Directivos, administrativos y docentes de la Universidad Sergio Arboleda participaron en el taller “Diversidad en movimiento, hacia una sociedad más inclusiva: Diversidad Funcional Cognitiva”, el pasado 20 de octubre. Este espacio, liderado por la Dirección de Inclusión y Equidad Social, tuvo el objetivo de fortalecer las herramientas personales y pedagógicas necesarias para construir entornos inclusivos en la educación superior. 

Entre los temas tratados se resaltó la importancia de reconocer los distintos ritmos y estilos de aprendizaje de los estudiantes. De igual manera, se presentaron estrategias y herramientas que facilitan el ajuste de la enseñanza a las necesidades particulares de cada estudiante, promoviendo la participación y el aprendizaje significativo.

“Lo que más me gustó fue la insistencia y persistencia de las psicólogas en cuanto a un ambiente inclusivo en la universidad sin forzarlo, mediante estrategias que permitan que los estudiantes se adapten, y la comunidad pueda aceptar un poco más las distintas patologías que hay dentro del ambiente universitario”, expresó Laura Romero, asistente y psicóloga de Orientación Emocional del Departamento de Bienestar Universitario.

Uno de los ejes centrales de la sesión fue el uso de pictogramas y apoyos visuales como recursos didácticos dentro del aula universitaria. Estos elementos permiten organizar información, fortalecer la comprensión y potenciar la comunicación. Además, se destacó que benefician no solo a quienes presentan diversidad cognitiva, sino a toda la comunidad educativa.

El taller invitó a reflexionar sobre el rol del docente en la construcción de espacios formativos más accesibles, flexibles y empáticos. De igual forma, resaltó que la educación superior inclusiva requiere metodologías diversificadas, una actitud abierta al cambio y un compromiso permanente con la equidad, la innovación pedagógica y el reconocimiento de la diversidad como un valor que enriquece la experiencia académica.

Esta iniciativa buscó visibilizar formas de aportar al fortalecimiento de la empatía, sensibilizar sobre la inclusión y promover acciones que disminuyan barreras para las personas con diversidad funcional cognitiva. Asimismo, invitó a los asistentes a reconocer los desafíos que enfrentan diariamente quienes hacen parte de esta población y la responsabilidad institucional de construir entornos universitarios más justos y accesibles para todos.


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