Diego Armando Barreto, docente de la Escuela del Deporte de La Sergio, fue uno de los seleccionados para realizar su ponencia en el Congreso Mundial de Ciencia y Futbol, organizado por la Facultad de Ciencias del Deporte y Educación Física de la Universidad de Coímbra, que reúne a expertos e investigadores internacionales que trabajan en el avance y desarrollo de tecnologías en el fútbol.

La experiencia representó para Diego Armando la oportunidad de conocer Europa, disfrutar de una nueva vivencia intercultural, y descubrir nuevas facetas del deporte. “Fue grandioso. El evento me facilitó el aprendizaje en lo que respecta al fútbol, además, me permitió conocer otra cultura, otra sociedad, y otras costumbres. Visité algunos lugares históricos en el centro de Madrid, y estuve en la Universidad de Coimbra, fundada en 1290, una de las universidades más antiguas del mundo”.

Gracias a esta ponencia, realizada en inglés, el docente también dio a conocer los resultados de su tesis de maestría en Ciencias del Deporte, así como los proyectos que se desarrollan alrededor del fútbol y que pueden aportar al crecimiento profesional de los Sergistas.

“Me impactó el alto nivel académico con el que se desarrolló el Congreso Mundial de Ciencia y Fútbol. Me sorprendió gratamente que en una disciplina como esta, hubiese un nivel tan alto de investigación, algo que desde el programa en Dirección Técnica de Fútbol buscamos, es decir, encaminar la investigación y trabajar para reforzar esta labor”.

Es así como, desde ya, se están gestando semilleros de investigación científica aplicada al fútbol, que buscan beneficiar a la comunidad Sergista y, por supuesto, fortalecer esta área desde bases internacionales.

El docente destacó, finalmente, el acompañamiento que tuvo desde su Escuela y la Oficina de Relaciones Internacionales. “Cuando fui seleccionado para hacer mi ponencia en el congreso, empecé a tocar puertas, una de ellas, la Escuela del Deporte, y conté con una muy bonita recepción a esta solicitud, con el apoyo del vicedecano, del director, de la coordinación académica y, por supuesto, con la ORI. Solo así fue posible vivir esta experiencia”.

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