Daniel Sarmiento, egresado de la Escuela Mayor de Derecho y la Escuela de Filosofía y Humanidades, ha dejado el nombre de su alma mater en alto en diferentes escenarios, no solo como abogado sino también como docente en reconocidas universidades de alta calidad.
Este Sergista inició su camino como profesional en Derecho en 2004 y, posteriormente, influenciado por uno de sus maestros, decidió estudiar los programas de Filosofía y la Licenciatura en Filosofía y Letras en la Sergio. Hoy en día, gracias a la formación recibida, Daniel Sarmiento ha logrado varios reconocimientos, uno de ellos, y el más reciente, fue la sentencia STC 3134 de 2023
Además de su excelencia académica, Daniel también se destaca en el ámbito deportivo. Como él mismo asegura “con la filosofía humanista que caracteriza a nuestra casa de estudios no solo nos motivan a ser profesionales sino también seres humanos integrales, donde el cuidado de las emociones, la salud mental, la salud física y la integridad del ser tienen que estar presentes en la persona. Eso me llevó a tener una vida de deportista también. Inicié en la Federación Colombiana de Jiujitsu, en el centro de alto rendimiento en Coldeportes, y esto me llevó a practicar el arte marcial que actualmente ejerzo, que es el hapkido. Además, también practico el buceo y la apnea, y actualmente me estoy certificando en un descenso de 40 metros en apnea”.

¿Por qué es orgullosamente Sergista?
Soy orgullosamente Sergista porque soy el reflejo de mis profesores, que gracias a su a sus enseñanzas me dieron una parte de sí para que yo fuera lo que hoy soy. Orgulloso no solamente por esa formación académica sino humanista y cristiana. Orgulloso porque hoy soy quien soy gracias a mi familia Sergista, así que mi éxito y el éxito que pueda tener se lo debo en gran parte a La Sergio.

¿Porque eligió la Sergio como su Casa de estudios?
Fue una decisión inducida gratamente por una egresada de Derecho a quien conocí, que también había hecho filosofía, y ella me habló de La Sergio, y me habló desde el corazón. Entonces mi corazón le abrió las puertas a la Sergio Arboleda.
Yo los invito a que ustedes también le abran el corazón a esta institución porque la formación que aquí se da no la tienen otras universidades, e indistintamente de las vicisitudes que enfrente la Universidad por diferentes factores, la calidad que la caracteriza nunca se pierde; es un reconocimiento intrínseco del ser de cada uno de nosotros como comunidad Sergista, como personas individualmente consideradas que compartimos principios, valores y una filosofía humanista y cristiana que caracteriza a la Universidad Sergio Arboleda, no solamente como institución de educación superior, sino como familia.

¿Por qué decidió estudiar un triple programa?
Inicié mis estudios en la Escuela Mayor de Derecho en 2004, bajo sus principios humanistas, me antojé de la filosofía, inculcada por el doctor Carlos Mantilla. El árbol de la Universidad fue el motor que me motivó a inscribirme en la Escuela de Filosofía y Humanidades. Para entonces, ya hacía mis primeros pinitos como monitor en la materia Obligaciones y contratos en derecho, razón suficiente para hacer la licenciatura en Filosofía y Letras como triple programa en la Universidad Sergio Arboleda.
Haber sido monitor y haber hecho la licenciatura me dieron las bases para continuar mi vocación docente heredada de mis papás y materializada en una pasión por enseñar y hacer de mis estudiantes mejores personas y profesionales de lo que yo puedo ser. Actualmente, son 13 años de docencia universitaria a nivel pregrado, posgrados y maestrías en universidades acreditadas de alta calidad a nivel nacional. Esto no hubiera sido posible sin la formación de cada docente de las escuelas de Derecho y de Filosofía y Humanidades.

¿Cuál ha sido el mayor logro de su carrera como abogado y cuál como filósofo?
El mayor logro como abogado lo conseguí en 2014, cuando representé a una empresa multinacional, Prosegur de Colombia, que es la transportadora de valores más grande del mundo. La representé para una licitación de 117000 millones de pesos con el Banco Agrario.
Las competencias que me dejó la Universidad me permitieron alcanzar el éxito en la licitación y logré su adjudicación, permitiéndole a la empresa una solvencia económica de 5 años consecutivos. También, como triunfos profesionales, he alcanzado el reconocimiento de cuatro sentencias ante la Corte Suprema de Justicia. La última fue catalogada como precedente jurisprudencial a nivel nacional, catapultándome como profesional en el gremio de los abogados de alto perfil.
Como filósofo, el mayor triunfo fue haber dominado mis propios demonios, logrando concretar un pensamiento complejo, crítico, analítico y, sobre todo, buscando las causas últimas de las cosas que pasaban por mi pensamiento. Esto me ayudó a argumentar mucho mejor la exposición de motivos de cada uno de mis planteamientos ante un juez, ante un cliente o sencillamente como docente, para transformar la vida de los estudiantes que han pasado por mis manos, a quienes claramente les imprimo los principios que me dejó la Universidad, con los principios humanistas y de filosofía cristiana que me enorgullezco de procesar todos los días de mi devenir.

¿Qué lo llevo a continuar estudiando en La Sergio?
Yo estoy enamorado de mi casa de estudio, y, mientras unos quieren salir de la Universidad y no volver, yo no hallaba la hora de volver a seguir estudiando esa formación humanista de principios cristianos, cuando la Universidad me invita a hacer la maestría en Innovación en Derecho Digital y Legal Tech como una de las maestrías pioneras. Fue así como en el 2021 inicié esta maestría, la cual culminó con una tesis sobre la enseñanza del Derecho procesal en el metaverso, y espero el grado para marzo de este año.

¿Qué mensaje les da a los futuros Egresados?
El mensaje es claro: hay que esforzarse para llegar a ser quien quieres ser. Basta mirar lejos para llegar lejos y la motivación tiene que venir de tu corazón. La Universidad es el medio por el que materializarás tu ser, quién eres, quién quieres ser, a dónde quieres llegar. La Universidad te ayuda mediante docentes, escuelas, funcionarios, pero quien lo logra eres tú, y tú puedes, nada es imposible si te lo propones, y si algo es imposible, solo basta pedir ayuda.
No desfallezcas, anímate a ser ese profesional con el que sueñas ser.