En los últimos días, Bogotá ha estado en crisis ambiental desencadenada por una serie de incendios forestales en los Cerros Orientales y otras partes de la ciudad. Esta situación ha llevado a un deterioro significativo en la calidad del aire, que afecta no solo la salud humana, sino también diferentes ecosistemas. Aunque las causas iniciales de estos incendios se atribuyen, en gran parte, a actividades humanas, su persistencia y propagación se han visto exacerbadas por la presencia del fenómeno climático “El Niño”.

Alejandro Casallas, investigador de la Escuela de Ciencias Exactas e Ingeniería de la Universidad Sergio Arboleda, arroja luz sobre el impacto de los incendios en la contaminación atmosférica: “Con la presencia del fenómeno de ‘El Niño’, las temperaturas del aire son superiores a las normales, mientras que la humedad ha disminuido. Estas condiciones, combinadas con vientos de mayor magnitud, crean un entorno propicio para que el incendio se mantenga y se propague”.

Además, Casallas asegura que, contrario a la percepción común, los incendios forestales no son eventos aislados en Colombia, “de hecho, son una realidad anual en varias regiones, siendo la principal fuente de contaminación en el país. Bogotá ha experimentado en días recientes niveles alarmantes de contaminación del aire, con concentraciones de partículas de 2.5 micras que exceden en gran medida los estándares locales y los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud”, resaltó.

Un estudio liderado por el investigador Sergista, quien actualmente cursa su doctorado en Ciencias de la Tierra, Dinámica de Fluidos y Matemáticas, en Italia, revela que los incendios en diversas regiones de Colombia tienen un impacto significativo en la contaminación atmosférica. El informe destaca que los incendios en Caquetá, durante la primera temporada del año y, aquellos en la frontera colombo-venezolana, durante marzo, abril y mayo, son los principales responsables del aumento de la contaminación en la capital colombiana. Además, señala que los incendios en Venezuela, Ecuador y Brasil también pueden afectar a Bogotá y señala la necesidad urgente de una cooperación regional para abordar este problema transfronterizo.

“La situación en los Cerros Orientales subraya la urgencia de implementar medidas de mitigación de incendios y de adaptación para reducir los impactos asociados, especialmente en un contexto de cambio climático. Se hace necesario establecer políticas de protección del suelo y medidas que no solo reduzcan el riesgo para los ecosistemas, sino también protejan la salud humana”, afirmó Casallas.

Lea el estudio completo aquí: https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2023.167350


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