The Nature Conservancy (TNC) realizó un cálculo donde, combinando datos del secuestro de carbón que realizan los ecosistemas en buen estado, reveló que con la restauración de ecosistemas deteriorados y la preservación de los que aún están en buen estado, se podría reducir hasta un 35% las emisiones globales para que el planeta se mantenga por debajo de los dos grados de temperatura que aumentó a finales de siglo.
Patricia Espinosa, secretaria del cambio climático de la ONU, afirmó en el Congreso Mundial de la Naturaleza que se realiza en Hawái, Estados Unidos, que la conservación de la naturaleza es el “mejor aliado” en la lucha contra el calentamiento global. Lo es no solo por el poder que tiene para reducir emisiones, sino también por la capacidad de proteger a las personas frente a los efectos del cambio climático.
“Protegiendo bosques, pastos naturales y ríos garantizamos agua en cantidad y calidad, imprescindible en las sequías y para cultivos que sufrirán cada vez más estrés hídrico. Cuidar mejor la naturaleza no solo es conservar la biodiversidad, es protegernos en el futuro”, afirmó David Howell, portavoz de cambio climático de la ONG española SEO/BirdLife.
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