El país decidió no desarrollar nuevas fuentes de energía en los anteriores gobiernos, de otro modo en esta crisis energética se tendría complemento de plantas solares, geotermia o eólicas.

La crítica situación de las reservas energéticas del país indica que todo depende del clima y del escenario en que se encuentran los embalses.

El fenómeno del niño evidencia que la sociedad piensa que Colombia tiene energía para años pero el país es vulnerable al cambio climático.

Durante los años noventa Colombia decidió apoyar el gas por ello actualmente hay térmicas a gas, diésel, carbón. Es decir se siguió trabajando con combustible fósiles. El Gobierno debe replantear una estrategia a largo plazo, pues los diversos fenómenos climáticos están acabando con las reservas de hidrocarburos. Hoy en día no hay una cifra exacta para saber a partir de cuándo se debe reaccionar, lo que resalta la desgracia que el país no haya hecho una apuesta a energías alternativas.

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