Internet ha tenido un impacto global: ha cambiado desde la percepción del ser humano acerca de sí mismo, hasta la forma en que se relaciona y se comunica, pasando por aspectos vitales del día a día como el consumo, el mercado y los negocios.
La expansión de la demanda y oferta de bienes y servicios en plataformas digitales ha alcanzado niveles nunca antes imaginados. Esto ha impulsado la creación y expansión de empresas nativas digitales, que mueven miles de millones de dólares e involucran millones de vendedores y compradores en una red de mercado con alcance mundial.
Alibaba está catalogada como una de las 10 empresas nativas digitales más exitosas del mundo. Este minorista internacional surgió en China en 1999 y no ha parado de crecer en su mercado nacional e internacional. Una clave de su éxito ha sido la creación de líneas de negocio igualmente exitosas, alrededor de su modelo principal. Así, ha abarcado diversos modelos de negocio pero con algo en común: todos fueron conformados como negocios inteligentes. El articulo “Alibaba and the Future of Business”, publicado en Harvard Business Review en septiembre de 2018 describe ese proceso.
Un negocio inteligente se define cuando actores de un mercado participan en una red global para recopilar y almacenar abundantes datos en tiempo real y de manera rápida. Dicha recolección de datos permite generar, a su vez, algoritmos eficientes, y el conjunto origina una gran ventaja competitiva. La creación de un negocio inteligente brinda múltiples ventajas para las empresas, pero su implementación requiere ciertos pasos que deben ser desarrollados correctamente.
La primera fase se centra en la tecnología, enfocada no solo a procesos internos para la captació,n sino también a brindar una mejor experiencia de usuario por medio de sistemas de aplicativos, códigos QR, páginas web y demás. La segunda fase se conoce como “softwaring”, la cual señala que el uso de un software tradicional es poco flexible para la empresa y el consumidor; por la manera en que recopila la información es imposible que el sistema capte eficientemente reacciones o comentarios del consumidor los cuales son válidos en el momento de recolectar los datos.
La tercera fase corresponde a la expansión del flujo de datos. En esta, a mayor número de datos, mejores herramientas pueden ser usadas en diversas áreas de la compañía. No solo se recopila información del entorno propio de la empresa sino que también es posible tomarla de entornos ajenos, como los de la competencia o productos y/o categorías similares.
La última fase es una de las más importantes: si se realizaron de manera correcta las primeras tres fases, la información captada de diversas fuentes puede ser demasiado voluminosa como para ser analizada. Surge entonces la necesidad de implementar un sistema eficiente de algoritmos, los cuales pueden ser visualizados instantáneamente en las plataformas digitales por medio de sugerencias personalizadas, automáticas y en tiempo real, o mediante la implementación de un diseño que responde a las necesidades. Todo ello se traduce en una navegación fácil y rápida entre páginas web, aplicaciones y otras plataformas.
En conclusión, se puede argüir que hoy es de vital importancia que toda empresa, sea nativa digital o no, tenga presencia en internet. Tener un papel digital no es el único paso: a esto se deben unir estrategias como la recolección de datos eficientes, el uso de la tecnología a favor del consumidor y una transformación de las empresas a negocios inteligentes.
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