Juan Camilo Bendeck, estudiante de Negocios, Emprendimiento e Innovación, de intercambio en la Universidad Francisco de Vitoria, España.

Por: Juan Camilo Bendeck, estudiante de Negocios, Emprendimiento e Innovación.

Decidí hacer un intercambio porque creo que las experiencias fuera del país, en un espacio completamente distinto al que estás acostumbrado, siempre te van a abrir los ojos; son experiencias que te transforman, te brindan herramientas para crecer como persona y como profesional.

Me enteré de esta oportunidad gracias a un correo de la Universidad en donde se daba a conocer la oferta para movilidad en España. Entre las opciones estaba la Universidad Complutense de Madrid – UCM, la Universidad Politécnica de Valencia – UPV, y la Universidad Francisco de Vitoria – UFV. Me decidí por esta última porque la oferta académica tenía más relación con los estudios que ya había cursado en La Sergio.

Aunque había otras opciones, me interesé en España por el idioma; hablar el mismo idioma cuando uno está en otro país es una gran ventaja. Sin embargo, hables o no el mismo idioma al irte a otro país debes adaptarte.

Conocí gente maravillosa que me ayudó mucho. Estuve viviendo en un apartamento donde éramos 12 personas, yo era el único latino. Esa fue una ventaja, porque hacer amigos en España no es tan fácil, ellos suelen ser mucho más cerrados, no es nada personal, pero sí es habitual verlos en grupos de amigos. Además, una vez que logras tener un contacto más cercano con ellos, te das cuenta de que suelen ser más directos y eso puede generar un choque de culturas.

La UFV es una universidad muy buena, tiene un nivel impresionante. Me costó mucho porque estoy acostumbrado a otra metodología y además debido a la forma de ser de los españoles, uno se puede sentir un poco excluido, pero como dije antes, no es nada personal.

En Europa la ventaja es que es muy sencillo moverse entre países, por lo que, además de España, viajé a otros países con diversas culturas. Sin duda alguna, me ayudó mucho el haber estado en la residencia estudiantil a la que llegué. Eso sí, uno debe planear muy bien el viaje, eso es fundamental, ya sea por ocio, por la universidad, por trabajo o familia.

La primera vez que pude viajar, fui a Londres solo. Me gustó mucho. Un mes después estaba en Alemania con un amigo, nos quedamos en un hostal. Después a Países Bajos, porque mis compañeros de piso eran de allí y me invitaron a pasar Navidad con ellos. Conocí otras familias, otras tradiciones y aprendí mucho.

La Navidad en Países Bajos fue chévere; ellos tienen tres días de Navidad, yo estuve dos. Tienen muchas tradiciones, les gusta jugar “amigo secreto”, la comida es muy distinta, es más bien sencilla, menos elaborada en comparación con España. Ponen un asador y tú vas cocinando lo que quieras, como una parrillada en interiores, es algo que nunca había visto pero me gustó.

Tuve que usar mucho el inglés, tengo gracias a Dios un buen nivel de inglés por influencia de mi mamá y por eso me fue fácil el comunicarme. Eso es algo que destacaría, siempre que sales del país o incluso en Colombia para buscar trabajo, tienes que poder desenvolverte en el idioma, eso abre puertas de manera impresionante.

Esta experiencia me marcó porque pude encontrarme con gente muy preparada en el sector de los negocios y de las finanzas, no solo profesionales, sino gente de mi edad que está estudiando lo mismo que yo.

Además, el hecho de estar en un lugar solo, donde debes hacerte cargo de ti mismo, hace que aprendas a valorar mucho más las cosas que tienes en Colombia. Aquí tengo a La Sergio, a mis padres… Allá estaba de alguna manera solo. Eso hizo que cambiara en todos los aspectos, como estudiante y como persona. Obtuve mayor madurez y entendí la importancia de rodearse de personas que realmente te sumen. En definitiva, hace seis meses yo era otro.

En algún momento extrañé Colombia, pese a que estaba feliz es difícil adaptarse. Extrañaba mi casa, mi familia, mi vida en Colombia, mi universidad. A La Sergio la extrañé demasiado; aquí en La Sergio siento que puedo destacar muchísimo en España no me sentía así, porque me costaba entender muchas cosas.

Mi recomendación para los chicos que van a España es que se hagan conocer por los profesores, eso es lo primero. Preséntense, “yo soy tal, soy de Colombia y estoy de intercambio. Voy a tener toda la disposición en su clase, pero si hay algo que no entiendo, le agradecería que nos sentemos y podamos aclarar las dudas que tenga, ya que no voy a comprender todo porque vengo de otra metodología”. No tengan pena, pregunten, no se tomen las cosas a pecho y por supuesto cuídense mucho.


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