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AMPARO ÁNGEL, UNA VIDA AL COMPÁS DE LA MÚSICA Y LA ENSEÑANZA

En su niñez, la destacada pianista Amparo Ángel, experimentó las primeras señales de lo que años después se convertiría en su vocación.

Amparo Angel docente de la escuela de artes y musica de la universidad sergio arboleda

“Cuando jugaba con otros niños, les decía que se sentaran para explicarles cosas porque yo era la profesora. Recuerdo que, a los 8 años, ya sentía el deseo de enseñar”, dice Amparo Ángel de Biermann, una de las pianistas más importantes y desatacadas del país, cuando en retrospectiva vuelve a sus primeros años y aún residía en Popayán, su ciudad natal.

En ese momento de su vida, Amparo Ángel cumplía tres años tomando clases en el Conservatorio de Música de la Universidad del Cauca, impartidas por varios docentes europeos, dirigidos por Wolfgang Schneider, quienes llegaron a Colombia como refugiados de la Segunda Guerra Mundial.

Aunque ella y sus compañeros tenían prohibido tocar música popular en el piano, este fue uno de los géneros con los que primero se familiarizó, gracias a que su madre le regaló un acordeón para que practicara por cuenta de ella. “Cuando llegué a vivir a Bogotá tenía 12 años y ya sabía tocar el acordeón”, añadió.

Instalada en la capital, priorizó su formación como pianista en la Universidad Nacional de Colombia y por medio de sesiones particulares con la italiana Luisa Manighetti. Así las cosas, en 1973 se graduó como Pianista Concertista del Conservatorio de música de la Universidad Nacional de Colombia, después de trabajar con el maestro Eduardo de Heredia.

“Después de obtener el título, empecé a dictar clases de piano, composición, orquestación, historia de la música, de todos los temas de la disciplina”, recordó Amparo, quien entre 1976 y 1985 decidió volcarse de nuevo a sus estudios, esta vez, en campos como contrapunto musical, armonía, gramática, fuga, análisis, práctica coral y música de cámara.

Entonces empezó a sentir cómo se impulsaba su carrera en Colombia y el mundo, gracias a su participación y protagonismo en la Sinfónica de Colombia, la Filarmónica de Bogotá, la Sinfónica de São Paulo, entre otras. También, cuenta con varias publicaciones de su autoría sobre música para niños.

En cuanto a la composición de piezas musicales, ha estado involucrada en una gran variedad de proyectos. En su repertorio se pueden encontrar obras religiosas. “Mi obra religiosa es una cantata de Navidad que se llama ‘Hijo pequeño’, que es para coros, solistas y la orquesta sinfónica. Se estrenó en 2006”, puntualizó la maestra, quien agregó lo que la motivó a crearla.

“Me gusta muchísimo porque recoge los recuerdos de mi niñez. En el Conservatorio de Popayán la Navidad era muy especial. Recuerdo que hacíamos parte de la música de celebración navideña”, agregó.

Con respecto a la motivación que hace que día a día continúe con el cumplimiento de sus actividades, la docente señaló que lo que más le inspira es componer cosas bonitas. “Es una motivación que amanece con el Sol y se va a la cama en las noches porque uno se acuesta pensando en música. Es permanente. No quiere decir que uno componga porque se lo piden, a veces uno lo hace sin ningún aliciente, pero, es sí bueno buscar que se materialicen las obras que uno crea. La música es el motor”, expresó la artista.

A pesar de su reconocida trayectoria como profesora, gran parte de sus alumnos de piano han recibido sus enseñanzas de parte de una docente independiente. Su vinculación con la Escuela de Música Cristancho significaría su llegada por primera vez a una academia de música.

“Los profesores de piano somos independientes, los estudiantes llegan a la casa. Nunca quise trabajar como maestra del Conservatorio de Música. A la Escuela de Música Cristancho llegué directo como docente de composición, orquestación, formas e historia. Luego ocurre la adquisición de la Escuela por parte de La Sergio, por lo que continué con la Universidad”, precisó.

Así las cosas, la pianista iniciaría una de las etapas más significativas para ella, pues según la docente lo que más le ha gustado de La Sergio es el sentido de familiaridad entre los músicos y la confianza que se puede tener con las directivas de la Escuela de Artes y Música.

“Podemos expresar nuestras ideas con total tranquilidad, lo que nos parece que está bien o lo que hay que mejorar. Es una Escuela donde se preocupan por el bienestar de los maestros, saben quién es cada uno. El arte de la música requiere otra dinámica y La Sergio lo entiende”, destacó la maestra.

Para Amparo Ángel, su principal objetivo es transmitir a sus alumnos el amor que se siente por la música y despertar en ellos el interés por el conocimiento universal. Para ella, es un gran motivo de alegría ver a sus estudiantes ‘no tirar la toalla’.

Qué recuerda de la primera clase que impartió

Recuerdo que mis primeros alumnos los tuve a los 12 años, cuando llegué a Bogotá. No les enseñé piano, sino acordeón. Conocía muy bien este instrumento, no necesitaba la partitura.

En piano mis primeros alumnos los recibí entre 1975 y 1976. Buscando metodologías de enseñanza, encontré una que me gusta mucho: el método Thompson.

Qué le ha enseñado la docencia

A tener paciencia y generosidad. Uno no se puede guardar ningún conocimiento con sus alumnos.

Cuál es el tema que más disfruta enseñar

Me encanta enseñar plano.

Cuál es la cualidad que más aprecia de un estudiante

La disciplina, con ella se logra todo. Recordé una anécdota de Johannes Brahms, el compositor del romanticismo… Alguien le preguntó: ¿Maestro, usted cómo hace para componer esa música tan linda? Él dijo, “Mire, es 5% de inspiración y 95% de transpiración, o sea, de disciplina”.

En una palabra, cómo define el impacto de la tecnología en en ejercicio de su labor docente

¡Estupenda!

En una palabra, cómo se define como docente

Generosa.

Cuál es ese personaje de la historia que admira

Soy una persona universal. Me encanta todo: la historia, la filosofía, la ciencia, la astronomía. No puedo nombrar una sola persona.

Qué libro cambió su manera de pensar

‘El conde de Montecristo’, no es el único libro, lo menciono porque hizo que apropiara un concepto que valoro mucho: la libertad.

Cómo le gustaría que la recordaran

Como buena maestra para mis alumnos y como buena mamá para mis tres hijos… Que fui muy buena persona.


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