El estudio de la tributación en un país como el nuestro está marcado por una tendencia al cambio. Por eso, en materia de impuestos, esta situación forma parte del día a día no solo para quienes están obligados a cumplir con ellos sino, además, para quienes ejercen la labor de asesorar al contribuyente. En tal sentido, son cambios que afectan notoriamente el entorno general de los negocios.
Poderosa razón para que su estudio sea considerado como de trascendental importancia y centre su mirada en una interpretación de carácter multidisciplinario, atendiendo esencialmente a componentes de tipo contable, financiero, administrativo, jurídico y, quizás el más importante, al componente ético.
Esta visión integral será, entonces, la que permita dirigir y gestionar temas tributarios tanto en personas naturales como jurídicas y demás organizaciones empresariales. Solo así, será posible un acompañamiento eficaz y coherente, de cara a superar las disyuntivas que expone esta realidad.
Así, el panorama está dado para que las empresas colombianas se preparen al interior de su gestión administrativa, con estrategias claras y concretas que permitan atender oportuna y eficazmente las obligaciones tributarias. Y para lograrlo, la exigencia es clara: apoyarse en profesionales integrales, con las competencias y la formación conveniente e idónea para asumir una alta dirección basada entre otras cosas, en una transparente gestión tributaria.