Resulta indudable que el desarrollo de las energías renovables tiene un futuro promisorio en Colombia, a la par de un fortalecimiento de las fuentes tradicionales de energía. La firma de los acuerdos internacionales de París de diciembre de 2015, estimulará el desarrollo de energías más limpias en el mundo, a la par de avances tecnológicos que lo propicien, siendo para Colombia especialmente importante el potencial que ofrecen la energía solar, la energía eólica, de biomasa y de hidroenergía, principalmente.
A juicio de los empresarios del sector, agrupados en la Asociación de Energías Renovables (SER), es necesario contar con una regulación que estimule el desarrollo de estas fuentes de energía para garantizar su rentabilidad en el lago plazo y darle mayor solidez a una matriz eléctrica que reduzca problemas ambientales, así como las vulnerabilidades evidenciadas a raíz del fenómeno de “El Niño”.
Si bien la Ley 1715 prevé beneficios tributarios y fiscales para empresas de energías renovables, los expertos coinciden en que es indispensable su reglamentación, y en tal sentido, que la reforma tributaria prevista para fines del presente año no reduzca los incentivos al sector, de manera de no afectar la competitividad de estas fuentes de energías limpias, frente a las fuentes tradicionales de energías fósiles.
Hasta el presente, no obstante el potencial existente, el uso de energías limpias en el mercado de la generación de energía eléctrica en Colombia no llega al 1%, en especial por la dificultad de las empresas para asegurar el financiamiento de los proyectos, determinado por las expectativas de rentabilidad de los mismos en el mediano y largo plazo.
Es de estacar que el potencial eólico de La Guajira podría permitir una generación de 20.000 megavatios, capaz de satisfacer la demanda nacional, pero lo importante sería priorizar los aspectos de viabilidad de los proyectos y de garantías a través de subastas de largo plazo, según lo afirma la SER. Es del caso mencionar que al nivel mundial, el 50% de los proyectos de expansión de energía está basado en energías renovables, marcando una gradual pero marcada tendencia incremental hacia el largo plazo.