A principios de 2020, varios estudiantes de La Universidad Sergio Arboleda tuvieron la oportunidad de viajar al exterior para vivir su experiencia de intercambio. No obstante, a finales de marzo, empezó el aislamiento obligatorio por el Covid-19, inesperado para todos, y esto cambió la forma en que muchos tuvieron tal vivencia.

Particularmente, Édgar Andrés López Rosero, estudiante de la Escuela Mayor de Derecho, viajó de intercambio a Italia para estudiar en la Universidad Degli Studi di Roma Tré, durante el primer semestre de 2020. Hoy, continúa allí y quiso compartir con nosotros algunas situaciones y anécdotas que vivió por la pandemia y, por supuesto, el apoyo que recibió por parte de La Sergio en este difícil tiempo.

¿POR QUÉ ELEGISTE ITALIA?

Siempre me ha fascinado la cultura italiana, me gustan mucho el cine y el idioma y, anteriormente, tuve la oportunidad de estudiar italiano en el Istituto Italiano di Cultura. En mi subconsciente sabía que algún día me iría para allá. Entonces, tras terminar mis estudios del idioma, y estando en quinto semestre en La Sergio, decidí que era el momento indicado. Con la Oficina de Relaciones Internacionales revisé mis posibilidades y vi que cumplía con el promedio requisito para viajar.

Debo decir que tenía también la posibilidad de estudiar en Roma, lo que para un abogado o estudiante de Derecho es clave, ya que debemos ver Derecho romano, sin importar en dónde estemos. Por eso, esta oportunidad es algo que a uno le queda para toda la vida, es una experiencia que no tiene precio, lo marca por dentro a uno y a la familia y solo reporta alegrías. Mi mamá y mi hermana pudieron visitarme hace poco y coinciden en que fue la mejor decisión que pude haber tomado.

¿CÓMO HAS RESPONDIDO A LA EXIGENCIA DE MATERIAS QUE SE DICTAN EN INGLÉS E ITALIANO?

Cuando inicié el proceso de homologación de materias, debía ver algunas de estas que aquí son en italiano, entonces vi Derecho Administrativo y Comercial en este idioma, y pues, una cosa es decir “come stai?” “ciao” “buon giorno” “mi piace la pasta”, etc., pero otra muy distinta es hablar con un lenguaje jurídico e interpretar leyes, porque el abogado habla su propio idioma; así que, al principio, fue difícil, pero los profesores son muy comprensivos con quienes tenemos una lengua materna diferente.

También vi muchas materias en inglés: Derecho anglosajón o arbitraje internacional, por ejemplo. Por fortuna, me gusta mucho este idioma y como en la Escuela de Derecho de La Sergio, los profesores nos exigen leer en inglés y redactar muchos resúmenes y ensayos de textos con contenido jurídico en inglés, entonces todo esto me preparó para enfrentar este desafío.

¿QUÉ PUEDES DECIR DE TU INTERCAMBIO?

Sinceramente, me siento como en casa. Los italianos son muy cálidos, amables y amigueros; a muchos les gusta aprender español o lo hablan un poquito, además, conocen mucho de Colombia: recuerdan al Tino Asprilla, cuando jugó para el Parma, saben de música y de deporte.

Con todo, debo decir que en algún momento tuve mucha frustración porque con mi familia hicimos enormes esfuerzos para organizar mi viaje desde Colombia hacia Italia. Pero cuando yo llegué, también llegó la pandemia y con ella las clases virtuales. Ten en cuenta que yo llego a Italia y este país fue el primero en Europa en ser drásticamente afectado por este virus y el mundo tenía los ojos puestos en Italia… fue el primer país de Europa que cerró sus fronteras.

No podía salir de mi casa ni hacer nada. Ahora bien, la Universidad Sergio Arboleda fue muy atenta y estuvo conmigo en todo momento. El decano me llamó directamente porque sabía de la situación en Italia, el vicedecano también: “Ey, Andrés, estamos llamándote para decirte que estamos pendientes de tu situación, cuídate, ¿cómo estás de salud?” … Fue un cruce de emociones, una dicha por estar acá finalmente cumpliendo un sueño, gracias a La Sergio, pero también la frustración porque me quedé aquí encerrado por mucho tiempo.

De todas las experiencias formadoras y críticas que uno pueda tener, uno aprende. En este caso, a conocerse uno mismo, a ser más ordenado con el tiempo, y eso es algo que todos en la pandemia hemos aprendido a vivir, a sacarle frutos a la organización del tiempo.

Hoy, el balance es altamente positivo. Sobre todo ahora porque ya están volviendo las clases presenciales y aquí muchos ya se han vacunado, incluso, como en mi caso, con la tercera dosis. Las bibliotecas están abiertas, los cines, museos y gimnasios. Volver a las aulas era lo que me faltaba, interactuar con mis compañeros, con los docentes… Es que así es que uno empieza a entrelazar, a formar ese tejido social, a interactuar, a conocer otras culturas.

Estoy infinitamente agradecido con La Sergio porque pudo entenderme y así nunca me sentí solo. Gracias también a la Decanatura, porque de ellos recibí asesoría psicológica. Gracias a la ORI y a mi Escuela, porque siempre estuvieron para mí.

¿QUÉ TE HA SORPRENDIDO DE LOS ITALIANOS?

Bueno, para los italianos que alguien coma pizza hawaiana es un crimen. A mí me encanta así y con pollo y champiñones, también los panzerotti a la boloñesa. Pero, aquí se ven unas costumbres que en Colombia no tenemos, por ejemplo, consumen el espresso o el capuccino con mucha azúcar. Yo viví en Medellín y allá tomamos café y tinto, pero sin azúcar, porque cambia el sabor del café.

¿QUÉ LUGARES DESTACAS DE ITALIA?

He viajado a Sicilia, a Palermo, a Catania y a Verona, la ciudad de Shakespeare, donde tuvo lugar la historia de Romeo y Julieta; esta última es muy bonita porque parece un pueblito de pesebre, es perfecta, muy limpia y organizada. Conocí, al lado de la universidad, la basílica de San Pablo Fuori Muri (fuera de los Muros), es hermosa, y tenerla tan cerca es espléndido. Es la segunda catedral más grande de Italia, después de la de San Pedro. Paso por ahí y quedo ensimismado con la magnitud de esta joya arquitectónica.

TU CONSEJO PARA LOS SERGISTAS QUE ELIJAN ITALIA PARA SU INTERCAMBIO…

Sería ideal que tengan un dominio intermedio del idioma, porque si reciben todas las clases en inglés, les será más difícil integrarse y conectarse con la cultura italiana. Por eso, sugiero que se tomen un semestre para estudiar el idioma y así no tendrán un mayor impacto en la comunicación y podrán desenvolverse mejor. Sin embargo, es clave contar con un buen nivel de inglés, porque la mayoría de las materias serán en ese idioma. Ahora bien, es indispensable la comunicación con la oficina de relaciones internacionales de la universidad italiana, pues allí orientan muy bien al estudiante.

Los invito a que aprovechen las alternativas y oportunidades que promueve la Oficina de Relaciones Internacionales (ORI) de La Sergio. La mía fue una experiencia maravillosa y enriquecedora en Italia. La Universidad siempre me apoyó, estuvo conmigo desde el principio y hasta el final. Solo he tenido enseñanzas y mucho crecimiento personal y profesional.

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