
La nueva tarea de la universidad significa, entonces, abanderar la misión de tomarse en serio la educación, que no podrá ser menos que educación humanista, adoptando un modelo “basado en la maduración de los educandos, la vitalidad, la fecundidad, la formación, la innovación y creatividad, el aprendizaje y el esfuerzo” (Llano), en contraste con un modelo cimentado en sus opuestos: “activismo, control, mera eficacia, ideología, pragmatismo, adiestramiento y placer” (Llano). Hay que escoger el ramal más prometedor de la disyuntiva ente una y otra alternativa.
Así pues, el humanismo integral y solidario que caracteriza a la Universidad Sergio Arboleda, surge como una valiosa alternativa para reconocer la pluralidad de dimensiones del ser humano. Y es, precisamente, en la educación humanística donde reside nuestra misión como docentes, directivos o administrativos; un desafío que exige que nuestra tarea la realicemos también más humanísticamente. Es decir, una labor pedagógica en las respectivas áreas del saber en la que se proponga repensar cada asignatura y el desarrollo de la clase, según la didáctica específica de cada materia, con una visión donde el estudiante sea considerado integralmente en todas sus dimensiones y como el verdadero centro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Si la educación tiene que ver con la vida, con el pensamiento, con la cultura, con el quehacer y con el ser, su objetivo no puede ser otro que formar al hombre en tanto hombre. Porque universidad, educación y formación integral son tres términos que se entrecruzan de manera indisoluble. Intentar separarlos sería un atentado contra su propia naturaleza. Por ello, no podemos entender la universidad al margen de su misión fundamental: educar al hombre ofreciéndole todas las posibilidades para la realización de su ser (educación integral). Y si esto es así, entonces la educación no puede ser sino humanista, centrada en lo humano.
El humanismo es un modo de ser humano, no una propiedad o cualidad adquirida ocasionalmente. Y pensado así, en su naturaleza misma, como forma de ser, nos percatamos de que cualquier atentado en su contra no afecta sólo situaciones accidentales, también al mismo ser del hombre.
Conviene recordar que al término de la Edad Media, en el Renacimiento, el humanismo surgió como una imagen del mundo y suponía una vuelta a la antigüedad clásica: Hesíodo, Homero, Sófocles, Eurípides, Esquilo, Cicerón y los estoicos, Séneca, Plutarco y Marco Aurelio, entre otros. Tales pensadores fueron intérpretes de nuevas aspiraciones humanas –impulsados por la decadencia de la filosofía escolástica– y pusieron como centro de gravedad ya no la vida religiosa ni la inmortalidad ultraterrena, sino al hombre, con una reflexión filosófica abundante en productos racionales, en los que primaba la idea del hombre como ser humano, verdadero e integral.
Y luego surgirían figuras como Dante, Vico, Pico della Mirandola, Juan Luis Vives y Baltasar Gracián; y en el pensamiento pedagógico, humanistas cuya mirada se centró en lo educativo, como Tomás Campanella (Ciudad del sol); François Rabelais (Gargantúa y Pantagruel); Michel de Montaigne (Ensayos); Juan Luis Vives (Tratado de la Enseñanza y la Pedagogía Pueril y del Tratado del Alma) y Juan Amos Comenio (Didáctica Magna), por nombrar algunos. A partir del humanismo renacentista, vendría el humanismo de la Ilustración, que se centró en el conocimiento de los aspectos de la cultura, más estrechamente ligados con los valores humanos en general.
Poco a poco, fueron surgiendo una serie de humanismos que se extienden hasta nuestros días, como teorías explicativas del ser humano. Algunos, desde una visión antropológica reduccionista y parcial, por desconocer o negar la condición espiritual del hombre, terminaron siendo antihumanismos. Otros admitieron dicha condición reconociendo una radical apertura a la trascendencia, y por tanto a Dios. Estos son los denominados humanismos cristianos que poseen una visión integral del ser humano, con variados representantes, formulaciones y perspectivas, cuyas huellas llegan hasta nosotros.
Y es en estos humanismos donde se sitúa la Universidad Sergio Arboleda con una Visión y Misión centradas en la premisa de educar humanísticamente, es decir, el eje es el hombre, su desarrollo humano integral, considerando imprescindibles los aportes del cristianismo en la historia. Al final de cuentas, lo que este tipo de humanismo pretende es que el hombre adquiera una visión más completa de sí mismo y de su mundo para que se reconozca como tal y se proyecte en él. No se puede ser humanista e inhumano al mismo tiempo.
El fundador de nuestra Universidad, Rodrigo Noguera Laborde, y quienes lo acompañaron, Álvaro Gómez Hurtado, Roberto Camacho, Raymundo Emiliani, quisieron formular la existencia de unos principios derivados de la filosofía cristiana, que en sí misma es humanística, porque su centro es la persona y su dignidad. De ahí que una educación fundada en estos principios no pueda estar sino orientada hacia la formación completa del ser humano, considerado integralmente: abierto a los demás y en una perspectiva de trascendencia.
1. Trascendencia – Decir que el ser humano es capaz de trascender significa que puede superar su propia subjetividad para advertir una realidad mayor en la que, en todo caso, el centro de atención es la persona humana.
2. Integralidad – El hombre es una unidad maravillosa de cuerpo y espíritu, que posee una inteligencia capaz de conocer la realidad de las cosas y una voluntad libre capaz de tomar decisiones propias.
3. Solidaridad – No se concibe al ser humano sin su naturaleza social, entendida no solo como su apertura a los demás, sino por algo mucho más profundo: su don para con los demás. Esto es su entrega y su capacidad de servir; en su sensibilidad para las necesidades de los que integran la sociedad, encuentra su realización, su plenitud. Esta dimensión debe manifestarse en la asunción de sus responsabilidades respecto del bien común y en su aporte a la construcción de una sociedad más justa y fraterna.
El propósito de LEA 1, es generar estrategias de pensamiento crítico a través de la lectura y la escritura. Para lograr lo anterior, se lleva a cabo un proceso formativo de donde se interpretan diversos tipos de textos con el fin de realizar deducciones e inferencias a partir de sus contenidos. Lo anterior conlleva enriquecer el vocabulario y el acervo conceptual. Así mismo, se consigue que el estudiante se apropie del proceso de escritura (documentación, planeación, escritura, revisión, adecuación, reescritura), gracias al uso pertinente de los signos de puntuación, la ortografía y los elementos gramaticales en la producción de textos.
Lectura y Escritura Académicas II.
En la asignatura de LEA 2, se realiza una profundización en las habilidades y competencias precitadas, tomando como foco la argumentación y la investigación disciplinar.
El objetivo de LEA 2, es realizar una profundización en los procesos de lectura y escritura académica, a partir del desarrollo de una serie de habilidades y competencias específicas. Estas habilidades y competencias se concentrarán en el fortalecimiento de la perspectiva crítica mediante el buen uso de la argumentación académica. Con lo precitado, el estudiante reconoce y produce diversos textos a partir de los géneros discursivos, gracias al afianzamiento de la capacidad de análisis y de síntesis. Del mismo modo, cada estudiante que culmina con su proceso de formación identifica y aplica estrategias de argumentación, reconociendo la importancia de la citación y de la referenciación en la producción textual. Complementariamente, y debido a una formación especializada en prosodia y en retórica, el estudiante afianza sus competencias de expresión oral.
Cultura e Historia de las Religiones.
La Cátedra de Cultura e Historia de las Religiones (Cultura Religiosa) ofrece una visión global del hecho religioso, como un hecho primario y originalmente humano, atravesando disciplinas como la antropología, la filosofía y la teología. Brinda también un acercamiento a los grandes sistemas religiosos, enclavados en las diversas culturas, en particular, acerca del catolicismo. Como parte de la formación integral, esta Cátedra da profundidad a los conocimientos que el alumno recibe como parte de su formación profesional, ayuda a formar su ser personal y a desarrollar un juicio crítico de la realidad, con base en una estructura ética y profundamente humana, generando un diálogo ciencia – fe.
Cátedra Rodrigo Noguera Laborde / Historia de la Cultura.
Este curso permite una aproximación a la historia universal, destacando algunos sucesos selectos que manifiestan la configuración del mundo actual. Además de la adquisición de conocimientos históricos generales, que aportan gran cultura general, la importancia de esta asignatura subyace en que el estudiante logre la comprensión y análisis de la relevancia que tiene el estudio histórico de los fenómenos para comprender el mundo actual y su influencia en la sociedad.
En este curso se hará un estudio crítico de los principales acontecimientos de la historia universal, desde sus inicios hasta la actualidad. Analizando las diversas revoluciones, guerras, procesos de cambio histórico, social económico y político en todos los periodos históricos de estudio: civilizaciones antiguas, edad media y edad moderna.
Debes escoger una de las líneas electivas y cursar las dos asignaturas de dicha línea que corresponden, en tu currículum, a la Electiva en Humanidades I y II. No olvides que el prerrequisito de la segunda asignatura es la primera.
Con la consideración de los grandes temas relacionados con la Filosofía, en general, y con la Antropología, en particular, el objetivo de esta asignatura consiste en ofrecerles a los estudiantes los instrumentos indispensables que les permitan reflexionar y conocer, con solvencia intelectual y sólidos fundamentos, qué es y quién es el hombre, esto es, la verdad sobre nosotros mismos; nuestro origen, nuestro destino; todo aquello que es decisivo para la existencia humana. Se trata de un estudio sintético y comprensivo de las dimensiones esenciales del hombre, que lo configuran como un ser especial en el conjunto de la realidad. Seguramente la cuestión acerca de qué es el hombre sea la cuestión misma de la filosofía en todas las épocas y parece claro que un conocimiento profundo de lo que somos tiene grandes implicaciones en la existencia individual y social.
Quizá como en ninguna otra época, la nuestra precisa con urgencia un estudio serio y comprometido acerca de nuestra propia vida. De hecho, por ser libres, lo que sea nuestra vida se encuentra, en buena medida, en nuestras manos. De ahí que detenerse a pensar la cuestión acerca de cómo hemos de conducirnos en la vida pública y privada sea una cuestión de trascendental importancia. Teniendo en cuenta, por lo demás, la proliferación de problemáticas varias en torno a temas neurálgicos de la vida personal, social, económica, religiosa, laboral, etc., se hace imprescindible abordar dichos temas con la profundidad que ameritan. Por otra parte, la Ética no es solamente, ni mucho menos, un estudio meramente teórico que pudiera interesar a quienes se dedican formalmente a la filosofía, sino que forma parte, principal e insoslayable, de la vida de cada persona. De ahí que este curso tiene como objetivo ofrecerles a los estudiantes las herramientas necesarias que les permita afrontar, con solvencia intelectual y sólidos fundamentos, el estudio de la Ética General y Profesional, en los respectivos programas académicos de la Universidad Sergio Arboleda. No se trata de un curso meramente teórico, sino que se intenta hacerlo vinculante para la vida personal y el ejercicio profesional de los estudiantes. Después de haber estudiado, en la ELECTIVA DE FILOSOFÍA I (ANTROPOLOGÍA), algunas cuestiones relativas al ser humano, conviene adentrarse en el estudio del obrar humano, puesto que la vida del hombre se gana o se pierde a través de sus acciones. De ahí que, en el estudio de esta asignatura, docentes y estudiantes se sientan vinculados interiormente con las diversas soluciones que se presenten a un tema en concreto, pues afectan directamente nuestra visión del mundo y de los demás.
Este curso permite una aproximación a la historia universal, destacando algunos sucesos selectos que manifiestan la configuración del mundo actual. Además de la adquisición de conocimientos históricos generales, que aportan gran cultura general, la importancia de esta asignatura subyace en que el estudiante logre la comprensión y análisis de la relevancia que tiene el estudio histórico de los fenómenos para comprender el mundo actual y su influencia en la sociedad.
En este curso se hará un estudio crítico de los principales acontecimientos de la historia universal, desde sus inicios hasta la actualidad. Analizando las diversas revoluciones, guerras, procesos de cambio histórico, social económico y político en todos los periodos históricos de estudio: civilizaciones antiguas, edad media y edad moderna.
El curso aborda la historia de Colombia entre el siglo XIX y XX, destacando los principales acontecimientos políticos, económicos y sociales de dicho periodo. Además proporciona elementos esenciales para el examen de la evolución histórica del país, brindando herramientas historiográficas y teóricas para la comprensión de los fenómenos acontecidos en este lapso de tiempo.
En este curso se hará un estudio crítico de los principales acontecimientos de la historia del país durante el siglo XIX y XX.
Además, se analizarán las diversas interpretaciones del concepto de nación como parte fundamental de la formación del Estado Colombiano, caracterizando los diversos actores sociales que individual o colectivamente participaron en este proceso.
Historia del Arte I comprende desde la Prehistoria hasta el Renacimiento. El estudio del inicio de las civilizaciones trae causa en cuanto son las primeras manifestaciones del ser humano, su primer lenguaje; constituyen el cimiento de las culturas oriental y occidental posteriores: Egipto, Mesopotamia, Grecia, Roma y su impronta en el arte de la Alta y Baja Edad Media. Asimismo, será el recurso revival para los neomedievalismos del siglo XIX y el conceptualismo purista de artistas del siglo XX como por ejemplo, Joan Miró o Joaquín Vaquero Turcios.
Historia del Arte II comprende la continuación del período del Arte Moderno hasta la Edad Contemporánea, es decir, desde el Arte Barroco hasta el Arte del siglo XX. Esta gran etapa de intensa producción artística marcará el cambio de la sociedad antigua a la sociedad moderna, de un arte homogéneo a un arte diversificado dentro de la unidad estilística, el arte se humaniza a gran escala. Paradójicamente se desarrolla en un período de crisis política, social y económica en el siglo XVII, fundamentada en el marco de las futuras grandes Revoluciones del siglo XVIII, la vuelta al mundo clásico griego como referente de sociedad democrática y culta, los ideales románticos neomedievales, el constitucionalismo y el reconocimiento de los derechos de los ciudadanos: Revolución Francesa, Revolución Industrial, Revoluciones Burguesas Liberales y Revolución Tecnológica.
Lograr una aproximación a los estudios de la cultura, con sus componentes históricos, sociales, políticos y epistemológicos. Teniendo presente que los contenidos de esta asignatura son fundamentales para la formación integral de los estudiantes universitarios, sin importar su área de estudio.
Durante este curso se analizarán las diversas interpretaciones del concepto de Cultura como parte del estudio del campo de la Antropología. Pero se trascenderá esta disciplina y se abordará la cultura desde una perspectiva histórica que permita una contextualización de la misma y una comprensión de sus orígenes. De igual forma se procura hacer un análisis político y social de la dimensión cultural en la actualidad.
Es fundamental para los seres humanos conocer sobre su origen como especie, su evolución antropológica y ante todo su ser cultural. El hombre es producto del pasado compartido con sus iguales en una historia común que los identifica espiritualmente, es decir, es producto de la construcción histórica de una comunidad. Cada sociedad se delimita por su cultura y cada cultura delimita la identidad de quienes la integran. Así pues, los hombres comparten ente sí formas sociales y axiológicas que los diferencia del resto de comunidades y los integra como miembros de una misma colectividad.
En un mundo globalizado no sólo es importante conocer la cultura y civilización occidental, sino que se debe intentar comprender la complejidad de la “Cultura Oriental”. El Oriente, es algo más que un continente, y sus culturas son tan definidas como milenarias, así que hay tantos orientes como orientales con sus cosmovisiones, religiones, etnias, tradiciones y costumbres. No se puede clasificar ni unificar al “oriente” en unos paradigmas comunes, así que es de vital importancia interpretar adecuadamente estos entramados de significación, y mucho más cuando los países que los integran son los protagonistas del siglo XXI.
La Electiva de Literatura I propende por el estudio de los hitos más importantes de la Literatura Universal, autores clásicos, obras y géneros, desde el mundo mesopotámico hasta los umbrales del Siglo XX. Este curso ofrece al estudiante una mirada panorámica de la Literatura, pues se adentra en las esencias de esta disciplina artística, las mismas que han sido parte de la identidad de la Humanidad, a fin de crear un espacio de sensibilización hacia la cultura de las letras y un fortalecimiento en la formación de todo sergista.
La Electiva de Literatura II permite al estudiante aproximarse a los momentos, autores y obras más importantes de la Literatura Hispanoamericana y Colombiana, desde los grandes cronistas de Indias hasta los maestros del Boom Latinoamericano, incluyendo también una mirada sobre los más jóvenes autores de nuestro ámbito, y el análisis de la relación que existe entre música y literatura, a partir de la exposición de los géneros musicales latinoamericanos más importantes del siglo XX.
La ciencia es el resultado de la constante labor de la humanidad por avanzar en sus conocimientos, por lo tanto tiene un papel fundamental dentro del quehacer humano. El curso pretende propiciar la reflexión sobre la importancia de los desarrollos técnicos y tecnológicos de aquellas primeras comunidades y de la época feudal, así como de las comunidades de oriente y de América. Con lo cual el estudiante podrá hallar los inicios de las carreras que cursan y la forma en que poco a poco se fueron construyendo los saberes en el tránsito hacia la modernidad.
Desde el Renacimiento hasta los últimos días del siglo XXI, la ciencia se ha desarrollado a gran escala gracias a los científicos que han hecho posible el desarrollo de artefactos y de explicaciones de los fenómenos actuales. El curso tiene como objetivo construir reflexiones sobre el impacto sociocultural del conocimiento científico, así como de las diferentes metodologías, los cuales han consolidado los oficios y profesiones de la actualidad, de esta manera, el estudiante podrá cerrar el ciclo histórico de la ciencia comprendiendo el origen de su profesión y reflexionando sobre los eventos futuros al respecto de las disciplinas científicas.
El conocimiento de las ideas políticas y sociales ha de interesar directamente a todas las personas cultas y profesionales. La razón de su importancia general se justifica en lo que con ellas se pueda hacer o llegar a ser. Es natural en el profesional activo de una sociedad la necesidad del reconocer las líneas de pensamiento más caracterizadas en cuanto a los asuntos socio-políticos se refiere.
Está orientada a ofrecer al estudiante los fundamentos histórico-teóricos necesarios para reconocer las principales perspectivas y proposiciones en el ámbito socio- político. La primera materia electiva está destinada sobre todo a ofrecer la claridad que se necesita sobre los conceptos básicos, de tal manera que se tengan fundamentos claros a la hora de abordar la materia que le sigue.
“Esta materia electiva servirá para que los estudiantes aborden, desde diversos enfoques epistemológicos y teóricos que se han desarrollado al tenor de la globalización y el posmodernismo, ciertas temáticas de orden político, social, ético, algunas de las cuales rompen con varios de las presupuestos de la cultura y el pensamiento político que surgió en Europa a partir del siglo XVIII, a saber, entre otros, la progresiva racionalización de la vida social, el dominio del poder soberano y la secularización de las instituciones de gobierno. El siglo XX, y lo que va del incipiente siglo XXI, constituyen a este respecto un rico campo donde se enfrentan nuevamente varios de los problemas y/o doctrinas clásicas del pensamiento político y social occidental de los siglos anteriores (contractualismo, autoritarismo, democracia, liberalismo, lucha de clases, entre otros) enriquecidos con nuevos aportes, a la par que surgen planteamientos novedosos que buscan zafarse de las ataduras dejadas por la Ilustración, para dar cuenta de manera comprensiva de la realidades del mundo globalizado y posmoderno.”