Hace treinta años, el 2 de noviembre de 1995, Álvaro Gómez Hurtado fue asesinado en la puerta de la Universidad Sergio Arboleda, tras dictar su cátedra de Cultura Colombiana. Tres décadas después del magnicidio, la institución convocó a destacados académicos a un diálogo de reflexión sobre el pensamiento y obra de su cofundador.

Se trató del foro “Álvaro Gómez Hurtado. A 30 años del crimen: memoria, verdad y futuro”, espacio que se llevó a cabo el pasado 30 de octubre y reunió a la comunidad universitaria, así como a familiares y amigos de uno de los intelectuales más destacados del siglo XX. Desde las humanidades, el periodismo, el derecho y la historia, se reflexionó sobre el legado de un hombre que dedicó su vida a la cultura, a las letras y a la educación.

“Álvaro Gómez no fue solo un hombre en nuestra historia. Fue un profesor y orientador de extraordinaria sensibilidad artística y espiritual. Además de sus virtudes intelectuales y culturales, tenía un gran magnetismo personal, su voz firme pero serena atraía sin imponerse, hablaba con las manos, con los ojos, con el rostro entero. Un hombre sobrio y elegante, de modales naturales y carácter exquisito”, destacó Jorge Noguera Calderón, rector de la Universidad Sergio Arboleda.

Álvaro Gómez Hurtado, como humanista

Camilo Noguera Pardo, decano de la Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales< y director del Instituto de Ciencias Morales y Artes Liberales de la Universidad Sergio Arboleda, exploró la faceta de Álvaro Gómez como humanista, valor que hoy es pilar fundamental de la institución que fundó en 1984, junto al destacado intelectual Rodrigo Noguera Laborde.

“Álvaro Gómez fue, sobre todo, un humanista que cultivó la cultura como forma de vida, como una especie de salvación de nuestra circunstancia. Fue un humanista cristiano, es decir, un humanista que encontró, uniendo la cultura grecolatina y la tradición cristiana, la salvación del hombre. Esa encarnación de su pensamiento vive hoy en la Universidad Sergio Arboleda, un proyecto educativo singular que apuesta, con su pilar fundacional superior que es el humanismo cristiano, a construir sociedad desde esos lugares conceptuales”, resaltó el Decano.

Álvaro Gómez Hurtado, como periodista

El decano de la Escuela de Comunicación e Industrias Digitales de la Universidad Sergio Arboleda, Álvaro García Jiménez, recordó cómo Álvaro Gómez fue un referente en su niñez, a quien describió como brillante, distinto y de inteligencia tajante en su oficio como periodista.

“Álvaro Gómez fue un humanista extraordinario, sin embargo, alguna vez que se presentó en público dijo ‘Soy un periodista y casi nada más que eso’. Esa idea solitaria y poderosa marca para mí en particular, pero para todos los periodistas y comunicadores, un desafío poderoso y una ruta diferenciadora. El mejor homenaje a Álvaro Gómez no es repetir su nombre, sino practicar su método y seguir su ejemplo, pensar antes de hablar, escuchar antes de juzgar, escribir con propósito democrático y ser capaces de entender los cambios del mundo”, afirmó García.


El crimen contra Álvaro Gómez Hurtado

Enrique Gómez Martínez, sobrino del líder político, así como estudiante y egresado de la Universidad Sergio Arboleda, fue el encargado de presentar una ponencia dedicada al magnicidio que dejó una huella imborrable en la historia colombiana.

“En el marco de la impunidad en la que continúa la investigación por el magnicidio de Álvaro Gómez, no cabe duda de la importancia de su legado en el afán de reformar la justicia colombiana. Sus ideas y ejemplo fueron poderosas, tuvo 55 años de vida política intachable, toda una vida dedicada al servicio público defendiendo la moralidad, promoviendo las ideas, programas, y temas transcendentales que están plasmados en la Constitución de 1991. Los jóvenes y toda Colombia deben rescatar ese legado”, explicó el también director de Salvación Nacional.

Álvaro Gómez Hurtado, el constitucionalista

Francisco Flórez Vargas, profesor universitario, analizó el legado de Álvaro Gómez Hurtado como constitucionalista, labor que desempeñó entre 1950 y 1991. En su ponencia, Flórez realizó un recorrido por el Proyecto Corporativo de Reforma Constitucional, desarrollado entre 1950 y 1953.

“La figura de Álvaro Gómez como constitucionalista es transversal a todos los episodios de reforma constitucional que hubo en Colombia en la segunda mitad del siglo XX. Su papel fue protagónico, indiscutible e importantísimo en la creación de muchas instituciones vigentes como la Fiscalía General de la Nación, y de lo que entonces fue el Consejo Superior de la Judicatura”, explicó Flórez.

Álvaro Gómez Hurtado, el historiador

A su vez, Gilberto Ramírez Espinosa, director de Historia de la Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Sergio Arboleda, apeló a la memoria de Álvaro Gómez como historiador, quien entendió esta disciplina como un desafío propio de los hombres con cultura.

“El principal legado de Álvaro Gómez, desde el cultivo de la historia como disciplina y profesión, es entender que la historia tiene un compromiso con la verdad. No es precisamente con el pasado, que, claramente, se estudia en torno al compromiso con la verdad, sino con la razón misma de qué y por qué acontece. Esto depende, por supuesto, de las personas que hacen historia, todos aquellos seres humanos con vocación de cultura, que saben que hay que ser protagonistas y testigos de los hechos”, mencionó Ramírez.

A treinta años del magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado, la Universidad Sergio Arboleda rindió homenaje a la memoria y los valores que inspiraron la vida de quien cofundó esta casa de estudios. Las diferentes ponencias representaron una oportunidad para rememorar a un hombre cuya huella trasciende generaciones, y cuyo pensamiento ilumina los caminos del humanismo, la justicia y la construcción de una mejor nación.


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