LA SERGIO ARBOLEDA EN LA CONSTITUYENTE DE 1991: UN LEGADO QUE INVITA A REFLEXIONAR SOBRE EL PRESENTE
A más de tres décadas de la promulgación de la Constitución de 1991, la Universidad Sergio Arboleda ...
Olga Amparo Rojas de Martínez fue testigo del origen y evolución de la Escuela de Artes y Música de la Universidad Sergio Arboleda. De su rol como Vicedecana, destaca las enseñanzas que le ha dejado cada persona que hace parte de la Institución. Para “Amparito”, como es conocida por la mayoría de Sergistas, una de sus grandes satisfacciones ha sido graduar músicos, profesionales y humanistas. Ella espera ser recordada por el amor con el que cada día trabajó por el crecimiento de su Escuela.
¿Cuándo llegó a la Sergio y cómo era la Institución en ese momento?
En agosto cumplo 15 años de estar en esta Universidad. Venía de trabajar 20 años en la Escuela de Música Mauricio Cristancho, que era muy reconocida en Colombia. Posteriormente, se fusionó con La Sergio para convertirse en la Escuela de Artes y Música. Yo estuve durante los ocho meses que duró la negociación. La Universidad me encantó por su humanismo, por los directivos y empleados que encontramos en ese momento, toda gente maravillosa. Siempre la vi como una institución en crecimiento.
¿Cómo recuerda su primer día en la Sergio?
Lo recuerdo con mucha alegría, íbamos a hacer parte de la Escuela de Filosofía, llegábamos con todos nuestros alumnos y profesores de la Escuela Cristancho y empezábamos un nuevo ciclo de crecimiento.
¿Qué ha sido lo mejor de ser Vicedecana de la Escuela de Artes y Música de La Sergio?
Han sido muchas cosas a lo largo de estos 15 años, pero creo que lo más lindo ha sido mi enseñanza y también mi aprendizaje para lograr, con todo mi amor, que nuestra Escuela sea una de las mejores facultades de música del país.
¿Cuál ha sido uno de los mejores momentos que ha vivido en La Sergio?
Son muchos, cuando nos volvimos Escuela de Artes y Música, cuando se graduaron los primeros profesores que venían de la Cristancho y, por supuesto, uno de los mejores momentos sigue siendo cuando me dicen, gracias “Amparito”.
¿Cuál es la impronta de la Escuela de Artes y Música?
Formar grandes músicos, profesionales y humanistas.
¿Quién es el estudiante que más recuerda?
John Guerrero, un egresado brillante, que hoy es profesor nuestro, su historia de vida es muy linda.
¿Cómo quiere que la recuerden en la Escuela de Artes y Música?
Espero que me recuerden como soy y que lo que hice, fue con todo mi amor.
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