas personas, al enfrentarse esta similitud, se crean acuerdos que no son solo políticos o económicos, también tienen una fuerte carga social, religiosa, étnica cultural, racial entra otras.Estas alianzas fomentan el don de la autoridad que permite, a través de cualquier medio, conseguir lo que se proponga.

Para concluir, el genocidio y el eliminacionismo son vías para mantener la supervivencia de los países en el entorno internacional, y así mismo para los realistas estos son métodos que les permiten de una u otra forma desarrollar su línea de pensamiento.

El genocidio es, tal vez, uno de los métodos más utilizados por los gobiernos, no solo promovidos por los intereses particulares, sino también como los realistas afirman, por las características e impulsos de la naturaleza humana.

Las ideas eliminacionistas no parten del simple hecho de tener mando, hace falta que se conjuguen elementos de deseo y ambición que estructuren unos ideales capaces de sobrepasar la vida humana y caer en conductas que destrocen a las personas de la forma más aberrante, que a través del poder se conviertan en instrumentos para sobrevivir y aquellos quienes no hacen parte, siempre saldrán perdiendo.
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Bibliografía
• J.S. GOLDSTEIN & J.C. PEVEHOUSE, “International Relations” 9th Edition. Págs: Ed. Pearson, 2010.
GOLDHAGEN Daniel Jonah, “Worse than war” Cap 1 & 2. (2009)
• REYES, Oscar. “Israel y Palestina: O de la teoría realista de las relaciones internacionales (I)”. 2006. Extraído de:http://www.analitica.com/va/internacionales/opinion/9836486.asp  Fecha de consulta: 02/26/2010
• MORGENTHAU, Hans, Política entre las naciones. La lucha por el poder y la paz, Grupo editor latinoamericano, Buenos Aires, 1986, Extraído de : http://marcelgross83.blogspot.com/2008/01/la-teora-realista.html
Fecha de consulta: 02/27/2010
• “Mass Slaughter is a systemic problem of the Modern World” Entrevista a Daniel Jonah Goldhagen.(2009) Extraído de:
http://www.spiegel.de/international/germany/0,1518,653938,00.html
Fecha de consulta: 02/27/2010

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