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EL TERCER CANAL DE TELEVISIÓN PARA COLOMBIA

El programa de Publicidad Internacional convocó a un de- bate sobre el tema. En él no sólo se habló de la deserción que hoy existe de televidentes jóvenes, sino del hecho que la programación no ofrezca respuestas a las necesidades de la sociedad. El Gobierno, a su turno, se refirió a las nuevas oportunidades que ofrecerá el tercer canal.
Una gran polémica nacional se ha suscitado en Colombia por la adjudicación de un tercer canal de televisión, en parte porque el proceso ha coincidido con las campañas políticas para la renovación del Congreso de la República (Senado y Cámara de Representantes) y la elección del presidente de los colombianos.
En enero la Comisión Nacional de Televisión revocó la licitación, luego de que surgiera una serie de inquietudes, que tienen que ver con la frecuencia de VHF, acceso a redes públicas, esquema de subasta, el precio base de licitación y los riesgos. Sin embargo, después de esta decisión el gobierno fue enfático en afirmar que el proceso se reanudaría después de la Semana Santa, con el fin de que el canal sea adjudicado en junio y entre en operación a finales de este año o a comienzos de 2011.
La Universidad Sergio Arboleda, a través de su Escuela de Marketing y Publicidad Internacional, ha venido siguiendo de cerca el pro-
ceso y con el fin de tener elementos de juicio realizó el 18 de marzo
un foro en el que se habló de la importancia del tercer canal dentro
del modelo de televisión en Colombia, su contexto constitucional y
legal, así como un análisis desde las perspectivas de las audiencias y
contenidos. Los temas fueron tratados por el ministro (e) de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Daniel Enrique Medina Velandia, el abogado y jurisprudente Juan Manuel Charry, y el periodista Gustavo Castro Caicedo, quienes avivaron el debate entre los profesores, estudiantes e invitados especiales.
El decano de la Escuela, César Valderrama Nicholls, encargado de
dar la bienvenida a los asistentes, aludió a la trascendencia de ventilar
en la academia temas como el de la televisión, uno de los medios de
mayor impacto en la población y de allí su importancia para la sociedad y la democracia. Defendió la diversidad de canales y sostuvo que su número depende de la oferta del mercado,
 advirtiendo que no se debe olvidar que el
espectro tiene limitaciones.
El Dr. Medina Velandia expuso el contexto de lo que está pasando en los medios, la televisión abierta en Colombia y las ventajas de un tercer canal. Explicó que tradicionalmente había dos industrias sepa- radas: telecomunicaciones y medios. Hoy algunas multinacionales se están moviendo al sector audiovisual. Las redes sociales se usan en todo el mundo, porque las personas quieren informarse. Manifestó también que en el panorama mundial de los medios y las telecomunicaciones se presentan tres aspectos, a saber: Nuevas tecnologías, particularmente IP (Internet Protocol), cuyo idioma es uno solo y ha permitido su masificación. Usando tecnología IP ex- tremo a extremo los operadores de cable pueden ofrecer telefonía fija, Internet y servicios inalámbricos. Los cambios en la dinámica del mercado. La industria móvil está en auge y la innovación tecnológica de los equipos terminales amplía el espacio para negocios asociados a contenidos audiovisuales. Los Intereses por ofertas empaquetadas; segmentos de mercado con bajas tasas de abandono, que generan altos ingresos medios por usuario y bajos costos marginales por adición bruta. La tendencia empaquetada, agregó el Ministro, asegura más clientes. El marketing lo que hace es generar una marca, promueve el monopolio desde el punto de vista comercial.
Aseguró que hoy se ve menos televisión. No es lo mismo traer un nuevo canal en un ambiente tranquilo o en un entorno en el que a diario están pasando cosas. Los operadores se expanden hacia otras actividades y emergen nuevos jugadores.
Medina Velandia se refirió al panorama que existe hoy en Colombia, basado en estadísticas del DANE, según las cuales 88% de los hogares cuentan con televisión a color, 47,1% con DVD, 22.8% tiene computador (aunque una última medida habla del 50%), 48,3% tiene televisión por suscripción, 12.8% posee Internet (ahora 40%).
Explicó que en Colombia hay 43.000 escuelas públicas, de las cuales en 2006, sólo 2 mil tenían computadores. Hoy, 30.000 escuelas cuentan con computadores. Hablando de falencias, dijo a manera de ejemplo, que Ciudad Bolívar, en Bogotá, con un millón de habitantes, dispone de un telecentro, mientras que Agua Blanca (Cali) no tiene el servicio. Mantener los computadores en las escuelas cuesta al año 250 millones de pesos.
En cuanto a los usuarios de Internet, por cada 100 habitantes, en 2002 eran 3.6%, en 2009 46.2%; los de banda ancha 0.8 en 2002 y 44.1 en 2009; tenían computadores 3.4% en 2002 y 14.7% en 2009; Telefonía móvil 10.5% en 2002 y 89.8% en 2009. La T.V. abierta pasó de tener 1.9 billones de usuarios en 2005 a 2.6 billones en 2008, lo que equivale a un crecimiento del valor de los ingresos de 37%.
Respecto al tercer canal, dijo que el tema no es nuevo y aludió a los beneficios, entre los cuales figura el de mejorar la oferta laboral. Se necesita talento; y dijo a los estudiantes que allí se presentan nuevas oportunidades.

Contexto constitucional

El abogado Juan Manuel Charry presentó el marco constitucional de las telecomunicaciones, haciendo alusión especialmente a tres elementos: La intimidad, la información y el espectro electromagnético. Destacó que somos una sociedad de imágenes y hoy podemos comunicarnos a través de los medios en forma masiva.
Cuando se habla de qué no debe ser objeto de información, allí los cuestionamientos constitucionales empiezan a ser motivo de pre- ocupación. En principio toda información de la persona es intima, por lo tanto, existe claramente un derecho a la intimidad. La Constitución Nacional consagra esas garantías.
En relación con el espectro electromagnético, recordó que es un bien público que administra el Estado. La Constitución se encarga de los criterios para que el Estado maneje ese espacio. Como es ilimitado hay que generar unas reglas transparentes para determinar quiénes hacen uso de él.
Luego analizó otro aspecto fundamental, como es el acceso a la igualdad de la información. La Constituyente de 1991 entendió que había un monopolio en la información y que la televisión era el medio más importante, por lo que decidió regularlo y crear un órgano autónomo e independiente.
Señaló que la televisión debe crear formas de participación ciudadana y que la Constitución le dio mucho peso al valor de dicha participación. La comunicación debe ser pluralista, pues la democracia es la fortuna del disentimiento.

Equilibrio en los contenidos

Para el periodista Gustavo Castro Caicedo el tercer canal de televisión que aspira entregar el gobierno debería responder a la posibilidad de establecer un equilibrio en los contenidos. Se preguntó quién tiene la culpa de éstos, señalando que la exigencia de la ciudadanía es una utopía. Apenas se está teniendo en cuenta la doble vía, la participación ciudadana.
Hoy hay una deserción de televidentes y el Estado ha descuidado ese aspecto. “Cuando se habla de un tercer canal me viene a la cabeza el canal público, que debería estar compitiendo con el privado, un canal que se preocupe por las angustias del ciudadano. El Estado tiene que replantear totalmente la utilización de ese tercer canal”.
Se quejó que a través de la televisión no se den respuestas a la sociedad marginada, a los estudiantes sin trabajo. En la televisión ni siquiera hay una orientación psicológica dirigida a estudiantes, en tanto la televisión privada es el producto de inversiones y su prioridad es una rentabilidad económica, que debería ir de la mano de una rentabilidad social.

Castro Caicedo aseguró que, contrario a lo que muchos piensan, no es la violencia la que vende audiencias; no es ésta el tema de interés de los colombianos, de por sí ya saturados por la realidad. Recordó ejemplos de buenas novelas como El Rey, Betty la fea, Aroma de café, Hasta que la plata nos separe y Amándote, con elementos como el amor, el buen humor y el ascenso social basado en el trabajo. Son parámetros que a veces se olvidan para crear televisión. Destacó cómo en México, a través de una novela se logró el control natal.
Finalmente, consideró que Señal Colombia está llamada a ser un tercer canal. La televisión social debe dar respuestas a la ciudadanía en novelas, concursos, documentales, etcétera. Hoy, dijo Castro Caicedo, se olvida a los jóvenes, no hay un medio que abarque sus problemas; a ellos no los escucha el Estado.