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REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA

Por: Aguasanta Leal

Actualmente una de las principales aportaciones positivas a la información es la inmediatez debido al alcance de los teléfonos inteligentes, a lo que se suma el ahorro de papel que ayuda a la ecología gracias a que se ha disminuido la tala de árboles. La principal preocupación es que quienes no tienen alcance a la tecnología no pueden estar realmente informados y el consecuente efecto negativo en el hábito de la lectura. El periodismo digital ha creado una revolución informativa que se refleja en un exceso de información, con una contracara en la incomunicación y el avance de una sociedad individualista.

La reconversión mediática, que se refleja en las múltiples plataformas en la web y en las narrativas transmedias,  es una lógica evolución del avance de la tecnología que, seguramente, tendrá un impacto hasta en los aspectos cotidianos, que uno cree que son difíciles de desprender de la sociedad, aunque no en las generaciones más jóvenes que logran adaptarse con mayor facilidad a los cambios.

El desarrollo tecnológico en la comunicación ha hecho que ya nadie dude sobre la desaparición del diario en papel, un aspecto positivo por el lado del cuidado del medio ambiente. Lamentablemente la prensa de papel fomenta la tala de árboles cuestión que nos daña en muchos aspectos ecológicos.

Pero también tiene sus aspecto negativos: la difusión de noticias falsas por las redes sociales –la posverdad–, la cantidad de tiempo frente a pantallas con la consiguiente pérdida de la comunicación cara a cara, daños a la cotidianidad y a sanas costumbres sociales.Y no menos importante, el daño que provoca al hábito de la lectura y a la actitud de comprender la realidad.

Los usuarios de los medios digitales creen que es posible comprender una problemática solo con leer un titular o un twitter de 140 caracteres, lo que está afectando la manera en que la sociedad es informada o más bien mal informada.

Cuando se sufre grandes pérdidas de audiencia, que tiene efectos económicos, es necesario ofrecer más valor agregado que justifique el consumo de noticias y tratar de que el producto web complemente y no sustituya el producto impreso. Estamos en un tiempo en el que sino evolucionas eres destruido. Es por eso que las empresas periodísticas deberán repensar sus estrategias de negocio. Estamos en un siglo XXI de constante evolución y los medios deberían estar a la altura de las circunstancias de una sociedad  en que el sello distintivo es el cambio.

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