El mercado de hoy conlleva grandes cambios que demandan gerentes con una amplia visión global. Es por ello que las universidades, en especial las escuelas de negocios, son las llamadas a formar directores capaces de planear, desarrollar y ejecutar estrategias a nivel mundial. En otras palabras, capacitar gerentes locales con perspectiva internacional.
Ya no es suficiente tan solo una preparación teórica sobre un tema, el reto de los programas de posgrado es ofrecer a sus participantes experiencias integrales en diferentes regiones del mundo, lo que a su vez permite a los líderes empresariales abrir las puertas de sus compañías a una red de contactos y oportunidades ilimitadas. Es por ello que la Universidad Sergio Arboleda, a través de su campus en Madrid, España brinda a sus estudiantes la posibilidad de vivir experiencias de internacionalización, donde tienen la opción de tomar seminarios y cursos de verano con docentes de las mejores universidades de Europa y Asia, además de realizar visitas académicas, culturales y empresariales a importantes organizaciones en Madrid, Ginebra, Valencia, Barcelona, entre otras.
A través de su Escuela de Negocios, PRIME Business School, la universidad ofrece la Maestría en Administración de Negocios (MBA), en los campus de Bogotá y Barranquilla, con el fin de dar a los gerentes herramientas y competencias que les permitan obtener resultados positivos en su gestión.
Esta apuesta académica está orientada por lo que se ha denominado la filosofía de las 4 íes: Intelectualmente desafiante, Integridad como filosofía de vida, Internacional en su visión e Innovadora en procesos de aprendizaje y enseñanza. Con lo que se pretende que los participantes desarrollen habilidades duras y blandas para la gestión de sus empresas en un contexto multicultural, en el que la tecnología marca el ritmo de las evoluciones y esto requiere una gran capacidad de adaptación y flexibilidad.
El MBA de la Universidad Sergio Arboleda, que recientemente fue seleccionado por la revista América Economía como uno de los mejores del continente, combina una alta formación gerencial, con profundización en áreas funcionales, sectoriales y corporativas, que se articulan con el desarrollo de aptitudes interpersonales necesarias para un destacado gerenciamiento empresarial, como lo son el humanismo, la negociación relacional y la gerencia de la felicidad.
Es por ello que un director debe estar actualizado permanentemente en las últimas tendencias, herramientas y estrategias de alta gerencia. Pero también se debe caracterizar por estar preparado para liderar equipos bajo competencias del ser humanista y coherente que integre objetivos tanto rentables económicamente como sostenibles para el capital humano. Así, la educación ejecutiva, además, resulta una gran aliada en la comprensión de estos retos que se plantean en el entorno empresarial, así como la construcción y aplicación de destrezas que permitan cumplir con éxito los objetivos de las compañías.