Por: Didier Camilo Sierra
Para Colombia la meta de lograr la Universalización energética antes del 2030 parece estar cerca; en nuestro país 97 de cada 100 personas tienen energía, resultado superior a varios países de la región, teniendo en cuenta las cifras del Sistema de Información Eléctrico Colombiano (SIEL). Sin embargo, recorrer esta última milla para llevar energía a quienes no la tienen en las zonas más aisladas y dispersas del país demanda retos que deben ser afrontados de manera diferente, debido al limitado alcance que los métodos tradicionales de electrificación representan en estos territorios. En este sentido, es importante hacer uso todos los aceleradores posibles para conseguir esta meta en el tiempo previsto, aprovechando la gran riqueza de recursos renovables disponibles en estas regiones a través del uso de la tecnología, la ciencia y la innovación. Este reto demanda la participación activa de la academia, de donde se genera gran parte del conocimiento para habilitar soluciones energéticas cada vez mejores y costo-eficientes.
Lograr energía asequible y no contaminante para todos en el 2030 requiere la construcción de sinergias entre los diferentes actores de acuerdo a la (imagen 1): Unir los progresos tecnológicos y científicos del trabajo que se realiza en la academia, con el trabajo que realiza el Estado (desde el diseño de política pública, la planificación, la regulación, el control y el adecuado uso de los fondos del nivel nacional y regional), con una industria comprometida con el desarrollo de las regiones más apartadas del país, y con un trabajo debidamente articulado con las comunidades para empoderarlas como protagonistas de su bienestar.
Según información del IPSE, cabe resaltar que el 53% del total territorio en colombiano (599.518 Km2) equivale a Zonas No Interconectadas (ZNI) -municipios, corregimientos, localidades y caseríos en donde no se presta el servicio público de electricidad a través del Sistema Interconectado Nacional -SIN-, lo que involucra a 18 departamentos, 5 capitales, 78 municipios, 28 cabeceras municipales y 1.916 localidades, de esta forma de acuerdo a la (imagen 2), se puede observar la caracterización de la ZNI en Colombia y su capacidad operativa
La Colombia No Interconectada se caracteriza por la presencia de habitantes pluriétnicos y multiculturales, por una gran riqueza ecológica y por una complejidad geográfica y topográfica para su acceso. De acuerdo a la (imagen 3), El 87 % de las poblaciones cuenta con menos de 151 usuarios. Algunos ejemplos de los desafíos pendientes significan tener en cuenta La alta vulnerabilidad ante fenómenos hidrometereológicos, la ausencia de servicio de energía eléctrica para 495.799 viviendas en todo Colombia,) se puede evidenciar que 338.383 están ubicadas en las ZNI, según los datos del2, la premura de modernizar la regulación y la necesidad de las instituciones para adaptarse a la cuarta revolución industrial.
Para abordar estos desafíos, la Universidad Sergio Arboleda conversó con Pedro Antonio Bejarano Silva, Director General del IPSE para ayudarnos a comprender cómo es el camino que sigue la entidad para garantizar soluciones energéticas sostenibles en la Colombia No Interconectada.
¿Cómo se puede garantizar la sostenibilidad de las soluciones energéticas en la Colombia No Interconectada para el mediano y largo plazo?
Asegurar la sostenibilidad de las soluciones energéticas recoge varios momentos dentro del proceso. Desde la estructuración de la solución, pasando por una adecuada implementación, y contando con el debido seguimiento que garantice maximizar la vida útil de la misma. Al estar involucrados varios actores en el proceso, este trabajo requiere un importante grado de compromiso y responsabilidad en el cumplimiento de las obligaciones de cada uno: la sostenibilidad vincula directamente el compromiso de las comunidades, de los diversos actores presentes en la prestación del servicio de energía, y de todo el sector energético que tiene competencia con las soluciones energéticas en la Colombia No Interconectada.
En el IPSE asumimos que la universalización energética está directamente relacionada con la energía como motor de desarrollo, lo que significa que las soluciones energéticas en la Colombia No Interconectada trascienden la alegría detener energía por primera vez, sino que se constituye en un elemento transformacional en la calidad de la vida de quien la reciben. En este sentido, buscamos dinamizar proyectos productivos que potencialicen la sostenibilidad de las soluciones. Esta mejora de la calidad de vida precisa del concurso de diversos actores públicos, privados, academia, cooperación internacional para dinamizar su desarrollo con enfoque sostenible.
¿Cuál es la priorización de los proyectos en la Zonas No interconectadas?
Como entidad adscrita al Ministerio de Minas y Energía, responsable de la energización en las zonas no interconectadas el país, en el IPSE cumplimos la priorización del Gobierno Nacional que tiene como hoja de ruta al Plan Nacional de Desarrollo: “Pacto por Colombia: Pacto por la equidad”, comprometiéndonos en lograr el cierre de brechas a través de metas estratégicas para la población con necesidades básicas insatisfechas.
Para lograrlo desde el Gobierno trabajamos en sinergia como lo muestra la (imagen 4), con los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) para el cumplimiento de los compromisos con el Acuerdo de Paz, la priorización de las Zonas Más Afectadas por el Conflicto (ZOMAC), las Zonas Estratégicas de Intervención Integral (ZEII), el Plan Indicativo de Expansión de la Cobertura (PIEC), el Plan Nacional de Energización Rural (PNER), entre otros que establece el artículo 281 del Plan Nacional de Desarrollo.
Además, tenemos en cuenta el cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, particularmente al ODS7: Energía Asequible y No Contaminante, así como la atención a emergencias, el acatamiento de las Sentencias de la Corte Constitucional para la atención a las poblaciones más vulnerables, con énfasis en grupos étnicos, y de los diversos CONPES que tienen como propósito garantizar sus derechos.
¿Cómo el IPSE puede realizar el control, monitoreo y seguimiento a los proyectos en las zonas no interconectadas?
El control, monitoreo y seguimiento son transversales en toda la cadena de valor del IPSE que, teniendo como centro de acción a los usuarios de la Colombia No Interconectada, está caracterizada por: estructuración, evaluación y viabilización de soluciones energéticas, implementación para mejorar la calidad de vida y seguimiento y monitoreo a la prestación del servicio en las zonas no interconectadas.
Como IPSE tenemos el propósito que las soluciones energéticas sean efectivas y duraderas, amigables con el medio ambiente, impulsando esquemas empresariales con la participación de las comunidades beneficiarias, dinamizando el desarrollo sostenible, mitigando el cambio climático y creando oportunidades para una mejor calidad de vida en la Colombia No Interconectada.
El IPSE parte de una caracterización de los usuarios a los cuales se entregarán soluciones energéticas, solicita el aval del alcalde del municipio en el cual se solicita implementar el proyecto, realiza visitas aleatorias de validación de información en campo y es muy objetivo en la evaluación de los componentes documental, técnico, social y ambiental para dar el concepto de viabilización al Ministerio de Minas y Energía. Esta evaluación “ex-ante” nos permite controlar, monitorear y realizar seguimiento a los proyectos desde su estructuración y viabilización.
Una vez implementado el proyecto se realiza su control, en la (imagen 5), el monitoreo y seguimiento a través de sistemas de telemetría desde el Centro Nacional de Monitoreo del IPSE dando cumplimiento a la Resolución CREG 091 de 2007 y 161 de 2008, al CONPES 3453 de 2006, numeral D y al DECRETO 1073- 2015 del Ministerio de Minas y Energía. Con la telemetría realizamos seguimiento a las localidades ZNI que generan el 82% de la energía eléctrica en la Colombia No Interconectada.
Para realizar seguimiento a la prestación de servicio en las localidades que generan el 18% de la energía restante contamos con el mecanismo de contact center que nos permite contactar directamente a personas que habitan localidades tipo 2 (entre 300 y 151) tipo 3 (entre 51 y 150 usuarios) y localidades tipo 4 (hasta 50 usuarios), así como al operador de red de la zona y a los funcionarios de entes gubernamentales, con el objetivo que nos brinden información directa sobre el estado de este servicio público esencial y nos alerten sobre las dificultades que se pueden presentar.
¿A partir de que fondo o recursos económicos el IPSE permite realizar estos proyectos?
Es importante tener en cuenta que el esfuerzo financiero para llevar a cabo los diferentes proyectos con recursos públicos, proviene de diferentes fuentes de financiación, principalmente:
· Fondo de Apoyo Financiero para la Energización de las Zonas No Interconectadas (FAZNI), para el cual el IPSE aporta soluciones estructuradas y viabiliza proyectos energéticos.
· Fondo de Apoyo Financiero para la Energización de las Zonas Rurales Interconectadas (FAER) para el cual el IPSE aporta soluciones estructuradas que son viabilizadas por la UPME.
· Presupuesto de inversión del IPSE, principalmente relacionado con la formulación e implementación de soluciones.
· Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE) para el cual el IPSE aporta soluciones estructuradas y viabiliza proyectos.
· El Sistema General de Regalías (SGR) para el cual el IPSE emite concepto de proyectos energéticos para las Zonas No Interconectadas.
¿Cómo es la ruta de empoderamiento de la comunidad frente a los proyectos de energía renovables?
Para el IPSE, la ruta de empoderamiento de la comunidad en la estructuración de soluciones energéticas en la Colombia no Interconectada atiende los diversos marcos normativos sobre la participación de las comunidades en las decisiones que los afectan a la vez que promueve la participación activa de las comunidades en las diferentes etapas del proyecto respetando la lengua, tradiciones y cultura de sus habitantes, especialmente de los grupos pluriétnicos y multiculturales.
El empoderamiento de la comunidad está presente en las etapas previa, durante y posterior al proyecto de soluciones energéticas. Esto se materializa al establecer espacios permanentes de acercamiento y encuentros con comunidades y autoridades para que conozcan, decidan, acompañen y vigilen el servicio público de energía, así como la manifestación de problemas y aportes al diseño, y el acompañamiento constante de los líderes de las comunidades.
La ruta parte de vincular a la comunidad en la identificación de las necesidades energéticas e Informar a las comunidades beneficiadas sobre el proceso de formulación, estructuración, ejecución de proyectos energéticos. De manera especial, pero no excluyente, con grupos de mujeres y jóvenes porque la experiencia nos ha demostrado que son el eje estratégico de una comunidad energética. Éstos dos componentes se denominan “Mujer y Energía” y “Centinelas de la energía”.
Continúa con la promoción del conocimiento del proyecto con el fin que las comunidades beneficiadas se apropien socialmente de la infraestructura energética como un factor de la sostenibilidad. Sigue con la vinculación en mejorar actitudes y prácticas en el uso racional de la energía (URE).
Para el IPSE, otro factor importante en la ruta de empoderamiento es mantener comunicación constante con los actores del territorio de la Colombia no interconectada donde se desarrollen soluciones energéticas: Antes, durante y después de cada una de las fases del proyecto; estructuración, implementación, operación; vinculando, como mínimo, a autoridades administrativas, autoridades tradicionales, si existen, y comunidades.
Es importante resaltar que durante la etapa de operación (es decir el primer año) se desarrollan con mayor frecuencia diversos encuentros con diferentes estrategias de formación acordes a los niveles de escolaridad y dinámicas cotidianas de las comunidades (talleres, campañas, entre otras). Otro aspecto significativo es que los operadores de red responsables de la administración, operación y mantenimiento de las soluciones energéticas en las ZNI asumen la importancia de vincular y formar a la comunidad.
Por último, en las últimas fases de la vida útil del proyecto se puede mantener o intensificar los espacios de encuentro con las comunidades porque es necesario que estén informadas sobre el fin de la vida útil de los componentes del sistema y el nuevo proyecto.
¿Cómo desde IPSE, se replantean los elementos de la regulación para alinearla con las recomendaciones organizacionales, frente a las actividades que no se encuentran en competencia para brindar una solución?
El IPSE es uno de los principales generadores de información primaria sobre las Zonas No Interconectadas del país, la más importante son las caracterizaciones detalladas que se realizan a la población beneficiaria de posibles soluciones, donde se definen aspectos claves para la formulación de decisiones de política pública y regulatorias, como su capacidad de pago, los sustitutos energéticos usados (especialmente para cocción), las características de la vivienda, el acceso y calidad de los servicios, la composición familiar, las actividades económicas, entre muchas otras dimensiones de análisis que se capturan de cada vivienda. Esta información, junto con las estructuraciones de las soluciones más costo-eficientes, analizadas frente a las diferentes alternativas de electrificación y reconociendo los potenciales energéticos de la zona, definen diferentes esquemas de posible administración, operación y manejo.
Toda esta información, es base del análisis que se pone a disposición de los otros actores sectoriales para la toma de decisiones de acuerdo con las competencias de cada uno.