Por: Adriana Araujo Salcedo.

El pasado 11 de marzo el astrónomo Krisztián Sárneczky, del Observatorio Piszkéstető en Hungría, detectó un pequeño rastro de un asteroide que estaba a menos de dos horas de impactar a la Tierra. El 2022 EB5, como se denominó al objeto, fue capturado por Paolo Bacci y Martina Maestripieri del Observatorio Astronómico San Marcello Pistoiese en Italia, a 12 minutos antes de que entrara en la atmósfera, cuando estaba a solo 12.300 kilómetros de la Tierra y a una velocidad aparente cercana a las 65″/seg.

El asteroide cayó al suroeste de la isla noruega Jan Mayen, situada a medio camino entre el océano Ártico y el Atlántico Norte. El objeto cercano a la tierra del tipo Apolo tenía dos metros de diámetro y tuvo una velocidad de entrada de aproximadamente 18 km/s. Después de su impacto, investigadores de la Universidad Western de Ontario pudieron descubrir que el asteroide al impactar la tierra, liberó una energía de aproximadamente 4 Kilotones de TNT.

Este tipo de evento astronómico no es el primero registrado, de hecho, es el quinto impactor descubierto con apenas unas horas antes del chocar contra la Tierra. Los anteriores han sido los 2008 TC3, 2014 AA, 2018 LA y 2019 MO. Un punto importante en el estudio de asteroides es el poder tener la oportunidad de recuperar material metorítico, y con ello, poder saber la composición del cuerpo celeste o mejor aún el progenitor del mismo.

Por ejemplo, fragmentos del 2008 TC3, recuperado en el desierto de Nubia, en Sudán, revelaron una composición bastante rara. Un material meteorítico llamado ureilitas que tiene una composición mineral con un alto contenido de carbón. De este material, lo más extraño es que no se conoce su procedencia, lo que imposibilita el poder saber el progenitor de ese material meteorítico.

Por otro lado, con respecto al, 2018 LA, se sabe que luego del respectivo análisis, que el material meteorítico recuperado en la frontera entre Botswana y Sudáfrica reveló que provenía de Vesta.

Lamentablemente, por la ubicación donde cayó el 2022 EB5 es poco probable la recuperación de material, por lo que es difícil saber el tipo de meteorito. Por último, este tipo de evento revela, una vez más, la importancia de la constante vigilancia de estos objetos, como de la inversión tecnológica con miras a la defensa planetaria.

Es preciso recordar que la Universidad Sergio Arboleda hace parte de la campaña “Colombia busca asteroides”, una iniciativa internacional creada por la firma Colaboración Internacional de Búsqueda en Astronómica (IASC), para que ciudadanos del territorio nacional descubran, estudien e investiguen nuevos cuerpos celestes del Sistema Solar por medio de paquetes de imágenes y documentos científicos.

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