
Siguiendo una larga tradición, las cenizas provienen de las ramas de olivo del Domingo de Ramos del año pasado. Representan la destrucción de los errores del año anterior; estas ramas son incineradas y bendecidas y, convertidas en ceniza, se imponen en la frente de los creyentes con las frases: “Recuerda que polvo eres y en polvo te has de convertir” o “Conviértete y cree en el Evangelio”, reiterando así que la vida en la Tierra es pasajera y que la definitiva se encuentra en el cielo.
El ayuno, la abstinencia y la oración
El ayuno consiste en alimentarse con una sola comida fuerte al día, mientras que la abstinencia implica no comer carne; ambas representan un modo de pedirle perdón a Dios por las ofensas y el deseo personal y de corazón de querer cambiar.
La oración en este tiempo es importante, ya que ayuda al prójimo a estar más cerca de Dios; le permite acercase a Él con el deseo de cambiar lo que se quiere al interior de cada quien.
La Pastoral Universitaria de la Universidad Sergio Arboleda invita, además, a toda la comunidad a vivir con alegría esta Cuaresma y a “aprender a mirar desde DIOS”.

