La empatía y el compañerismo son pilares dentro y fuera del ámbito laboral para Adelaida Rueda, secretaria de la Escuela de Comunicación e Industrias Digitales. A sus 55 años, conserva intacta la energía y la pasión por su trabajo, así como disfruta viajar y compartir tiempo de calidad con su familia, que es su motor en cada etapa de la vida.
Un recuerdo de su infancia:
El tiempo que compartí con mis padres y primos. Era algo muy sano, jugábamos mucho y nos entreteníamos con cosas muy simples, ir al campo era la felicidad más grande.
El mejor consejo que le han dado:
Siempre hacer las cosas bien y con amor, pensando en servir.
La anécdota más especial en La Sergio:
Con el doctor Gabriel Melo me pasó algo muy chistoso. Él me pidió una aguasal, yo pensé que me estaba pidiendo una lasaña para el almuerzo, entonces fue una anécdota chistosa.
El objeto que siempre lleva consigo:
Un rosario.
La persona que más admira:
Mis padres, por la educación y ejemplo que nos dieron, la lucha que tuvieron en la crianza y su legado.
Su mejor amigo en La Sergio:
Tengo varias mejores amigas, sobre todo, Nydia Marcela Piñeros, Jenniffer Chaparro y Nohra García. Las considero excelentes compañeras de trabajo, siempre me han apoyado en todo el tiempo que llevo acá en la Universidad.
El plato que más le gusta:
La carne oreada y el mute santandereano.
Lo que más le gusta de su trabajo:
Darle una solución a todas las personas que llegan a mí, que siempre se vayan con una respuesta.
¿Qué le ha enseñado La Sergio?
Compañerismo.
Un objeto imprescindible en su mesa de noche:
El rosario y la foto de mis padres.
¿Cuál es su género musical favorito?
Me gusta todo tipo de música, pero más el merengue.
Lo que no desea que le regalen:
Porcelanas.
Si no se hubiera dedicado a este oficio, ¿a qué se hubiera dedicado?
Sería docente.
¿De qué le gustaría morir?
Uno tiene que esperar a que sea la voluntad de Dios, pero él me ampare de morir en un accidente.
¿Cómo quisiera que lo recordaran en La Sergio?
Con alegría y el don de servicio, que recuerden que siempre que alguien llegó a mí, le ayudé con cariño.
¿Qué hay en el ADN Sergista?
Hay mucha alegría, servicio y compañerismo.