Desde febrero, Janeth, una estudiante de 34 años proveniente del Colegio Libre de Estudios Universitarios – CLEU en México, vive una experiencia de intercambio académico en la Universidad Sergio Arboleda, en Bogotá. Para ella, la calidad académica, la infraestructura y la calidez humana de la institución han sido puntos clave en su proceso de adaptación.

“En CLEU, la estructura de la escuela es más pequeña y los laboratorios son más reducidos”, comenta Janeth. Por otro lado, destaca que en La Sergio Arboleda encontró una infraestructura más robusta y rigurosidad en las prácticas de laboratorio. “Aquí, antes de ingresar al laboratorio, debemos asistir a una charla de seguridad, algo que en CLEU no hacíamos. Me explicaron sobre los reactivos y las combinaciones peligrosas, y entendí la importancia de estas reglas”.

La bienvenida que recibió tanto de los maestros como de sus compañeros en La Sergio fue fundamental en su adaptación. “Desde el curso de inducción nos trataron súper bien. Los maestros han sido muy atentos conmigo, me ayudan mucho cuando no entiendo alguna palabra”, contó.

Adaptarse a Bogotá implicó comprender diferencias culturales y del día a día. “Yo creía que Colombia era más playa, pero cuando investigué vi que Bogotá es frío y llueve bastante”, recordó. Así mismo, resaltó las pequeñas diferencias a la hora de hablar. “Hay palabras que cambian mucho. Por ejemplo, la primera vez que fui al dentista, al finalizar la consulta el doctor me dijo ‘vas a cancelar’, y para mí cancelar es anular, pero aquí significa pagar o nosotros decimos ‘camión’ y ustedes ‘bus’”.

Durante su estadía, Janeth ha tenido la oportunidad de viajar a Santa Marta, Cartagena y Medellín. En este último visitó Guatapé y la Comuna 13: “Allá la gente es más expresiva, aquí en Bogotá siento que son más serios”.

En cuanto a la gastronomía, la adaptación fue paulatina. “Al principio vivía a base de pizzas y hamburguesas hasta que dije: ya basta”. Ahora disfruta de platos típicos como la arepa con mantequilla, la arepa de huevo de Santa Marta, y el caldo de costilla de Bogotá.

Desde el ámbito académico, Jeanneth valora especialmente el enfoque que ha podido darle a su formación en criminología. “En CLEU llevé victimología con una psicóloga, enfocada en el desarrollo de la víctima. Aquí en La Sergio la veo desde el punto de vista legal, en el proceso penal. Es muy enriquecedor tener los dos enfoques”, afirma.

Sobre su adaptación emocional, reconoce que al principio fue difícil estar sola, pero encontró en sus vecinos y en el entorno universitario una red de apoyo fundamental: “Me invitaron a actividades, empecé a salir, me inscribí al gimnasio y estoy asistiendo a clases de baile. Todo eso me ayudó mucho”. Janeth reconoció el impacto positivo que le ha dejado esta experiencia: “Vivir en otro país me abre demasiado la mente y estar sola me ayuda a conocerme a mí misma. Me da como un desarrollo de personaje”.

Finalmente, define su experiencia en La Sergio Arboleda como encantadora gracias a la disposición de la Escuela, sus compañeros y las instalaciones de la institución “conocer otro contexto y hacer contactos es una oportunidad que me suma en muchos ámbitos, igualmente, ver el alto nivel académico de la Universidad es destacable, cada vez que menciono que estudio aquí, me dicen que es una excelente universidad. Me siento muy agradecida con la oportunidad”, concluyó.


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