COM+ID Y LA SERGIO COMPROMETIDOS CON EL FOMENTO DE LA SOSTENIBILIDAD
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La inteligencia artificial, tecnología con la que se convive diariamente, es un sistema que busca igualar los procesos de la inteligencia humana. Para comprender a qué se enfrenta la sociedad en este ámbito, el decano del programa de Ingeniería Electrónica de la Universidad Sergio Arboleda, Wilmer López, habla sobre este tema.
Desde hace varios años se han venido conociendo los avances de la tecnología en materia de inteligencia artificial, pero fue en 1956, durante una conferencia de Darthmounth, EE.UU., que se le dio nombre a las investigaciones que giraban en torno al funcionamiento de la mente humana y al lenguaje de programación utilizado para la solución de problemas.
Pero no todo es color de rosa. Se han visto casos en los que la tecnología falla, como en los vehículos robóticos. Por ejemplo, en la ciudad de Tempe, Arizona, un vehículo inteligente controlado por UBER atropelló a una mujer, lo que evidencia que aún hay muchos aspectos por fortalecer en la implementación de este desarrollo.
“El tema de los carros autónomos es algo que se debe controlar; esta tecnología, que reemplaza las acciones del ser humano, puede llegar a ser contraproducente y peligrosa. Hechos como estos demuestran la responsabilidad con la que se debe manejar la tecnología y que no se pueden realizar pruebas que impliquen poner en riesgo la vida del ser humano”, destacó el decano Sergista.
La inteligencia artificial puede comprender las necesidades del ser humano gracias a ciertos patrones que son configurados en el momento de su fabricación. Machine learning (aprendizaje automático realizado por una computadora) es la función que crea algoritmos de recomendación o recordación en el proceso inicial al hacer uso de una plataforma o aplicación.
Y es que hoy en día, parte de la cotidianidad de los humanos está controlada por la inteligencia computacional. Por ejemplo, cuando una aplicación sugiere qué música escuchar, qué comida pedir o a qué destino viajar es porque detrás de todo esto existen una serie de algoritmos que determinan a través de un software, los gustos del individuo.
Netflix, Siri, Gmail y Amazon son algunas de las aplicaciones que usan este tipo de tecnología y que en la mayoría de los casos es controlada por científicos, matemáticos y estadísticos que se encargan de estudiar el comportamiento de los usuarios.
Ahora bien, las personas han podido descifrar los patrones de procesamiento del cerebro humano, pero aún no han incorporado la responsabilidad ética que conllevan las acciones realizadas como resultado del procesamiento del pensamiento. “El algoritmo funciona como un servicio de citas online, pero aquí emparejamos al usuario con una película, un documental o con una serie”, señaló Chris Jaffe, vicepresidente de Innovación de Netflix en una entrevista publicada por la revista Semana.
“Existe un temor por la “rebelión de la máquina”, pero pienso que en cierto punto la tecnología nos ha superado e invadido, suplantando las acciones del ser humano. Antes, los coches eran movilizados por caballos y gracias a la evolución se reemplazaron por un motor, que en ese momento el ser humano no lo evidenció como algo negativo, pero ese hecho demostraba que la tecnología nos devoraba”, reflexionó Wilmer.
Esta tecnología se ha convertido en aliado y enemigo del ser humano, dado que ofrece una gran ayuda, pero a la vez está reemplazando muchas actividades que se realizaban manualmente, lo que genera desempleo. En el 2017 la empresa china Changying Precision Tecchnology Company pasó de tener 650 colaboradores, a solo 60 ya que los empleados fueron reemplazados por robots. Para la empresa representó un aumento del 250% en la producción y la reducción de personal en un 90%. En la actualidad, la empresa planea quedarse con una planta de tan solo 20 personas, quienes serían las encargadas del mantenimiento de los robots.
“La tecnología no es neutral, depende del contexto en el que sea utilizada. Puede tomar matices negros o blancos y se entiende que debe tener un límite, porque con las condiciones actuales de la sociedad se puede usar para cosas negativas”, agregó el Ingeniero.
Asimismo, señaló que detrás de todo esto siempre hay una mente humana ya que aún no se ha podido crear un sistema que piense por sí solo. Se puede concluir que aún faltan muchas cosas por desarrollar para que un robot pueda alcanzar al razonamiento humano.
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