La Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) halló siete plantas extractoras de aceite de palma que tienen falencias en sus planes de manejo ambiental y algunas de ellas no tienen permiso vigentes para su funcionamiento. Un mal tratamiento de las aguas residuales está ocasionando el vertimiento de líquidos contaminados al suelo y fuentes hídricas.
El incumplimiento es tal que ameritaría una suspensión de las plantas pero no se aplicaran sanciones por el momento ya que esto implicaría suspender las extractoras y el desempleo aumentaría ya que 20 mil personas se encuentran trabajando y la comunicad vive de la palma, aseguró Flor Maria Rangel, Directora de la CAS.
Con el fin de buscar acciones conjuntas para dar solución a esta problemática ambiental, la CAS citó a los representantes de las extractoras de la región por medio de Fedepalma para adquirir compromisos y darle celeridad a los procesos de mejora y se discutieron los recursos impuestos por las extractoras.