El encuentro, organizado por la Oficina de Relaciones Internacionales (ORI) y el Departamento de Bienestar Universitario, se llevó a cabo de manera virtual el pasado 18 de julio. Este espacio brindó herramientas de apoyo y actividades para fortalecer el proceso de adaptación en el exterior de los estudiantes de las tres sedes, quienes están próximos a realizar su movilidad nacional e internacional.

En la reunión participaron Juan Andrés Leuro, quien realizó un programa de titulación adicional con la Universidad Politécnica de Valencia – UPV; William Padilla, Carlos Ocampo y Luisa Aldana, quienes realizaron intercambio en la Universidad del Desarrollo, Universidad Católica del Norte de Chile – UCN y la Universidad de Belgrano respectivamente. Los estudiantes compartieron su proceso, vivencias y enseñanzas obtenidas a lo largo de su movilidad. Entre los aprendizajes a destacar estuvieron la innovación, resiliencia y seguridad.

“La Universidad Politécnica de Valencia es casi un sueño. Tener un nuevo enfoque de estudio implica también abrir una gran posibilidad para el futuro. Valencia es una ciudad cosmopolita, más pequeña comparada con Madrid o Barcelona, pero con muchas oportunidades para los estudiantes. Además, aunque en España el idioma principal es el español, practiqué bastante mi inglés porque tuve compañeros de cuarto de Italia y Alemania, lo que fortaleció mis habilidades en ese idioma”, mencionó Juan Andrés Leuro.

Por su parte, William Padilla, describió su vivencia como una de las mejores de su vida, haciendo énfasis en el crecimiento personal y profesional que un intercambio puede traer, así como las habilidades adquiridas, principalmente la capacidad de adaptarse. “Te hace ser más resiliente y te permite entender nuevas realidades. Existe una frase muy conocida: las especies más fuertes no son las que sobreviven ni las más inteligentes, sino las que mejor se adaptan a los cambios de su entorno, y creo firmemente que aquellos que tienen la habilidad de adaptarse, pueden hacer lo que se propongan. Quienes tienen la valentía de empacar su vida en una maleta y probar suerte en otro país, son personas que transformarán su vida” puntualizó el estudiante.

En la misma línea, Carlos Ocampo destacó su participación en el intercambio gracias a la beca otorgada por la Alianza del Pacífico. Describió la ciudad de Antofagasta, sede donde vivió su movilidad.“Se los recomiendo porque les cambia la vida. Se enfrentarán a vivir solos, a veces extrañarán a sus seres queridos y se volverán más adaptables y moldeables al cambio. También tienen la oportunidad de crear vínculos con diversas personas y crear momentos inolvidables. En mi caso, vivía con cinco personas más de intercambio y decidimos viajar un tiempo como mochileros. Gracias a eso estuve en Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia, Uruguay, Ecuador y, por supuesto, Chile”.

Luisa Aldana habló sobre la multiculturalidad que encontró durante su estancia en Argentina. “Tuve la oportunidad de viajar a Ushuaia, la ciudad más austral, y llegar hasta la punta de Latinoamérica. También viajé a Uruguay, que está bastante cerca de Argentina. Me cambié muchas veces de casa, lo que me permitió vivir con personas de distintas culturas, como la judía, además de mexicanas y ecuatorianas. Me hice amiga de unas italianas e incluso me encontré con otro estudiante de La Sergio, de la sede Santa Marta”.

Posteriormente, gracias al apoyo de Jinneth Morales Camelo, Luisa Roa y Sthefany Martínez, profesionales del equipo de orientación emocional del área de Bienestar Universitario, se dieron algunas pautas importantes para disfrutar y reconocer las estrategias y habilidades para afrontar esta nueva experiencia:

ETAPAS DE ADAPTACIÓN

1. Vivir la nueva experiencia: se trata de las expectativas que se tienen alrededor del viaje, las primeras semanas llenas de emoción, felicidad e idealización. Durante esta etapa, es importante evaluar el sentimiento que genera el viaje, qué tan preparado se está, cómo se ha planeado y qué tanto de esto se encuentra listo para llegar al destino elegido.

2. El choque cultural: a veces las cosas no surgen como se espera, lo que provoca emociones como frustración, miedo, impaciencia o arrepentimiento. Sin embargo, es parte del viaje y ocurren en la mayoría de los casos. En estos casos, es necesario recordar ser autocompasivos y entender que forma parte de la adaptación.

3. La flexibilidad: está relacionada con el proceso analítico de la realidad disponible y cómo ajustarse a estas nuevas situaciones, fortalecer la habilidad resolutiva y encontrar un ajuste afectivo y efectivo frente al entorno al cual se enfrenta.
4. La adaptación: como paso final, se logra la capacidad de aceptar y confrontar eficazmente los problemas y las costumbres culturales, estableciendo límites que no sean perjudiciales para uno mismo. Es importante no generar sesgos respecto al tiempo y proceso individual, ya que cada persona puede requerir tiempos distintos para alcanzar ciertos niveles de adaptabilidad.

HABILIDADES NECESARIAS DURANTE EL VIAJE

Además de la comunicación asertiva y la flexibilidad al cambio, las profesionales del area de Bienestar Universitario hablaron acerca de la importancia de entender que el cambio genera emociones. Expresar y soltar dichas emociones permite avanzar. También recordaron la tolerancia a la frustración como herramienta importante para afrontar el cambio. En este punto, es necesario tomar el aprendizaje adquirido y encontrar lo positivo de la experiencia.

Por otro lado, mencionaron la resolución de conflictos, enfocándose en cómo manejar y mediar un posible conflicto, y la importancia de darle un enfoque racional para llegar a su resolución. Aplicar la comunicación, regulación emocional y generación de acuerdos serán esenciales en este ámbito.

Otras habilidades indispensables son la empatía, la negociación, la autonomía, el carácter frente a los juicios y, por supuesto, el establecimiento de límites.

CÓMO AFRONTAR EL CAMBIO

1. Reconocer los aprendizajes: una experiencia, sea placentera o no, siempre supone un aprendizaje continuo.
2. Disfrutar el presente: la nostalgia puede presentarse, pero disfrutar el presente permite ver lo que sucede y cómo puede enriquecerte.
3. Recordar qué te llevó a vivir esta experiencia: esto permite afrontar escenarios incómodos o difíciles.
4. Recordar que no es el primer cambio de la vida: lo único constante es el cambio, y este llega con una razón y como una oportunidad.

CÓMO AFRONTAR LAS EMOCIONES

Es esencial buscar redes de apoyo que piensen y sientan lo mismo que tú, aceptar las emociones y no perder la comunicación con el círculo social más cercano. Aprovechar el acercamiento que brinda la tecnología y buscar nuevas formas de interactuar con ella. Así mismo, darse el tiempo para experimentar cada situación novedosa que se presente y reconocer las herramientas con las que se cuenta para afrontarlas.

El Taller Vive el Mundo finalizó dejando en los estudiantes un profundo entendimiento de la importancia de la adaptabilidad y la resiliencia en el contexto de la movilidad internacional. Las experiencias y conocimientos compartidos servirán de guía y motivación para aquellos que están a punto de emprender su propio viaje académico en el extranjero y que busca su formación personal y profesional, ampliando sus horizontes.

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