El pasado 21 de noviembre, la fundación ALNA celebró exitosamente su evento “Sabor a Futuro” en el Hall 74, una mezcla de sabores, historias y propósito. Este encuentro reunió a invitados, donantes y jóvenes beneficiarios en una experiencia que destacó el poder transformador de la educación y la autenticidad.

La velada comenzó con una presentación de agrupaciones y bandas de jóvenes becarios que hacen parte de esta visión y promesa de la fundación. Seguido a ello, se inició una charla inspiradora a cargo de Lina Parra Muñoz, quien compartió herramientas de coaching de imagen personal e invitó a los asistentes a reflexionar sobre cómo se proyectan hacia los demás, resaltando la importancia de la autenticidad en el desarrollo profesional y personal.

Posteriormente, los invitados disfrutaron de una cena de autor dirigida por el reconocido chef Jorge Rausch, quien diseñó un menú exclusivo que deleitó los paladares de todos los presentes y reafirmó su compromiso con causas sociales transformadoras.

La noche culminó con dos bingos benéficos, cuyos premios principales fueron dos viajes. En un momento especialmente emotivo, uno de los jóvenes beneficiarios de la Fundación resultó ganador de uno de estos premios, cerrando la velada con una nota esperanzadora que simboliza el círculo virtuoso que ALNA busca crear: jóvenes apoyados que, a su vez, pueden alcanzar nuevas oportunidades.

Mirando hacia el futuro

Con la mirada puesta en los próximos años, Natasha y Paloma Moreno proyectan que la Fundación ALNA apoyará a más de 100 jóvenes, consolidando una comunidad de donantes comprometidos con la educación y el impacto social. Su visión, expresada con convicción, es “ver a cada uno de ellos convertirse en profesionales capaces de transformar el país desde su propio talento”.

La historia de Natasha y Paloma representa el espíritu Sergista en su sentido más profundo: la capacidad de convertir las dificultades en propósito y de transformar el conocimiento en servicio a los demás. El éxito de Sabor a Futuro no solo se mide en los fondos recaudados, sino en la construcción de una red de personas que creen en el poder transformador de la educación y en el talento de la juventud colombiana.


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