María Andrea Murgueitio Manrique ha dedicado quince años de su vida profesional a La Sergio, desempeñándose con compromiso y pasión como Coordinadora Académica y Administrativa de la Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales. En su actividad, ha brindado un apoyo invaluable a las áreas de Filosofía y Humanidades y ahora en Historia y Ciencias Sociales e Innovación Pedagógica y Liderazgo en la Educación, tanto en pregrados como en posgrados.
En entrevista con la Oficina de Egresados, María Andrea compartió su profundo agradecimiento a La Sergio, así como su experiencia en el equilibrio de su vida profesional con su rol de madre. Actualmente, es la madre de José Alberto, un bebé de 15 de meses, hijo de también de un egresado y docente de cátedra en la Universidad. Con su cotidianidad le da a conocer a su hijo el valor del sacrificio diario que implica trabajar, subrayando la importancia de la autonomía e independencia de las mujeres.
Su vida laboral inició en un colegio, posteriormente se vinculó a La Sergio. María Andrea, Considera haber llegado a La Sergio como un regalo, ya que trabajar en la institución la hace sentirse feliz y realizada. Llegó a la Universidad con 18 años y ahora con 41, aprecia profundamente las enseñanzas recibidas. Recuerda con especial afecto las palabras de sus docentes sobre la verdad y la coherencia entre el pensamiento y acción. “No me arrepiento de haber elegido La Sergio, si pudiera retroceder el tiempo, sin duda volvería a escogerla”, afirma.
Para María Andrea la Universidad Sergio Arboleda es un segundo hogar, un lugar donde ha recibido tanto formación académica como personal. Resalta los valores de la honestidad, la responsabilidad, la fraternidad, el respeto por las diferencias y el ejercicio de la libertad con responsabilidad social, los cuales han sido fundamentales en su vida, ayudándola a construir amistades duraderas y a consolidar su relación con su esposo.
“La oportunidad de trabajar en la Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales es sin duda enriquecedora, ya que significa trabajar con mis maestros y directivos, aprenderlos a conocer un poco más a fondo y, sobre todo, aprender diariamente tanto del conocimiento como del proceder humano”, mencionó María Andrea.
María Andrea no solo se destaca por su dedicación y compromiso hacia la universidad, sino también por su ejemplo inspirador para los egresados y la comunidad en general. Su capacidad para equilibrar su carrera profesional con sus responsabilidades como madre desmuestra una gran fortaleza y determinación. Además, su aprecio por los valores y principios inculcados en La Sergio resalta la influencia positiva en la formación integral de sus estudiantes. María Andrea, con su dedicación diaria, nos enseña a crear una universidad más humana y nos inspira a formar a otros con el poder del ejemplo.