por: Antonietta Carruyo Frye | Co-fundadora de Experiencias Ayáka
Docente de la Maestría Gestión de la Innovación y Emprendimiento Digital.
Recientemente tenía una conversación poderosa con un equipo de trabajo de 9 personas, todos con cargos claves de liderazgo dentro de la organización de quienes dependía gran parte de la movilización de las 300 personas de la compañía.
Después de la sesión una persona se me acercó y me dijo “ojalá se le sacara el tiempo a este tipo de cosas más seguido”. Le dije que de hecho se podía lograr si todo el tiempo se trabajara en una cultura curiosa e inquieta. Me miró a los ojos y me dijo “el único tiempo que tenemos disponible en un día será como 20 minutos por mucho”. Al retirarme de la sala me quedé pensando en cómo diseñar planes de acción para optimizar el tiempo de manera provechosa en un mundo en dónde “no hay tiempo”. Y claramente esa conversación fue el detonante inspirador de este artículo que te estoy compartiendo el día de hoy.
Lo primero que hay que dejar claro es que si existe en el mundo un recurso que todos compartimos en igualdad, es el tiempo; no importa el lugar del mundo en el que vivas, si eres alto o pequeño, si hablas un idioma u otro, todos compartimos las mismas 24 horas.
Dicho esto, lo que hacemos en estas 24 horas y nuestro relacionamiento con “el tiempo” es de cada uno de nosotros, nos pertenece. Diversos estudios demuestran que la atención sostenida sólo puede mantenerse durante cortos períodos que no superan los 15 minutos. Como el aprendizaje de nuevos conceptos o destrezas requiere un tiempo de procesamiento y asimilación, deberíamos organizar nuestros contenidos de inspiración en bloques que no superaran los 20 minutos.
Hoy voy a proponerles 2 posibles caminos para aprovechar el tiempo al máximo y activar el pensamiento creativo; ojo a esto y es que existe infinidad de caminos, pero si aún no tienes una disciplina o rutinas creativas, seguro estos dos son un buen punto de partida:
1.200 segundos para escuchar el episodio de un podcast que haga tu mundo más grande. Lo puedes hacer mientras te desplazas de un lugar a otro, mientras sacas a darle una vuelta a tu mascota, o mientras preparas el desayuno. Aquí van mis 3 recomendados:
El club de las cabezas cuadradas: ¿Preparado para retar el orden de las cosas y salirse de lo tradicional? Este podcast te reta la forma en la que ves actualmente lo cotidiano.
El camino de la creatividad: Un lindo podcast sobre el despertar creativo. El creador tiene un libro con el mismo nombre.
Creative Talk Podcast: Este podcast habla sobre creatividad, arte, tecnología, negocios, pero sobre todas las cosas sobre el futuro. Cada episodio dura más de una hora, pero te propongo escuchar un episodio en diferentes bloques de tiempo.
1.200 segundos para leer un libro en un mes, ¿Cómo? Invirtiendo 20 minutos al iniciar el día a leer un capítulo de un libro que te movilice, mientras lo acompañas por supuesto con la mejor bebida creativa: un delicioso café.
El camino del artista: Un enfoque más espiritual y profundo de lo que significa activar la creatividad, más allá de lo que nos dijeron de pequeños que sólo se puede activar si tocas un instrumento o estudiaste publicidad.
Libera tu magia: Un libro para identificar los miedos, soltar carcajadas de anécdotas e historias de bloqueos creativos (que a todos nos pasan de una u otra forma) y confiar en tu intuición.
Free Play: la improvisación en la vida y en el arte. Libro obligatorio para todo aquel que sienta que debe volver a canalizar la curiosidad, la presencia y la espontaneidad en sus labores diarias.
Para finalizar te propongo un ejercicio de sabiduría colectiva: Generemos juntos fuentes de inspiración de 20 minutos, ¿te unes a esta exploración?