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LA NECESIDAD DE LA COMPASIÓN

La sociedad contemporánea, en general, adolece de compasión auténtica y profunda y, precisamente por eso, desprecia las disciplinas, campos, saberes, modos de vida y religiones que aboguen por conductas de indiscutible compasión.

La sociedad contemporánea, en general, adolece de compasión auténtica y profunda y, precisamente por eso, desprecia las disciplinas, campos, saberes, modos de vida y religiones que aboguen por conductas de indiscutible compasión. Sucede que la actualidad desconoce la virtud de la compasión y su verdadero significado. Lo anterior se constata al ver las maneras en que el ser humano ha desplazado de su corazón a la compasión, suplantándola por un indiferentismo cruel e ignorante, el cual resulta en una desatención del sí mismo, los otros y lo otro.

En vista de la angustiosa realidad mencionada, la cual muestra, a la postre, una notoria descomposición del entramado humano, la Escuela de Filosofía y Humanidades, desde el Área de Cultura Religiosa y usaHUMANITAS -Centro de Formación Continuada en Humanidades-, organizó el conversatorio intitulado: “Hacia una Ética de la Compasión. Análisis desde el cristianismo, el budismo y la filosofía”.

Durante el conversatorio se evidenció que tanto el budismo como el cristianismo comparten un punto de encuentro importantísimo en la cuestión de la Compasión. En ambos discursos la compasión constituye la columna vertebral del desarrollo de sus respectivas espiritualidades – ética, moral y doctrinal-. Tal y como se reveló en el conversatorio, en el cristianismo, por ejemplo, la compasión tiene su origen en Dios Padre, compasivo y misericordioso, que ha enviado a su Hijo único, Jesucristo, para salud y salvación del género humano; esto lo encarna el cristiano al practicar el mandamiento del amor a Dios, al prójimo y a sí mismo. Del Budismo pudo señalarse su atención a la compasión, práctica que tiene como centro de su doctrina, en razón de que, al ser compasivos, las personas alcanzan la sabiduría y, por ende, la felicidad.

Finalmente, el discursó filosófico profundizó en la temática de la compasión desde acontecimientos puntuales de crueldad humana, como el caso del Nazismo. El Dr. Camilo Noguera Pardo, que fue la persona encargada de mostrar los aportes de la filosofía a la temática de la compasión, explicó algunas de las teorías éticas que tuvieron como fuente el escándalo nazi; arquetipos teóricos que exigen compasión. Para ilustrar acerca de dichos paradigmas, esbozó las líneas generales de la ética de Teodoro Adorno, con su imperativo negativo, y la caracterología de Hanna Arendt y su banalidad del mal. Por último, revisó la propuesta ética del catalán Joan Carles Melich, haciendo especial énfasis en su pedagogía de la compasión, e invitó al público a desarrollar maneras compasivas y abandonar la amenaza constante de lo deshumanizante.