César Ocampo, destacado ingeniero aeroespacial y doctor en astrodinámica, soñó desde muy joven con llegar a la Luna. En 1972, con tan solo cinco años, fue testigo del lanzamiento del cohete Saturno V que se perdía en el cielo, y en ese instante su corazón se llenó de emoción, despertando en él la pasión que lo llevaría a dedicarse al estudio del espacio en el futuro.

César llegó a La Sergio en 2007 para dejar una huella imborrable en la historia de la institución y del país al ser el director científico del primer satélite colombiano, el Libertad 1. Su trabajo, junto al del actual director del Observatorio Astronómico, Raúl Joya, y profesores investigadores e inquietos estudiantes de los programas académicos de ingeniería y matemáticas, demostraron cómo las cosas más insospechadas se logran a través de la práctica.

Para el 2015, César fue designado como el decano de la Escuela de Ciencias Exactas e Ingeniería de la Universidad Sergio Arboleda, demostrando su calidad humana, experticia y su capacidad de inspirar a quienes le rodeaban, especialmente a niños y jóvenes.

Para la institución, el paso de Ocampo fue una oportunidad para demostrar la importancia del estudio de la ingeniería y las matemáticas como el motor de la sociedad, al igual que resaltar el valor de formar pensadores críticos que resuelvan problemas de toda índole, trayéndole beneficios a un país que todos los días crece.

Su visión y su trabajo no solo transformó la perspectiva de quienes trabajaron con él o conocieron su trabajo, sino que sus conocimientos en investigación de la optimización de trayectorias espaciales abrieron la puerta a la creación de proyectos en aeronáutica y aeroespacial.

El legado de César Ocampo perdurará en cada estudiante, colega y profesional que tuvo el privilegio de conocerlo y aprender de él. César Ocampo no solo incentivó a mirar hacia el cielo, sino también a creer en lo que comúnmente se denomina imposible.

Su viaje a las estrellas es el símbolo de una vida dedicada a la ciencia, a la educación y al progreso, inspirando a futuras generaciones a seguir explorando los confines del universo.


LEA TAMBIÉN