Llegamos a Río para vivir con toda la comunidad sergista uno de los eventos deportivos más grandes del mundo, los Juegos Olímpicos. A partir de hoy y hasta el próximo 21 de agosto les contaremos diferentes historias del certamen olímpico.
Esfuerzo, disciplina y dedicación, así definimos al primer colombiano en alzar una medalla olímpica en Río 2016. Hoy todo es alegría y jubilo para el atleta colombiano, pero su camino no ha sido fácil.
Figueroa viene de una familia de Tadó – Chocó con tradición minera y de pescadores, es oriundo de Zaragoza, Municipio de Antioquia y es el segundo de cuatro hijos. A los 9 años de edad, él y su familia salieron como desplazados del conflicto armado, llegaron a Cartago, Valle del Cauca y allí se radicaron.
Óscar era un deportista intenso, practicaba el fútbol, baloncesto, karate y levantaba pesas, hasta que uno de sus profesores le aconsejó que siguiera con las pesas, pues demostraba tener muy buenas aptitudes. Desde ahí comenzó a entrenar y se trasladó a Cali para continuar su carrera, llegó a vivir en un inquilinato pagado por su entrenador. Su talento era nato, eso sí, mucha disciplina, sus logros lo llevaron a triunfar en torneos interdepartamentales y así consiguió el apoyo del Instituto de Recreación y Deporte del Valle del Cauca, el cual lo llevó a la casa del “Deporte”, lugar donde se hospedan deportistas que reciben un ausilio deportivo.
Atenas 2004, en la categoría de 56 killogramos obtuvo el 5to lugar.
Pekín 2008, en la categoría de 62 killogramos, lesión y eliminación.
Londres 2012, en la categoría de 62 killogramos, medalla de plata.
Este lunes el sueño se cumplió, las lágrimas no tardaron en aparecer, Óscar logró un Oro olímpico para Colombia, es el único colombiano en sumar un oro y una plata y se convirtió en el primer hombre del país en colgarse una presea dorada.